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Agosto 11, 2019 19:22 hrs.

Mario A Medina › Informativo Nacional

Política ›


’O nos refundamos o nos refundimos; lo cambiamos ahora o nunca’, advirtió Ivonne Ortega, uno de los tres aspirantes a presidir el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Este domingo la militancia -se sueña-, acudirá a votar por primera vez para elegir a su dirigente nacional. Tres son los candidatos opositores, la propia Ivonne Ortega, Alejando Moreno Cárdenas y Lorena Piñón, pero más que enfrentarse entre ellos, habrán de desafiar a la credibilidad perdida, a la corrupción y a la división que impera en el tricolor.

Bien dice René Delgado en una de sus colaboraciones en Reforma, ’hoy, el Revolucionario Institucional no ampara, cobija ni impulsa al conjunto de su militancia, sólo a la nueva cúpula nativa o adoptiva del grupo Atlacomulco, (…). La cúpula no suma, resta o transa. Y, sin importar el modo, exige asegurar el voto duro y tentar al blando’.

En el segundo y último debate entre los tres candidatos, quiero suponer, para vergüenza de ellos, el tema fue correr a los corruptos. Esta, tristemente, ha sido la historia del partido fundado por Plutarco Elías Calles.

La del PRI ha sido la historia de centenas de personajes que han tenido cargos importantes en la administración pública, de la que se han aprovechado para enriquecerse no sólo ellos sino para dejar herencias millonarias para sus descendentes; personajes que se presentan como ’honorables’, a los que llamaban ’Don’ en tono de respeto.

Ahí está el presidente Miguel Alemán Valdés que se aprovechó de sus cargos desde que fue gobernador de Veracruz. El negocio inmobiliario le permitió enriquecerse; el heredero, su hijo, ’miguelito’ Alemán Velasco, y así las generaciones siguientes: Miguel Alemán Magnani, uno de los dueños de Interjet.

La historia de quienes han militado en el PRI en cargos públicos es muy parecida. ’Enriquecimiento inexplicable’ se decía antes. Cuando llegaban a ser investigados por actos de corrupción, complicidad con la mafia, desvío de recursos, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito, simplemente se simulaba. Unos cuantos ha sido capturados y juzgados, si acaso, otros se encuentran prófugos. La Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI, si supo oficialmente de sus fechorías, fingía demencia.

Si de la casa blanca de Enrique Peña Nieto supimos gracias a una investigación periodística, de las muchas otras ’casas blancas’ no sólo de los presidentes de la República, sino de un montón de funcionarios de todos los niveles, nuca los mexicanos nos enteramos. Se hicieron propietarios casas, ranchos, empresas, fortunas, hicieron negocios robando al erario, adueñándose de propiedades del Estado y siguieron siendo ’hombres honorables’.

Tal vez en estos 90 años de vida del PRI, la imagen más significativa de esta historia de ladrones es en la que aparece el entonces presidente Enrique Peña Nieto junto con 22 gobernadores en 2012, en la que al menos, la mitad, por fortuna, están presos, prófugos o bajo proceso judicial, pero esto, gracias a la precisión social, muchos otros siguen siendo señalados por desvío de recursos públicos. Esta es conocida como ’la generación podrida’: una lista larga de políticos, amigos, el orgullo de Peña. Sus decendencias tienen asegurados su futuro.

Pero no sólo la historia del priísmo nos habla de sus fechorías, también de sus decisiones para golpear el bolsillo de la población. El 17 de marzo de 1995, el coordinador parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, Humberto Roque Villanueva se hizo famoso por la llamada ’Roqueseñal’ que quedó congelada en una fotografía donde se le ve celebrar el aumento del 50 por ciento al Impuesto al Valor Agregado (IVA) que aprobaron los diputados tricolores.

La sangre manchó muchas veces el logotipo priísta. Si bien los muertos ’más famosos’, recientemente, han sido Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, en el pasado Obregón y Calles mandaron matar a Manlio Fabio Altamirano para favorecer a Miguel Alemán Valdés. La lista es larga.

¿Como ya señalaba antes, ’quién puede creer que el PRI va a cambiar, que entrará a una nueva etapa del pensamiento revolucionario, que actualice las ideas liberales de Madero, Carranza, Calles, Cárdenas y Colosio, para que hoy y en el futuro siga teniendo vigencia’?
Este domingo se pelean al PRI los mismos que lo echaron a perder. Nadie cree en ellos, todo mundo los identifica como una mafia o muchas mafias, la del Grupo Hidalgo o la del Grupo Atlacomulco; cuando negocian se convierten en la ’Nomenklatura’: ’Todos para uno y uno para todos’. Así operaron.

Ya lo comentaba, como en la ’fábula de la rana y el escorpión’, por más que prometan cambiar, su naturaleza se impone, pero esta vez, tal vez, podríamos estar ante los funerales del priísmo. Ya en las redes sociales, los usuarios lo han sentenciado: ’El PRI debe desaparecer’.

Que no les cuenten…
Qué pasará este domingo cuando se cierren las casillas, ¿se acusarán de mapaches?, ¿de fraude electoral?, ¿de acarreos?, ¿de robo de urnas?, ¿habrá balazos?, ¿la militancia no irá a votar?, ¿lo dejará morir por el bien de México? Su suerte hoy se juega.
*Periodista.

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Desde el Senado La negra historia del PRI hoy está juego

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