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Noviembre 25, 2013 02:02 hrs.

Lillia Cisneros Luján › diarioalmomento.com

Política ›


Una colorada (vale más que cien descoloridas), “…Que ningún individuo debe pretender una situación mejor que la de los ciudadanos del país a donde va a establecerse, ni hacer de su calidad de extranjero un título de protección y de privilegio” ¿Se trata de una afirmación de quien ha sido calificado como enemigo de México”, o algo de lo dicho por el vástago de Lázaro cárdenas, en alguna comparecencia acerca del tema de energéticos?, NO, si fuera trivia televisiva Usted no ganaría el premio, porque son palabras de Venustiano Carranza en su informe al Congreso en septiembre de 1917, año de la promulgación de una constitución –mutilada, cambiada, vituperada pero aún vigente- que incluía las bases de políticas diversas sobre energéticos entre cosas el petróleo en el artículo 27 que hoy pretende reformarse.
Una constitución, que de inicio parecía no importarle a nadie, hasta que los imperialistas de la época –norteamericanos y europeos, sobre todo ingleses y holandeses- terminaron su guerra y cayeron en cuenta que su aplicación afectaría sus negocios petroleros. Una carta magna surgida de diversas pugnas entre las facciones burguesas de la época, aunque con la participación de campesinos y obreros. Una Ley a la cual contribuyeron personajes diversos en una democracia real que aun hace tres décadas, los enemigos de México seguían negando.
Documento rico y ejemplo para el mundo, donde por igual los exaltados, los retóricos y los funcionarios, dejaron sus aportaciones y respecto de cuya finalidad Francisco J. Mújica expresó que los trabajos del constituyente fueron para “hacer que las reformas de la revolución en su periodo de lucha …..Sean elevadas a la categoría de ley….con el objeto de que no haya pretexto, ni por nacionales ni por extranjeros….para respetarlas”.
Abiertas estaban aún las heridas dejadas en 1914 y 1916, por las llamadas “expediciones armadas” las cuales fueron verdaderas intervenciones políticas y militares precedidas por los intereses norteamericanos que, en 1911 confirmaron el potencial de nuestros yacimientos petroleros, el posterior derrocamiento y el asesinato de Francisco I Madero, todo ello testificado por el embajador Manuel Calero[1].
De junio de 1914, a octubre de 1917, Venustiano Carranza, trabajó en la legislación petrolera, sin Fast track, descartando que solo la intervención extranjera salvaría a México, y lejos de ocuparse de la posibilidad de correr la misma suerte de Madero. Fueron dos leyes, doce decretos, seis reglamentos y tres acuerdos, más circulares de dependencias como: Hacienda, fomento e industria y comercio; otras tantas de la dirección de minas y petróleo, las del departamento de petróleo e incluso alguna del gobierno de Veracruz. ¿En lo que se pretende promulgar, existe algo parecido al reglamento para el cobro de impuesto de abril de 1917? ¿Conocen estos antecedentes los noveles funcionarios del siglo XXI? ¿Les parecen de importancia? o ¿están ciertos de que modernización mata historia, sangre derramada y traiciones confirmadas?
“ 1.- Modificación del artículo 27 constitucional para que las empresas, continúen explotando el subsuelo….respetando la posesión de 99 años… 2.- devolución íntegra de los intereses de las empresas……” ¿Le parecen postulados de algún senador del PAN? Pues NO, es solo parte del programa que agentes de compañías extranjeras, propusieron para contrarrestar los efectos de la expropiación de nuestros hidrocarburos y la creación de Petróleos Mexicanos. Para impedir que PEMEX produjera y dejara de ser “el basurero mexicano”[2], el presidente Roosevelt, decretó: “suspensión de compras de plata. Negativa para dar a petróleos mexicanos maquinaria y aprovisionamientos. Campaña internacional para evitar que México pudiera exportar petróleo”. ¿Algo ha cambiado en las inercias del capital extranjero? ¿Por qué debemos de imaginar que no hay, hoy como entonces, conspiraciones en contra de México? ¿Debemos prestar atención a quien invita a “reemplazar la marcha ciega del país…. por una orientación precisa y definida….?” Esta definición que según el autor de la frase[3], al cual recientemente se acaba de otorgar un reconocimiento de alta jerarquía ¿pasa por la entrega de nuestros recursos fundamentales y con ellos la soberanía nacional?
El fundador de un partido -hoy con fuertes divisiones y contradicciones- que pretendía salvar al país del socialismo y la anarquía, postuló desde 1941 su oposición, entre otras muchas, a la nacionalización del petróleo y a la creación de empresas estatales[4], hoy con una supuesta pluralidad -que es mas de intereses que democrática- todo apunta a que por fin los empresarios se harán con toda libertad de los yacimientos petroleros, mineros y todo lo que se acumule de México ¿En qué gaveta de lo prohibido se ocultará la historia? ¿Cuántos siglos pasarán para que la humanidad del futuro rescate –como se hizo en algún tiempo con los textos bíblicos ocultados por el Vaticano- estos hechos que, a juzgar por los resultados y con el apoyo de propaganda, habrán de reducirse a luchas estériles? Seguramente mi generación no tendrá el privilegio de verlo.


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[1] Las invasiones norteamericanas en México. Gastón García Cantú.
[2] Dicho del diputado Kennedy, citado por Gastón García Cantú en su libro Pensamiento de la Reacción mexicana
[3] Manuel Gómez Morín, citado en la misma obra.
[4] Discurso en asamblea del PAN, Manuel Gómez Morín

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Cárdenas o Gómez Morín

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