Cultura patriarcal frena reforma de DH a favor de las mujeres

La reforma constitucional de derechos humanos de 2011, está limitada por una cultura patriarcal, misógina y machista que persiste en la sociedad mexicana, de manera particular en los operadores del sistema de procuración y administración de justicia, manifestó Pablo Navarrete Gutiérrez, coordinador de Asuntos Jurídicos del Instituto Nacional de las Mujeres.
 
Durante la inauguración del Foro sobre la implementación de la reforma constitucional de derechos humanos de 2011, en favor de las mujeres, en La Paz, Baja California Sur, el funcionario federal advirtió que el sistema jurídico nacional mantiene la tradición de derecho romano, que ha permeado de manera negativa en la consecución de los derechos humanos de las mujeres.
 
Señaló que a casi tres años de que se publicó la reforma constitucional de derechos humanos es preocupante ver que existen muchos riesgos reales de que no se llegue a aplicar cabalmente.
 
Detalló que está latente una contra reforma legislativa y judicial, donde las juezas y los jueces no aplican las disposiciones del nuevo marco constitucional, a pesar de que éste es el cambio más importante que ha sufrido la Constitución desde su propia entrada en vigor en 1917.
 
“No obstante nos angustia la contrarreforma académica, que a diario se da en las aulas, porque se observa que las universidades, de manera particular las Facultades de Derecho siguen formando al alumnado bajo el concepto tradicional de garantías individuales, incluso contraponiéndolo con el concepto de Derechos Humanos”, subrayó.
 
El coordinador de Asuntos Jurídicos del INMUJERES lamentó que lejos de una formación innovadora de derechos humanos, las Facultades de Derecho de las distintas universidades del país se mantienen ancladas en conceptos tradicionales de derecho que no han contribuido a un cambio en la dinámica social, política y cultural a favor de los derechos de las mujeres y los hombres.