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Junio 11, 2017 15:03 hrs.

Susana Vega López › diarioalmomento.com

Deportes ›


Era un juego muy cerrado entre la escuadra de los Dragones de la Universidad Latinoamericana (ULA) vs Cuervos del Centro Escolar del Lago (CEL). El partido inició a las doce del día del viernes 26 de mayo en el campo de Cuervos.

Faltaban menos de dos minutos para terminar el juego cuando Maximiliano Gomiciaga Sánchez, de 16 años de edad, al terminar el drive sale corriendo a su banda (banca) y le comenta al coach Leonardo Jaime Martínez que le dolía la cabeza, al tiempo que se desvaneció.

El sol era intenso por lo que el staff pensó que era un golpe de calor o, tal vez, producto de un contacto normal producido por la fuerte defensiva de la ULA y terminaron el juego con una victoria de 10 a 6 que les daba el pase a la final. Max ya no supo de este desenlace.

Su coach y padre Alejandro Gomiceaga Chágary –uno de los mejores corredores de la liga mayor de la Organización Nacional Estudiantil de Futbol Americano (ONEFA) en la década de los 80- pensó que había sido un ’contacto normal’. Nunca se imaginó que su hijo trascendería como, tal vez, a todos los que aman este deporte, les gustaría terminar sus días: en la cancha.

Max, una promesa mexicana en el americano, recibió los primeros auxilios en el campo de juego pero al yer la dimensidad del problema, lo trasladaron a Star Médica Cuautitlán Izcalli, que se encuentra a unos minutos del campo donde jugaba, y lo estabilizaron. Los coaches Víctor Narváez ’El Caballo’ y Rafael Duk -junto con todo el equipo- salieron atrás de ellos. La emoción que los invadía se transformó en impotencia al saber a Max indefenso. Su ofensiva no pudo ayudarlo.

Para continuar con una mejor atención lo trasladaron al Hospital de Traumatología de Lomas Verdes del IMSS, donde fue operado e inducido a coma donde se esperaba su recuperación.

Max, ya sin su jersey con el número 14, entró en otra lucha… esta vez un reto más cerrado que duró 13 días aunque, en esta ocasión, a Max ’La Saeta’ Gomiceaga, le ganó la carrera la muerte.

’Mis grandes amores: mis hijos y el fútbol americano… ¡y éste último me quitó a mi hijo mayor!...’, lamentó el coach Alejandro, ex corredor de los Pieles Rojas, el pasado jueves 8 de junio, cuando recibió la fatal noticia a las 9:30 de la mañana.

El mejor corredor de la liga Conferencia III ONEFA de esta temporada fue reconocido por todos los jugadores, tanto de su equipo, como de la conferencia y demás clubes. Incluso, este sábado, en Brasil, antes del juego, sus colegas brasileños guardaron un minuto de silencio en su memoria. Black Hawks vs Istepos Futebol Americano se unieron en oración por el descanso de Max.

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