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Noviembre 21, 2018 21:41 hrs.

José García Sánchez › diarioalmomento.com

Política ›


Cuando el PRD empezó a tener presencia en las cámaras la mejor opción que encontraron fue la de radicalizarse, levantar la voz, sacar pancartas, violentar las sesiones, sabotear al orador. Tenían la necesidad de hacerse notar. Eran nuevos en las lides legislativas.


Ahora el PAN hace lo mismo ante el número reducido de legisladores en ambas cámaras. Dicha conducta perredista fue criticada por aquellos panistas de antaño, algo se contagia de las coaliciones. Gritan, amenazan y subrayan, a grito abierto que son la única y verdadera oposición. Nadie lo niega, tampoco puede negarse que está muy disminuida.


La derecha es la misma en todos los países, renuente a los cambios, pero sin propuestas nuevas. Prefieren repetir lo vivido antes que arriesgarse a tener una nueva experiencia junto con todo el país.


El PAN está menguado y sigue adelgazando su militancia. Hasta antes de la salida de Felipe Calderón eran 288 mil militantes en el país. Ahora habrá que restarles 60 porque éstos se fueron a fortalecer el intento de partido político que inventó Margarita Zavala y en el que se montó Felipe Calderón.


No son pocos ni menos importantes quienes se salieron del PAN hacia el partido Libertad, entre los desertores figuran Fausto Barajas, ex secretario Técnico del Gabinete de Infraestructura y Turismo del ex presidente Felipe Calderón y ex coordinador de la campaña presidencial de Margarita Zavala; Jorge Camacho, ex vocero de Zavala; Miguel Ángel Toscano, ex diputado federal; Patricia Espinosa, secretaria de Relaciones Exteriores; Allan Nahum, funcionario en el sexenio de Fox.



Las condiciones son lamentables para el PAN y más aún para el imberbe Marko Cortés, cuya única propuesta conocida es el de ser enemigo a muerte de Andrés Manuel López obrador.


Así, es evidente que para algunos tiene más esperanzas de sobresalir el partido de Calderón que el PAN que quiere encender fuego de las cenizas. De ahí que intente hacer el mayor ruido posible en las cámaras, el pretexto es lo de menos.

El PAN cumpliría en septiembre del próximo año sus 80. Se ve mayorcito.


En el Senado tienen una división que puede hacer que uno que otro de los implicados cambie de color su curul. Ante la renuncia de Demián Zepeda, una de sus vergüenzas, como coordinador de la fracción parlamentaria panista, Marko Cortés quiere colocar a alguien que puede no sólo traicionarlo sino devorarlo: Rafael Moreno Valle, allá él. Pero también surge entre la militancia la posibilidad de que dicha coordinación esté en manos de la siempre relegada Josefina Vázquez Mota, quien ya se merece un lugar en el espacio político.



Algunos de los candidatos del Frente, donde estuvieron aliados PAN y PRD, que ganaron las elecciones prefieren tratar con Morena, y no sólo eso también seguir sus lineamientos. El ejemplo del ex futbolista Manuel Negrete es sólo un ejemplo de casos similares, quien declaró públicamente que comparte las ideas de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, de Morena.


En este esquema hay varios puestos de elección popular con candidatos triunfadores del Frente, quienes son del PAN, pero tampoco siguen sus lineamientos.


Probablemente el PAN no llegue a los 80, en el intento por rejuvenecerlo no resistió las sacudidas, desbandadas y emociones fuertes. Pero mientras los estertores también se escuchan y es necesario gritar para hacerse notar aunque el pretexto que usan muestre su propia inoperancia.

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El grito del PAN

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