Días de Feria, sabor y tradición se avecinan en Texcoco

De cuando asistí a la Primera Feria del Caballo en Texcoco me llamó la atención esa mezcla de colores, olores y sabores que se entremezclaban durante el imprescindible recorrido que hice, en compañía de quien al paso del tiempo se convertiría en mi alto mando querencial.

Se ubicaba en terrenos rumbo al lienzo charro de la localidad, en esa ruta que enfila a San Felipe y que era el camino para conectarse a la entonces carretera que cruzaba el Lago de Texcoco, de uso restringido.

Por supuesto, no había en sí un recinto ferial. El Palenque era un sitio improvisado. Lo impactante era la multitud que se daba cita y la variedad de puestos de comida.

Era un mediodía caluroso. Era la víspera de la Semana Santa. Dios había dictaminado que fuese exento de nubes y de primoroso azul no me olvides la bóveda celeste. Tenía la garganta seca y un sudor generalizado, creciente.

En esa incursión a la Feria del Caballo probé mi primera cerveza en lata. Era una Modelo especial y me encantó al beberla con alternadas chupadas de limón con sal. Comí barbacoa y la consabida guarnición de nopales y salsa guacamole.

No fui a las peleas de gallos. Había música viva durante el recorrido por el Teatro del Pueblo y en ocasión de varias actividades hípicas.

Era la génesis de lo que a la vuelta de los años se convertiría en la Feria Internacional del Caballo, donde tienen cabida ofrecimientos tales como: exposición agrícola, ganadera, industrial, comercial y artesanal, con charreadas, actividades ecuestres, palenque, corridas de toros, presentaciones artísticas y culturales de primer orden. Y como siempre la suculenta gastronomía de la región al paso.

Cambió de sede en varias ocasiones hasta ubicarse, en definitiva, en el actual recinto ferial.

Hubo algunos años en que el gobernador en turno hacía la inauguración del evento.

Es lamentable que este 2014 Eruviel Ávila Villegas no vendrá a Texcoco al inicio de actividades de La Feria del Caballo. Lo único que ha validado es que se cuenta con los protocolos y los esquemas que requiere la normatividad del caso en materia de Seguridad y Protección Civil.

Haré de nuevo, sin embargo, ese recorrido por la Feria del Caballo donde se combinan los colores, sabores y olores, en compañía de mi alto mando, en un justo acto de nostalgia compartida.