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Mayo 21, 2019 10:02 hrs.

José García Sánchez › diarioalmomento.com

Política ›


Como sucede con otros gremios que consideran que la ilegalidad al repetirse mil veces se convierte en legalidad, el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales, Francisco Cervantes Díaz, afirmó que terminar con las condonaciones de impuestos podría ponerle freno al desarrollo económico del país.

Esto sólo puede indignar más a quienes no han perdido la capacidad de asombro ante los excesos que en muchos casos se convirtieron en ley y, en otros, estuvieron a punto de serlo.

Se trata de una decisión que los mexicanos, designios de serlo, aplauden. Y con esta decisión la cohesión de los mexicanos no sólo se muestra en la sociedad sino en otras organizaciones, que, a pesar de su distancia y diferencias sustanciales, se suman a un decreto que es valiente y exige de precisamente de la unidad de la población.

Ante este proceso en el que a todas luces terminan una injusticia el Partido Redes Sociales Progresistas lo dice bien claro: con esta decisión se impide que se condonen impuestos a quienes más impuestos deben pagar. En realidad, se trataba de un subsidio que otorgan los contribuyentes cautivos, desde un burócrata hasta un pequeño empresario para sostener el emporio de quienes más tienen y que creaban verdaderas oligarquías como hace dos siglos.

Quienes se dijeron modernos y a la vanguardia en su momento mostraron, con los hechos, que su corazón y sus intereses estaban en la edad media. Fortalecían los feudos y tenían en sus amigos, los señores feudales, unos cómplices.

Así la pobreza se fue incrementando a causa de estas diferencias sociales cada vez más profundas. Es así que nadie los extraña y lejos de desgastar la imagen del nuevo régimen se fortalece con los apoyos públicos de otros partidos, que sin resentimientos ni resquemores, luchan por tener un lugar digno en la política mexicana.

La tradición mexicana de los impuestos perdonados a los que más tienen se rompió y esto debe celebrarse. Así como debe celebrarse la llegada de partidos sin rencores, libres de poder coincidir con el partido en el poder sin perder su independencia y de disentir sin enfrentamientos viscerales. La llegada de partidos nuevos, que seguramente irán desplazando a los nostálgicos del Renacimiento, dará nueva vida a la política y fortalecerán la democracia.

En México hace falta una oposición limpia de esa basura que confunden los viejos partidos que intentan interpretar la realidad del presente con una percepción del pasado. No se han dado cuenta que el cambio se nota en todos los lugares del país. Todo cambia menos quienes tuvieron en el pasado su mejor momento y en este paquete de nostálgicos van los millonarios que no pagaban impuestos y vivían a expensas de los mexicanos trabajadores.

La oportuna declaración de esta nueva organización que pronto se convertirá en partido, muestra que el futuro está destinado a otras formas de apreciar la realidad, porque para transformar esa realidad hay que conocerla y durante mucho tiempo los políticos y los oligarcas se desentendieron de una verdad que hería seriamente la dignidad de las mayorías y creaba una división entre los mexicanos que de seguir hubiera terminado con una polarización social my trágica.

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Condonación de impuestos

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