Casey Coleman, el ICE MAN del equipo Guinda

Casey Coleman se ha convertido hasta el momento en una hielera para congelar los encuentros en la recta final con los Tomateros de Culiacán; tan efectivo ha sido su trabajo que en nueve partidos esta temporada solamente ha permitido tres imparables y una carrera, acumulando así un microscópico 0.93 efectividad.

Tan valioso se ha convertido su trabajo dentro del staff de lanzadores de Lorenzo Bundy, que al dirigente guinda no le tiembla la mano para hacer una llamada al bullpen y solicitar de sus servicios, principalmente cuando los partidos se encuentran en la línea entre la octava y novena entrada, lo cual de nueva cuenta quedó demostrado en el tercer encuentro de la serie ante Venados de Mazatlán.

Cual si fuera una ’hielera’ y no precisamente por hacer apología a la marca de termos que se identifican con su apellido, este jueves el norteamericano llegó en una situación apremiante ante los Venados, ya que tuvo en su brazo la decisión del juego al enfrentar al bateador que representaba la carrera del empate, después de recibir una herencia de par de hombres en los senderos.

Sin embargo, vino y retiró en bola ocupada a Edson García y más adelante obligó a Brian Hernández a rodar para doble play, controlando así la candente amenaza que intentaban realizar los porteños.

Ya en la novena tanda el trabajo fue en riguroso orden con par de ponches para agenciarse así su quinto salvamento de la temporada.

Desde el pasado 12 de octubre (juego inaugural) ante Mayos de Navojoa no recibe carrera alguna, ese día toleró tres imparables y una rayita, siendo la única hasta el momento en su registro la presente campaña. A partir de ahí, ha lucido inmaculado, sus participaciones en las entradas 8 y 9 han sido perfectas, lanzando en cada una de ellas 4.1 innings.

La oposición al momento le batea de manera colectiva para .097 de porcentaje, mientras que los derechos acumulan .125 de AVG, esto producto de un indiscutible en 24 intentos, mientras que los siete zurdos que ha enfrentado no le han puesto la bola en juego