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Agosto 11, 2019 17:11 hrs.

Ángel Soriano › diarioalmomento.com

Política ›


De divisas, aranceles, comercial o migratoria, la guerra contra Estados Unidos es una realidad y no porque prevalezca en nuestro país un espíritu bélico o se pretenda romper la buena relación bilateral de los últimos tiempos, sino porque las presiones internacionales así son: son propiciadas por las potencias en defensa de sus intereses o a consecuencia de la situación de atraso de otras naciones.
La pugna china-estadunidense iniciada primero por el alza en los aranceles a las exportaciones de la potencia asiática a la Unión Americana sufrieron un incremento ante lo cual reaccionó la nación afectada que, como respuesta, utilizó su moneda como factor de presión internacional causando un desequilibrio económico de grandes consecuencias, demostrando que cuenta con otros recursos para que prevalezcan sus intereses.
En cuanto a la presión migratoria, el tema es mundial. No sólo los ciudadanos del mundo tienen derecho a migrar de una nación a otra en busca de mejores condiciones de vida, sino que los países receptores ven afectada sus condiciones de vida actuales por la presencia de extranjeros que, con sus culturas y sus costumbres, afectan el desarrollo normal de su vida, de su ritmo de trabajo y actividad, y de la ocupación de su territorio y de sus servicios.
La violación sistemática de los derechos humanos y laborales de las personas que van de un lado a otro, de la persecución y los atropellos que son víctimas, ha causado malestar en el mundo civilizado y reclamado el no uso de la fuerza contra familias enteras que huyen del terror y de la miseria de sus naciones de origen; las medidas en contra de ellos son medidas también en contra de los países expulsores de las corrientes migratorias.
En todos estos factores que inciden en la vida de los pueblos del mundo, México tiene que ver con ellos: es receptor y expulsor de mano de obra, de mercancías y de intercambios comerciales y de flujos de divisas por lo que, aunque exista la intención de mantenerse al margen de las pugnas internacionales, no es posible ante la presión mundial. Necesariamente esto altera las relaciones con otros países y la política asistencial, por ejemplo en Centroamérica, es a largo plazo para hacerla realidad.
Ciudadanos estadunidenses extremistas han atacado con suma violencia a los connacionales que viven legal o ilegalmente en la Unión Americana, lo que ha originado la protesta generalizada del mundo civilizado, pues esto es alentado por el discurso racista y de odio de las mismas autoridades que han polarizado a la sociedad estadunidenses con las consecuencias que están a la vista. El gobierno mexicano ha recurrido a la vía legal y diplomática para defender los derechos de los connacionales, pero los resultados o las soluciones de fondo son otros.
Ante esta situación, el gobierno de la IV transformación procede con cautela a efecto de proteger los intereses de los productores y empresarios mexicanos que exportan sus productos tanto a la Unión Americana como a otros países, esperándose buenos resultados, aunque por las dimensiones de la lucha en todos los terrenos esto será a largo plazo. Y más cuando en los Estados Unidos está en plena lucha electoral donde cualquier bandera es buena, para ofrecer resultados satisfactorios en favor o en contra de los intereses propios o del extranjero. Confiamos en que nuestro país saldrá bien librado de esta nueva embestida internacional.
asorianocarrasco@yahoo.com
www.revistabrecha.com
@BrechaRevista

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Con EU: la guerra que viene

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