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Mayo 22, 2017 01:16 hrs.

Lilia Cisneros Luján › diarioalmomento.com

Periodismo ›


Una Colorada (vale más que cien descoloridas)
Justo hoy, con la suscripción de 196 países, el mundo reflexiona acerca del contenido del convenio sobre la diversidad biológica y los riesgos de una rápida disminución de esta variedad, básicamente por la acción humana[1]. ¿Cómo detener la extinción de especies endémicas como la vaquita marina? ¿Qué impacto tendrá para las futuras generaciones, el que en la inconsciencia humana no solo se perfora el fondo marino para extraer petróleo, sino ahora se pretende realizar minería justamente en el lecho de los mares? El objetivo del desarrollo número 15, contiene entre otros propósitos internacionales, detener esta pérdida así como promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y de agua. Hace tres décadas use el privilegio de hablar ante diversas ONG en la ONU, para advertir acerca de la pérdida de selvas y bosques en México ¿Seguimos siendo el primer país mundial en riqueza de reptiles? ¿Nos mantenemos en el segundo por lo que toca a mamíferos y, como podemos asegurar que no hemos perdido el cuarto lugar en anfibios[2] y plantas?
En el 2008, a la par de China, India, Colombia y Perú México –con el 12% de la diversidad terrestre- era uno de los cinco países ’mega diversos’, con humedales como el de Cuatro Ciénegas y manglares en las costas ¿Cuántos de estos han desaparecido para dar paso a construcciones hoteleras y negocios turísticos disfrazados de ecológicos?
Esta diversidad es el resultado de la compleja topografía y geología, y de los diversos climas y microclimas que se encuentran en todo el territorio y a pesar de la acción humana seguimos contando con cerca de 1,500 especies de plantas endémicas y más del 60% de los mamíferos que solo aquí existen.
Instituciones como CONABIO, nos informan acerca del posible destino de una diversidad -actualmente se calcula entre siete y 20 millones de especies diferentes, que puede llegar a ser hasta los 80 millones- viviendo en comunidades biológicas mundiales, sin que la totalidad haya sido clasificada. ¿Cómo sabrán nuestros hijos, nietos y bisnietos, que especies - bacterias, artrópodos, hongos y nemátodos- habitaban el planeta antes de los robots? En la diversidad –genética, de especies y de ecosistemas- está la supervivencia incluso de la raza humana. ¿Qué tanto tiene que ver esta destrucción con la aparición de enfermadas extrañas y la proliferación de otras como el cáncer? ¿Qué relación hay entre la inutilidad de los antibióticos y la mutación de especies que hemos despreciado?
En la comedia del absurdo que diariamente protagonizan algunos congéneres, se trata a los animales domésticos como ’parte de la familia’, se señala como criminales a quienes culturalmente mantienen vivencias como la del minotauro, el circo, los zoológicos urbanos, convirtiendo casi en guerra internacional su obtusas visiones, que sin darse cuenta afectan también la diversidad cultural.[3]
Mutar la riqueza viviente en sistemas empobrecidos que temporalmente produce riqueza económica, es otro de los errores imperdonables de sistemas capitalistas que han colocado en la cima de los valores al dinero. Reservar partes del planeta para la subsistencia de privilegiados en el mundo feliz –con todo y su visión futura del Elisium- perturbar el funcionamiento fisiológico de algunas especies que pueden revelarse –como en el planeta de los simios- o simplemente morir, es quizá el mayor delito de este siglo.
Alimentos, maderas, materias primas, energía, sustancias químicas, medicamentos son la base, de fortunas multimillonarias ¿tiene ese 1% de la humanidad, alguna preocupación por la disminución y posible total extinción de la mega diversidad que nosotros disfrutamos en la década de los 80? ¿Ocupará este tema algún interés en la renegociación del TLCAN? En nuestros casi dos millones de kilómetros cuadrados ubicados entre las regiones Neártica y Neotropical con variables climáticas desde el seco hasta el húmedo, con temperaturas frías y cálidas, México todavía alberga casi el 12% de plantas y animales del planeta, pero más de la mitad este en peligro de extinción ¿Bastará con que una empresa de seguros patrocine información acerca de los riesgos con la mariposa monarca, los gansos, los osos, o el borrego cimarrón? ¿Qué han hecho los responsables de las políticas públicas frente a las agresiones a las colonias de abejas[4] por químicos que también afectan a las iguanas, nauyacas, osos hormigueros y tapir? ¿Se ha disminuido el tráfico de especies como las guacamayas, monos aulladores y araña, colibríes, armadillos y una rica gama de cactáceas? Esponjas, medusas, pepinos de mar, erizos, camarones y toda una escala de vida que depende de los arrecifes coralinos del Caribe, mueren o de plano están mutando a cosas feas.
Sí es motivo de orgullo nuestra diversidad biológica, Sí es casi inconmensurable la riqueza de especies que eso implica; pero también es cierto que en mucho depende de nosotros que esto se perpetúe Celebremos este día en primer lugar informándonos y luego iniciando pequeñas acciones que pueden devenir en grandes resultados, desde evitar basura en las calles, asumir la total responsabilidad de tener una mascota, no contaminar el ambiente con grafitos que emiten vapores y sustancias que nos mantienen en contingencia permanece.

[1] La Asamblea General de la ONU proclamó el 22 de mayo, Día Internacional de la Diversidad Biológica -resolución 55/2001de diciembre del 2000- coincidiendo con el día de la aprobación del texto,
[2] Autoridades van y vienen en Xochimilco y el ajolote muere, las chinampas son basurero y las aguas de los canales se convirtieron en ductos de porquería.
[3] Recuerdo a varios reporteros de la fuente cuando tuve el privilegio de servir en la UNAM -en su función de comunicación- preguntando con quien podían tener datos acerca de la ’mutación de una rata gigante’ que habían atrapado. ¡era un simple tlacuache muy asustado!
[4] En México se conocen 1,589 especies de abejas, 328 de libélulas, más de 1,500 de mariposas diurnas y muchas más nocturnas, y superan las 12 mil de escarabajos o las 1,600 de arañas,

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Día de la diversidad biológica

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