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Diciembre 07, 2025 23:44 hrs.

Gustavo H. Cancino › tabloiderevista.com

Periodismo ›


LA TORMENTA BAJO TIERRA: NUEVA LEY DE AGUAS RETOS, ESCENARIOS Y PARADOJAS.
Por: Gustavo H Cancino. Premio México de Periodismo 2025 "Ricardo Flores Magón"/ Sábado
CONTEXTO.
Mi México lindo y querido, donde el agua corre menos por los ríos pero igual de contaminada que los pasillos de los poderes de la unión, el debate de la semana que pausaron las vías comunicacionales de la nación, fue nada más y nada menos que la Ley de Aguas.
Ésta recién aprobada Ley General de Aguas irrumpe abruptamente como un parteaguas donde la política juega una mano de póquer entre lo social y lo ambiental.
Es que con 82 votos a favor, 34 en contra y una dispensa de trámites que eliminó cualquier pausa para respirar, el Senado empujó al país hacia una reforma que, según el discurso oficial, ’deja de ver al agua como una mercancía y la reconoce como un derecho’ ay aja!!.
Pero entre el aplauso al humanismo hídrico fingido y las celebraciones hipócritas por el reconocimiento de los sistemas comunitarios e indígenas, se extiende una sombra que pocos quieren mirar de frente: "El temor de las industriales refresqueras" y que éstas son las mayores consumidoras de agua en el país, (sin menoscabar que los mayores consumidores de agua embotellada y refrescos carbonatados somos nosotros los mexicanos).
Ahora, Cell sintió el verdadero temor... perdón, las refresqueras sintieron el verdadero temor, gracias a qué por ésta Ley están en riesgo de contraerse, reducir operaciones o incluso cerrar plantas enteras. Y, con ellas, miles de empleos.
AHORA, UTILICEMOS LA CIENCIA
La metodología de escenarios de Michel Godet nos obliga a entender una realidad de manera panóptica para no quedarnos en la superficie.
Según su metodología el futuro nunca es lineal: se abre en abanico, se bifurca, se dobla sobre sí mismo. El reto es atreverse a ver todas sus caras, incluso las incómodas.
Con esto podemos analizar el tema:
PRIMER ESCENARIO TENDENCIAL: "EL REACOMODO SILENCIOSO.
En el escenario más probable, si nadie interviene, la Ley General de Aguas logrará imponer nuevas reglas: Límites más estrictos de extracción, eliminación de transferencia de derechos entre particulares, cuotas para frenar el acaparamiento, requisitos técnicos para mantener concesiones, controles más severos y un régimen sancionador sin margen de negociación.
Las refresqueras (nunca pierden), acostumbradas a un acceso casi aristocrático e ilimitado al recurso hídrico, comenzarán a recalibrar sus operaciones, especialmente en la limitación y verificación de los volúmenes aplicados en la Ley. Esto generará decremento en su producción, lo que conllevará a recortes de personal, ajustes de líneas productivas, cierre de turnos, congelamiento de nuevas inversiones.
Un reacomodo discreto, casi quirúrgico, donde el costo se diluye en la nómina de un país escaso de industria, comercio y por ende chantajeado por las trasnacionales.
Resultado: El agua gana; el trabajador pierde. Y todo bajo una aparente normalidad administrativa.
SEGUNDO ESCENARIO: LA RETIRADA ESTRATÉGICA.
Tal vez sea muy catastrófico pero como película del hombre araña existe otro universo, uno más crudo y más probable de lo que se quiere admitir desde el discurso oficial: el escenario en el que las refresqueras deciden retirarse parcialmente del país, cerrar plantas completas y migrar líneas de producción a geografías más permisivas o más baratas.
No sería la primera vez que sucede. Las corporaciones responden a las leyes del mercado, no a las metáforas del humanismo. La reforma hídrica golpea justo en su columna vertebral: el agua barata y abundante de nuestro país que permitió su expansión desde los años noventa. Sin esa ventaja estructural, el negocio deja de ser tan encantador y comienza a convertirse en un problema, la solución es muy fácil.
Cierro las plantas en México y las aperturo en Guatemala por decir un ejemplo.
En este escenario, los despidos no serían graduales, sino masivos.
De un día para otro, regiones enteras (Como es el caso de los Altos de Chiapas) podrían ver caer la actividad económica que orbitaba alrededor de estas empresas: transportistas, proveedores, talleres, imprentas, centros de distribución, pequeños comercios.
Resultado: Una tormenta de conflicto laboral impulsada por una sola palabra: restricción.
TERCER ESCENARIO: LA TRANSICIÓN INTELIGENTE.
En la caja de herramientas de Godet, existe un escenario que no emerge por inercia sino por construcción: la apuesta estratégica.
Con ese escenario México podría convertir esta crisis hídrica-industrial en un área de oportunidad siempre y cuándo:
1.- Se impulsen tecnologías de ultraeficiencia hídrica para que las industrias tengan incentivos para quedarse.
2.- Se construyan mesas de transición laboral que preparen al trabajador antes de que la guillotina de los despidos caiga sobre sus cabezas (si es que llegare a ocurrir)
3.- Se diversifiquen las economías locales y no seamos dependientes de una sola industria, en éste caso: el agua.
4.- Se evite el discurso maniqueo que pinta al gobierno como héroe y a la empresa como villano, cuando en realidad ambos pueden estar igual de podridos.
Ahora, con las cartas de tarot en la mesa defino que si no se toman en cuenta éstos escenarios se estará construyendo un ataúd social dentro de un futuro próximo. O bien, sucederá lo que en la mayoría de los casos con las leyes prohibitivas: Los ricos serán exentos de regulación de los volúmenes y solamente aplicará a la clase agricultora y jornaleros "El pobre se jode mientras el rico disfruta".
BUENAS NOTICIAS: "EL RESPIRO AMBIENTAL"l
Dicen que escribo mucho, y la verdad es que me limito mucho ya que la discusión no se puede agotar solamente en los números ni en las proyecciones técnicas.
Cómo analista debemos estudiar una dimensión más profunda, casi ética, que atraviesa la reforma: la contradicción entre el temor al cierre de plantas refresqueras y el alivio ambiental que implicaría reducir sus volúmenes en la extracción de agua.
Durante décadas, comunidades enteras (por ejemplo San Cristóbal de Las Casas) hemos observado cómo la succión permanente de pozos industriales disminuye los manantiales del valle de jovel, como la riqueza hídrica de la transnacional ha secado los humedales, haciendo que los Sancristobalenses literalmente no tengamos agua, haciendo estacionales fuentes que antes eran permanentes, es irónico que el agua se volvía mercancía mientras nosotros (irónicamente) aprendimos a vivir sin ella.
¿La nueva ley llega como un respiro? Sin estar a favor de lo que le llaman el segundo piso de no qué, no cabe duda que ésta Ley que si la vez del lado bonito, es un intento por restaurar acuíferos, por devolverle ritmo natural a los ciclos que la misma industria comprimió, por evitar que el país siga hipotecando su futuro hídrico para sostener un presente comercial. Y es aquí donde la paradoja se vuelve dudosa.
"Si las refresqueras se contraen o cierran, habrá familias sin salario, regiones sin actividad, ciudades sin su principal empleador. Pero los mexicanos tendremos agua."
"Si no se limita su extracción, seguiremos perdiendo agua, ecosistemas, suelos y vidas comunitarias enteras. Pero no habrá trabajo."
Es el choque frontal entre el empleo de hoy y la supervivencia de mañana. Entre el ingreso inmediato y el derecho humano al agua. Entre la fábrica y el manantial.
México está frente a un dilema que ningún político quiere enunciar con todas sus letras:
¿qué vale más, la seguridad laboral o la seguridad hídrica?
Y la respuesta honesta no es elegir una, sino impedir que una destruya a la otra.
YA CASI TERMINO: "UN PAÍS A CONTRARELOJ
La reforma, en su espíritu puede ser justa dependiendo la perspectiva de cada persona. Tal vez de un modo inocente busca o intenta curar un país con resaca de la parranda llamada corrupción, deshidratado por décadas de negligencia y valemadrismo. Pero el costo social de esa curación (si no se gestiona con inteligencia y honestidad) puede convertirse en otra forma de enfermedad: desempleo, pobreza, migración interna, colapso local.
El agua puede volver a los ríos. Las plantas refresqueras, en cambio, no vuelven una vez cerradas.
Por eso, la verdadera urgencia no está en defender a la industria a toda costa ni en aplaudir la reforma como dogma purificador y mucho menos como chantaje político. La urgencia está en construir el puente que permita que México transite hacia un modelo hídrico justo sin sacrificar a los trabajadores en el camino.
Porque si algo nos enseña la metodología de escenarios es que el futuro no está escrito en piedra.
Está escrito en decisiones.
Y hoy, más que nunca, México debe decidir si quiere un país que proteja su agua… o un país que proteja a su gente.
El reto y la responsabilidad histórica está en lograr ambas cosas. Amén.
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