El dolor de un pésimo servicio del IMSS

SR. DIRECTOR
PRESENTE

7:45 am - Te lastimas el pie dos calles antes de llegar a tu trabajo.
8:00 a 10:30 am - Piensas que se te va a pasar el dolor (aunque realmente va en aumento) y tratas de dar tus clases lo más normal posible, para no alterar el equilibrio mental de tu jefa y no preocupar a tu pobre marido.
10:40 - Ya viste que la cosa va de mal en peor, y le pides a tu esposo que vaya a recogerte, por que en breve no podrás dar paso.
Vas a avisarle a tu jefa y caes en cuenta de que no has hecho tu trámite de alta en el seguro social (ahora si ya llegamos al meollo del asunto); y que no tienes opción, pues si no te atiendes ahí, te descontarán cada minuto de ausencia laboral.
12:00 pm - Llegas a la clínica que te dijeron te correspondía, y te dicen que no, que ahí no es.
1:00 pm - Pausa a todo el show, porque Diego sale de la escuela, y hay que ir a recogerlo.
2:00 pm - Llegas a la clínica (la buena ahora sí), y tardas poco más de una hora en todos los trámites de alta. Te dicen que finalmente pases a tu consultorio asignado para ser atendida por tu médico familiar. Subes al tercer piso, para encontrarte con el primer retén (o sea la secretaria), quién te dice que ahí no te van a atender, que si te lastimaste el pie tienes que ir al área de urgencias del hospital de traumatología, que es en oootro lado.
3:15 pm - Llegas a traumatología, haces al menos 4 filas DE PIE (la del registro, la de los signos vitales, la de primer contacto, la de los rayos x...etc, etc.), así por más de hora y media.
4:30 pm - Ahora esperas (no en fila, en montón), a que finalmente un médico te revise dentro de un consultorio.

Han pasado casi NUEVE HORAS de que me lastimé, y aún no sé qué tengo ni qué tomarme para disminuir el dolor. Y dicen los que llevan más tiempo aquí, que al menos tendré que esperar dos horas más para que me atiendan, o sea que aún falta lo mejor!!!

Tenía mucho tiempo que no me enfrentaba al seguro social, pero llevo al menos las últimas tres horas pensando en el derecho de los mexicanos a enfermarse, lastimarse, embarazarse... ¿realmente tenemos derecho a estas cosas?... definitivamente no. Embarazarte, lastimarte o enfermarte en este país no es un derecho, es un acto de osadía, de resistencia, de dolor, de indignación... y lo más triste de todo es que esta situación nunca va a cambiar.