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Agosto 06, 2018 16:26 hrs.
Carlos Ravelo Galindo › diarioalmomento.com
Entretenimiento ›
Este cuento por supuesto que no es de la política. Y con ganas de reír. Es breve y fino: Una monja y un sacerdote viajaban por el desierto y se dieron cuenta a medio camino que el camello que usaban como transporte estaba a punto de morir. Instalaron un campamento improvisado, en espera que alguien viniera a su rescate, pero fue en vano. Pronto el camello murió. Tras varios días sin ver a nadie, se dieron cuenta de que no iban a ser rescatados. Oraron mucho (por supuesto), y discutieron su situación en gran profundidad. Finalmente, el sacerdote le dijo a la monja: "sabes, hermana, estoy a punto de morir, y siempre he deseado algo bastante terrenal: ver desnuda a una mujer. ¿Te importaría quitarte la ropa? ¿Puedo mirarte?" La monja pensó en su petición durante varios segundos y ya que iban a morir, no le importó quitarse la ropa. Mientras lo hacía, ella comentó: "bueno, padre, ahora que lo pienso, nunca he visto a un hombre desnudo tampoco. ¿Te importaría quitarte la ropa también?" El sacerdote también se desnudó. De repente, la monja exclamó: "¡Padre! ¿Qué es esa pequeña cosa que cuelga entre tus piernas?" El sacerdote respondió pacientemente: "Eso, hija mía, es un regalo de Dios. Si la pongo dentro ti, crea una nueva vida". "Bien", respondió la monja, "olvídate de mí.
¡Métela en el camello!"
craveloygalindo@gmail.com
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