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Junio 13, 2019 04:46 hrs.

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El entramado financiero del que dispuso Alonso Ancira desde finales de los 90 lo convirtió en uno de los actores más relevantes del sector acerero, o al menos en el norte del país. El propio Napoleón Gómez Urrutia lo definió como "el cacique más temido de Coahuila" en un artículo para La Jornada de 2017.

Pese a que la detención en España del presidente del consejo de administración de Altos Hornos de México acaparó los titulares por sus relaciones con Emilio Lozoya y Pemex, esta redacción reveló el otro mensaje que la Presidencia de México mandó a industriales e inversionistas: limpiar el sector de corrupción a cambio del acuerdo con Trump para eliminar los aranceles al acero y aluminio.

El inminente regreso de AHMSA a cotizar en la Bolsa, tras 20 años fuera por la suspensión de pagos, beneficiaría a sus acreedores, a quienes el Gobierno Federal garantizó saldar todas las deudas y entre quienes se cuenta a JP Morgan, Citibanamex y Bank of America, banqueros aliados de la Casa Blanca.

El encuentro entre el presidente López Obrador y el rey del acero hindú en Palacio Nacional, con la promesa de una inversión mayor a la programada por mil millones de dólares, son parte de las señales que regresan los acereros al Gobierno Federal. Inclusive, así lo manifestó Víctor M. Cairo de ArcelorMittal México a Poncho Romo, tras el saludo entre AMLO y Mittal.

Sin embargo, los planes de la 4T para liberar el mercado del acero han encontrado resistencias entre los socios y protectores de Ancira Elizondo. "Este individuo es un simple aprendiz, pero muy malo y obvio, de las prácticas gangsteriles de Germán Feliciano Larrea, de Grupo México y de Alberto Bailleres, del Grupo Peñoles", indicó Napo, quien conoce de lo que habla.

Ancira, por ejemplo, fue uno de los operó desde Coahuila para que los cuerpos de los mineros sepultados en Pasta de Conchos no fuesen recuperados durante la administración de Vicente Fox, y eliminó cualquier esperanza de que se reabriera el caso con Felipe Calderón. Algo de lo que Napo sigue reprochando al empresario minero de Grupo México.

LPO pudo saber de los esfuerzos que Larrea Mota desplegó desde semanas atrás para que el proceso judicial de Ancira continúe en España, y no sea trasladado a nuestro país. Según esta versión, la fisura que el caso Venezuela abrió entre Pedro Sánchez y Obrador sería el nervio del que se aprovecharía la defensa.

Con la adjudicación de la tristemente célebres mina de Aznalcóllar en Sevilla, Larrea desembarcó en la península ibérica y se hizo de los contactos correctos entre la clase política española, lo mismo entre el PSOE que entre el PP. Para sorpresa de los españoles, el proceso de adjudicación estuvo plagado de irregularidades y se denunció públicamente a la Junta de Andalucía de "facilitar" la reapertura de Aznalcóllar a una "empresa que miente".

Sin aun actor de la relevancia del presidente de AHMSA como su aliado -explicó un hombre cercano al senador de Morena al reportero de la fuente-, Larrea y su grupo perderían influencia ante competidores como Mittal, quienes han demandado desde hace años competencia justa para palear la crisis siderúrgica en el país. Hasta la detención del número uno de Altos Hornos no había una respuesta clara en este sentido. Con Larrea nervioso, el resto de acereros parecen confiados.

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Cabildea Larrea para que Ancira no sea extraditado y revele negocios turbios en México

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