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Marzo 24, 2014 09:53 hrs.

Sócrates A. Campos Lemus › diarioalmomento.com

Política ›


No se piense que son bromas, los mexicanos jugamos con las tragedias, pretendemos reírnos para no llorar y tratamos de ocultar la tragedia misma para que los demás no se burlen de nosotros o de las familias que las pasan mal hoy en día. Esa evasión es lo que oculta la realidad que no vemos o que ocultamos, y cuando no la vemos, ni la reconocemos, somos incapaces de modificar y cambiar, Regina Reyes Heroles, en una conferencia que dictó sobre: “Toma el control de tus finanzas”, declaraba que: “Al menos 51 por ciento de los mexicanos tienen problemas financieros para llegar a terminar la quincena y solamente tres de cada 10 planean sus gastos”…. Y bueno, son datos duros, lo que yo me pregunto es, por qué razón pretenden culparnos a los que no podemos terminar nuestra quincena, alegando que no sabemos planear nuestros gastos, lo que sucede es que cuando andamos con la “madre en rastras”, cuando el infeliciaje es parte de lo nuestro cualquier gasto nuevo tiene que desequilibrar los recursos de cualquier familia. Un aumento de precios, un aumento de pasajes, la renta, la luz, el agua, la comida, los medicamentos, en fin… solamente planean los gastos los que tienen de sobra y saben cómo van a invertir o a ahorrar, los jodidos viven al día por si no lo saben los nuevos genios de las finanzas y académicos de la universidad. No es que para dejar de estar jodidos hay que dejar de comprar sin pensar, simplemente, se compra lo que se necesita al día, no, los jodidos y miembros del infeliciaje nacional no son “compradores compulsivos”, somos jodidos y la jodidez no da chance de comprar lo que se nos pega la gana. Así que creo que los enfoques son diferentes, uno, es el enfoque de los genios financieros que buscan culpar de la jodidez a los ciudadanos y los otro,s que sabemos que la jodidez es culpa de los explotadores, políticos, empresarios y perversos educadores que no tienen ni la más puta idea de lo que es la miseria….
HAY, PARA JODERLA, MIREN LO QUE ACONSEJA: “El primer paso es tener conciencia que nos estamos endeudando, cómo estamos gastando. Cuando uno empieza a conocer cuáles son estos formatos o estas estrategias de gastos que no son positivas, empezamos a tener cierto control… la importancia de tener un plan de gasto, registrar ingresos y egresos, contabilizar hasta las propinas y golosinas que adquirimos, y pensar dos veces antes de comprar si realmente es necesario y si lo podemos pagar, o, en su caso, fijar metas de ahorro, tal posibles como la fiesta de XV años que se da incluso en los estratos más bajos”… y bueno, pues sí chulis, no tienen la menor idea de lo que significa la miseria ni la jodidez, esas educadoras e investigadoras van bien porque primero son niñas de papi y tienen de sobra dinero y pueden pensar dos veces antes de compra, pero cuando tienes que pagar la renta, pagar los pasajes, los alimentos y los cosas que comúnmente los jodidos comemos o usamos y apenas nos alcanza lo que ganamos cuando lo ganamos y no estamos despedidos o en la “banca” o en la pobreza, pues no hay tiempo ni para pensar en qué pinche tortilla nos sale más barata o que tenemos que ahorrar para la fiesta de la niña si es que llega a los quince años y no se la llevan las bandas de tratantes o entra de lleno con los drogadictos de la zona, en fin, hablar por hablar para dar este tipo de pinches conferencias a lo mejor es bueno para los niños popis, para los que tienen dinero de sobra y son compradores compulsivos pero para los jodidos hablar de que no tienen la previsión de comprar un seguro de vida o de gastos médicos son pinches jaladas de “maestros” que no saben lo que sucede en la realidad en este país donde la inmensa mayoría de los mexicanos somos los jodidos y no esos apellidos ilustres que se la pasan a toda madre viviendo de los puestos y presupuestos para decirnos y aconsejarnos jaladas… esa es la realidad.
Están como en el cuento aquel donde un amigo le recomendó a otro que comprobara si su mujer estaba sorda y le indicó que le preguntara a los diez metros algo , si no le contestaba que se acercara a los cinco y si no a un metro. Así lo hizo el viejo: llegó y le preguntó a su señora a los diez metros: viejita qué hay para cenar?. No recibió respuesta, se acercó a los cinco y preguntó lo mismo y no escuchó respuesta y al acercarse al metro escuchó que la señora le contestó: te he dicho tres veces que hay enchilas, pues que estás sordo o andas pendejo?... y bueno, a lo mejor, los jodidos no sabemos nada de finanzas familiares ni de ahorros, pero sabemos del hambre y de la miserias y de que no hay trabajo y el que hay, está pinchemente pagado de tal forma que no alcanza uno a terminar la quincena…

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El infeliciaje no ahorra, gasta

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