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Marzo 18, 2019 12:59 hrs.

Carlos Ravelo Galindo › diarioalmomento.com

Entretenimiento ›


’Que viva la revolución femenina dentro de la Revolución socialista’, gritó Fidel Castro Ruz, en su época.
Y si tocamos el tema femenino consideramos oportuno añadir la reflexión breve a ’Hombres Necios’ de Sor Juana Inés de la Cruz, que en l961, escribió el poeta José Antonio Aspiros Villagómez.
Nos advierte:
’Trabajo "poético" oculto durante lustros y sexenios (insisto: por malo), te adjunto algo que hice cuando era un ente de 17 años: un "poema" que ni tantito me gusta, sobre todo por su rara métrica, ninguna rima y expresiones mal elegidas, y de cuyo mensaje tampoco recuerdo sus motivos.
’Tal vez lo hice porque Asbaje culpa de manera generalizada a los hombres, sin mencionar que muchas mujeres no son tan inocentes en los terrenos que ella aborda.
’Habría que conocer el contexto histórico-social de aquellos tiempos para entender su supuesta fobia a los hombres que ella llama necios.
’Tuve que capturarlo ahorita -y tal cual- porque aún estaba en papel, tecleado con mi vieja Remington 12. Aquí va y no te rías (gracias):
A Juana de Asbaje y R. de c.
Tú que buscas escudo en los Sonetos
de una musa,
¿has pensado en los errores de la excusa
Sor juanesca?
’Hombres necios que acusáis…’.
¡Cuánta injuria!
¡Abríos tierra ante blasfemias tales
y ahogadlas!
Juana divina de infeliz memoria
¡Descanse tu mente!
’Viviendo engañas y muriendo enseñas’,
tú también.
(1961)

Y el 9 de diciembre de 1966 Fidel Castro Ruz explicó por qué la mujer cubana apoyaba tan decididamente a la revolución en la isla.
Su texto proporcionado por la licenciada Indira Poviones Fernández es el siguiente, integro:
’Le dije a un compañero que este fenómeno de las mujeres en la Revolución era una revolución dentro de otra revolución.
Si nos preguntaran cuáles son las cosas que más nos han enseñado
es la lección que nos están dando las mujeres (...).
Ocurre, en realidad, que esa fuerza potencial es superior a la que los más optimistas de nosotros habríamos podido ver jamás.
Y por eso decíamos que tal vez en el fondo, inconscientemente, inconscientemente había algo de prejuicio o había algo de subestimación.
Si las mujeres creen que su situación dentro de la sociedad es una situación óptima, si las mujeres creen que la función revolucionaria, su función revolucionaria dentro de la sociedad se ha cumplido, estarían cometiendo un error.
A nosotros nos parece que las mujeres tienen todavía que luchar mucho, que las mujeres tienen que esforzarse mucho para llegar a alcanzar el lugar que realmente deben ocupar (…).
Si las mujeres en nuestro país eran doblemente explotadas, eran doblemente humilladas, eso significa sencillamente que en una revolución social las mujeres deben ser doblemente revolucionarias.
Y esto tal vez explica, por qué la mujer cubana apoya tan decididamente a la Revolución, tan entusiastamente a la Revolución, tan firmemente a la Revolución, tan fielmente a la Revolución.
Sencillamente por eso, porque es una revolución que significa para la mujer dos revoluciones, que significa para la mujer una doble liberación:
El rescate de la mujer de los sectores humildes del país, de los sectores explotados del país; y la mujer –además– discriminada no ya como trabajadora, sino discriminada como mujer dentro de esa misma sociedad explotadora.
Es por eso que la actitud de la mujer en nuestro país, responde a esa realidad, responde a lo que la Revolución ha significado para la mujer.
Solo me resta decir con todas las fuerzas: ¡Que vivan las mujeres cubanas! ¡Que viva el espíritu revolucionario, la disciplina, la devoción de las mujeres cubanas!
¡Que viva la revolución femenina dentro de la Revolución socialista!
Epílogo que pusimos como prólogo.
craveloygalindo@gmail.com

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