1

9,613 vistas

Septiembre 05, 2016 01:05 hrs.

Fernando Irala › diarioalmomento.com

Periodismo ›


En un ambiente enardecido en el que se ha entrampado el Presidente Peña Nieto y su gobierno, la visita de Donald Trump le generó el mayor alud de críticas del sexenio.
El repudio mexicano se lo ha ganado el candidato republicano a pulso, y por ello mismo la estupefacción generalizada se concentra en una pregunta primaria: ¿por qué invitarlo?
Las filtraciones oficiales fueron rápidamente difundidas por los medios, dándole la autoría de la sensacional idea al secretario de Hacienda, entre la oposición del de Gobernación y la marginación de la Cancillería.
La versión es tan descabellada que cuesta trabajo creerlo. Es probable que no haya sido así. Y como la verdad histórica tardará en salir a la luz, por lo pronto es posible construir al menos una hipótesis más creíble.
El método clásico detectivesco indica que para encontrar al responsable de un crimen hay que buscar al beneficiario. Aquí no se cometió un crimen, aunque los eternos linchadores del gobierno así lo sostengan. Pero sí ocurrió por lo visto un grave error, que es peor que un crimen, de acuerdo con la frase legendaria del sacerdote y político francés Talleyrand.
Quien necesitaba el encuentro, lo apresuró, lo disfrutó y lo utiliza ahora es el señor Trump. Es muy probable que él mismo haya pedido y urgido la entrevista, habida cuenta de que estamos a dos meses de las elecciones en Estados Unidos y el republicano no logra ponerse a la cabeza, por lo que busca recuperar potenciales votos perdidos entre los hispanos, entre otras comunidades que lo rechazan.
El gobierno de Peña Nieto visiblemente no ganaría nada con recibirlo, pero en el escenario imaginado lo venció el miedo. Negarle la entrada al vándalo era convertirlo en un enemigo más acérrimo de lo que ya es, y finalmente el riesgo de que gane la elección es real, pues si no lo fuera nadie se preocuparía por él ni por lo que haga.
Se optó por ceder y las consecuencias están a la vista, resumidas en el cáustico tuit de la señora Clinton, dirigido sin nombrarlo al Presidente Peña: dime con quién andas y te diré quién eres.

VER NOTA COMPLETA

El factor miedo

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.