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Mayo 17, 2018 21:46 hrs.

José García Sánchez › diarioalmomento.com

Política ›


La única esperanza de que el PRI gane una alcaldía en la ciudad de México se ubica en Cuajimalpa. Terreno minado para la democracia y campo de batalla de un grupo que tiene en sus manos no sólo la preferencia electoral de sus habitantes sino su propia movilidad.

El dominio de Adrián Ruvalcaba en Cuajimalpa llega a tal grado que la posibilidad de triunfo del PRI en esa demarcación sea contraria ala que anuncia toda encuesta. El temor se ha adueñado de esa parte de la ciudad de México, considerada la provincia de la capital.

La apacible y aparente tranquilidad de las calles en Cuajimalpa esconde un gran temor de los vecinos que están amenazados por Ruvalcaba, quien quiere tener todas consigo. para hacer de las suyas. Se habla incluso de su relación con el crimen organizado en esa parte de la ciudad que bien puede servir de puerta para el ejercicio de este delito.

Pero Ruvalcaba va más allá. Si ve que haya una manta apoyando al candidato de otro partido, simplemente manda a su gente, que son en realidad grupos de choque, y allanan la vivienda si es necesario para desprender la propaganda del contrincante y dejar sin efecto los anuncios que hablen de su competencia electoral.

Ruvalcaba está contento y satisfecho con el resultado de las encuestas que lo colocan como puntero, pero también debe saber que esa preferencia anunciada puede ser resultado del temor y a la hora de emitir el voto en la jornada electoral pudiera quedar en tercer lugar, ante la resistencia de la población por seguir teniendo esta presión permanente de su represivo actuar.

Cuando fue delegado hizo de las suyas y echó raíces en las áreas de mayor influencia social, marginó y castigo a la disidencia y se apoderó incluso de espacios que no le corresponden.

La competencia electoral que ahora guarda en Cuajimalpa es sana, sin embargo, el temor de la gente es tal que es posible que no salga a votar.

Se trata de la única alcaldía donde el PRI tiene ventaja desde ahora, en el resto de las alcaldías ocupa un tercer lugar. Esto brinca a la vista de los analistas y del resto de la población de la capital; sin embargo, el miedo explica esta sorpresiva e injustificada preferencia en Cuajimalpa, donde nunca ha dejado de gobernar, porque ante la disidencia o el rumor de que comete Ruvalcaba una anomalía manda a golpear gente, los amenaza, y se considera el rey de la región afirmando que a él los medios no le interesan, porque él sigue gobernando esa entidad y que cualquier tipo de restricción a su actuación quedará impune por siempre.

El simpe hecho de que en una población tan concientizada como la de Cuajimapa, donde viven catedráticos, investigadores, profesores y gente muy enterada de la realidad del país no puede tener al PRI como favorito en las encuestas con una ventaja de cuatro puntos sobre Morena, que tiene muchas simpatías directas y manifiestas en la localidad. Lo sorprendente es que la gente haya situado al candidato del Frente, Gonzalo Espina en el tercer lugar con ocho puntos debajo de Ruvalcaba que prepara su grupo de choque para ganar la alcaldía muy probablemente en complicidad con la cúpula priista en la Ciudad de México y en el país.

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