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Septiembre 21, 2017 14:00 hrs.

Mercedes Arancibia › diarioalmomento.com

Salud ›


En un informe hecho público en Ginebra (Suiza), el 20 de septiembre de 2017, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta sobre la escasez de nuevos antibióticos en fase de experimentación para combatir la creciente amenaza de resistencia a los antimicrobianos.

En el informe (Antibacterial agents in clinical development – an analysis of the antibacterial clinical development pipeline, including tuberculosis), el organismo internacional advierte que la mayoría de los medicamentos en fase de desarrollo clínico son solamente modificaciones de las actuales clases de antibióticos, lo que representa únicamente soluciones a corto plazo; y pone de manifiesto que existen muy pocas opciones terapeúticas potenciales para las infecciones resistentes a los antibióticos –que según la OMS son la mayor amenaza para la salud-, entre ellas la tuberculosis fármacoresistente, que cada año mata a un cuarto de millón de personas.

«La resistencia a los antimicrobianos es una urgencia sanitaria mundial que va a poner en peligro el progreso de la medicina moderna » -ha explicado el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS-’Hay que aumentar, sin pérdida de tiempo, las inversiones en la investigación y desarrollo para ls infecciones resistentes a los antibióticos, y muy especialmente la tuberculosis. Si no, volveremos a los tiempos en que la gente tenía miedo de las infecciones más corrientes y arriesgaba su vida en intervenciones quirúrgicas menores ».
Aparte la tuberculosis multirresistente, la OMS establece doce clases de agentes patógenos ordinarios –algunos de los cuales causan infecciones corrientes, como la neumonía o las infecciones de las vías urinarias_ que cada son más resistentes a los antibióticos existentes, para los que es necesario encontrar rápidamente nuevos tratamientos. El informe presenta 51 nuevos antibióticos y productos biológicos en desarrollo clínico que podrían utilizarse para tratar esos agentes patógenos prioritarios, así como la tuberculosis y el Clostridium difficile, una infección diarreica que puede llegar a ser mortal. Sin embargo, tan solo ocho de esos medicamente son considerados por la OMS como tratamientos innovadores que vienen a completar de manera útil el actual arsenal de tratamientos antibióticos.
’Se observa –se lee en el informe- una falta sangrante de opciones terapéuticas contra la tuberculosis multirresistente y ultrarresistente, lo mismo que contra los agentes patógenos con Gram negativo, incluidos Acinetobacter y Enterobacteriaceae (tales como Klebsiella y E. coli), que pueden causar infecciones graves, y a menudo mortales, y son una amenaza particular en hospitales y residencias de mayores.
Además, hay muy pocos antibióticos orales en desarrollo, y en general se trata de formulaciones esenciales para tratar las infecciones de manera ambulatoria, o en los medios con pocos recursos.
«Las empresas farmacéuticas y los investigadores deben afanarse para trabajar en nuevos antibióticos para determinados tipos de infecciones muy graves, que provocan la muerte en pocos días, y contra las cuales nos encontramos desarmados », ha manifestado la doctora Suzanne Hill, Directora del Departamento de Medicamentos esenciales en la OMS.
Para luchar contra esta amenaza, la OMS y la Iniciativa Medicamentos contra las Enfermedades Olvidadas (DNDi) han puesto en marcha el Partenariado Mundial para la investigación-desarrollo en materia de antibióticos (GARDP), al que de momento han aportado un total de más de 56 millones de euros los gobiernos de Sudáfrica, Alemania, Luxemburgo, Holanda, Reino Unido, Suiza y el Wellcome Trust, fundación caritativa medicinal con sede en Gran Bretaña, cuyo objetivo es «promover la investigación para mejorar la salud del hombre y los animales».

«La investigación en torno a la tuberculosis padece un grave déficit de financiación : en más de 70 años, solo han llegado al mercado dos nuevos antibióticos destinados al tratamiento de la tuberculosis fármacorresistente’, explica el doctor Mario Raviglione, Director del Programa Mundial de la OMS de lucha contra la tuberculosis. ’Si queremos acabar con esta enfermedad, hay que disponer inmediatamente de 800 millones de dólares anuales para financiar la investigación de nuevos medicamentos antituberculosos’.
Los nuevos tratamientos no bastarán, por sí solos para hacer frente a la amenaza que representa la resistencia a los antimicrobianos. La prevención y el uso adecuado de los antibióticos –tanto por el ser humano como por el animal, y su uso en agricultura- forman parte de los medios para combatir esta amenaza, recuerda la OMS.
Según la interpretación del informe efectuada por el diario francés Le Monde, las bacterias resistentes a los antibióticos podrían matar a 10 millones de personas de aquí al año 2050, tantas como el cáncer según un grupo de expertos del Reino Unido, para quienes el fenómeno ya causa 700.000 decesos anuales, 50.000 de ellos en Europa y Estados Unidos; cifras estimadas a la baja según un informe presentado el 18 de septiembre por el Ministerio de Sanidad francés.

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Comienza la escasez de antibióticos en el mundo

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