Algo de cultura

La Giralda de l’Arboç del Penedès, en la provincia de Tarragona, un palacete que contiene lo más significativo de Al-Andalus. Y uno de los conjuntos más sorprendentes del neomedievalismo islámico y de la arquitectura neoárabe en Cataluña. Consta de un patio central inspirado en el de los leones de la Alhambra de Granada. Una cúpula bizantina bañada en oro que reproduce el salón de embajadores de los Reales Alcázares de Sevilla, así como elementos característicos de la mezquita de Córdoba entre otras muchas influencias de la arquitectura árabe. (En el centro una monumental réplica de la Giralda de Sevilla). La historia de este edificio comienza cuando Joan Roquer Marí, hijo del farmacéutico de la Vila de L´Arboç, se casó con Candelaria de Negrevernis Lasala, miembro de una familia de la alta burguesía catalana. Realizaron el viaje de novios por Andalucía donde Roquer quedó maravillado de la belleza de la Giralda, de Sevilla, y quiso hacer una réplica exacta de la misma en su pueblo. La obra se llevó a cabo entre los años 1877 - 1889, y con los elementos decorativos originales, en base en las fotografías que tomaron durante su viaje de novios a Andalucía. La Giralda forma parte del Catálogo del Patrimonio arquitectónico-histórico-artístico tradicional del Plan General del municipio y tiene la categoría de Bien Cultural. Representa uno de los conjuntos más sorprendentes del neomedievalismo islámico de Catalunya. La decoración es una de las características más importantes de este conjunto arquitectónico. También destaca la exhibición del libro más grande del mundo: ‘El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha’. Realizado en pirograbado sobre madera y con un peso mayor a los trescientos kilos. Su autor Severiano Camino, hermano del propietario del edificio. La Giralda de l’Arboç, cuya altura es de 52 metros, es una de las seis reproducciones que se han hecho de la Giralda de Sevilla y que se han construido por todo el mundo junto con la de Nueva York, de 101 metros; la de Marràqueix, 64 metros; la de Rabat, de 44 metros; y la de Badajoz, de 35 metros. Se diferencia con respecto a la de Sevilla en: No tiene campanas ya que Roquer copiaba arte árabe y el campanario es de origen cristiano. La de L´Arboç tiene escaleras para subir hasta arriba mientras que de Sevilla tiene rampas. Tiene la mitad de altura que la de Sevilla, ya que es una réplica al 50%.
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