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Septiembre 05, 2015 22:10 hrs.

Mario Andrés Campa Landeros › diarioalmomento.com

Cultura ›


La voz de Araceli Ordoñez Cordero retumba en el ambiente. Un encuentro poético inolvidable. Xochimilco se viste de gala con su palabra. Ella dice: “las letras”, sus letras. Venera su escritura y cada día evoluciona en su creatividad y pensamiento. Sueña con ser una gran escritora. Sin embargo, destaca como artista plástica. Además es poeta.
Platicamos con ella. Su sencillez nos impacta. La notamos un poco penosa y un poco nerviosa. Trabaja demasiado para lograr sus objetivos. Los tiene bien definidos y le saca la vuelta a cualquier obstáculo que se le presenta en el camino. Sus días están llenos de actividad. Su vida y pasión es el estudio.
Y cuenta:
Me levanto en el momento en que despierto; pueden ser las 3 ó cuatro de la mañana. A esa hora me pongo frente al lienzo. Comienzo a pintar hasta que termino un cuadro. Luego me pongo a escribir parte de una novela, hago mis tareas y si me da tiempo me pongo a escribir poesía. Hago a un lado lo que estoy realizando para preparar mis cosas y salir corriendo hacia la universidad. Llegó a casa alrededor de las 11.30 de la noche. Soy feliz., asegura.
Araceli Ordoñez como artista plástica ha expuesto en colectividad, en escuelas, museos y al aire libre, ha ilustrado libros de cuentos infantiles y poesía. Su primer libro publicado: “Más que mascotas amigos sinceros” con poemas y canciones, de la editorial Delfín.
Grabados han quedado sus poesías y relatos, en las revistas de literatura y humanidades: “Molino de Letras”. “Revarena poesía”, “Letralía”, “Errancia”, revista de psicoanálisis. Además de ser seleccionada para la antología en el concurso internacional, “La primavera la sangre altera”, por diversidad literaria.
Ha sido seleccionada en el concurso para la antología “Libélula nocturna”. Seleccionada para la antología “Basta, cien mujeres contra la violencia de género” de la Universidad Metropolitana.
Es colaboradora del periódico Cronopio y de diarioalmomento.com
La poeta explica que las palabras son universales. No van dirigidas a una sola persona. Están hechas para todos los lectores y son ellos los que deciden si llega o no a sus sentimientos. Sin embargo, las palabras reflejan esas partes ocultas de la vida. Como escritora nos da una muestra de su talento:
“...El sabor de un instante.
Duerme preciosa doncella, mientras la burocracia pasa por el balcón, canta coplas para los entendidos, mientras los amantes desnudan a la noche, mientras el reflejo se esconde en ese lago de pensamientos, en ese lago de sabores grises. Deja que las margaritas griten; me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, solo por rencor de las hojas blancas donde la tinta no acarició el clítoris de una mariposa; voló antes de la crisálida, se sumergió en el estoicismo de un cuento de hadas, recorre la venda mal tejida en la herida enmohecida, esa parca escultura de cariño fingido, duermen los calostros que no bebí de mi madre, mientras tú, emborrachado de sus brazos vomitas el candoroso viento que te llevó mi nombre. Añorada y sarcástica risa de payasos a la usanza del siglo xx, donde los bufones eran alimento de multitudes, donde los escupitajos no lanzados te atragantan, donde los zopilotes a la hora del almuerzo rondan el cadáver vivo.
¿Se puede estar vivo muriendo entre el hospicio de tus ojos?
Solo una manera hay de quemar la leña… con el olvido, dejando de lado su verdor, llorando hojarascas quebradizas, como éste día, donde la luna menguó por vergüenza, donde la danza de clamores rodeo el limbo esperando una empequeñecida alma deseosa de ser poseída y no olvidada; extendió sus voces cortando la mutación entre ardor y duda. Deja que pase la burocracia, se repetía entre sueños, deja que los bien paridos se adormezcan entre surcos desgastados, Se ha sembrado de todo y solo despojos de un eco ha quedado; perífrasis de niños a las seis de la tarde, entre metralletas y piedras blancas, entre sedantes usados para escribir su historia, esa que una madre escribió entre el éxtasis de un momento, ese que bastó para que te dejarás llevar por ésta sociedad, por esos gritos donde te sientes libre, por esos pasos que guían tu ignorancia, donde la maledicencia llena tu boca, la que no entiende un discurso, la que se confunde entre risas de contemporáneos que luchan a ciegas, ¿por qué no moldear la masa antes de cocerla? ¿Porqué trepar las letras muertas, porque callar dormidos, porqué esconderse entre el traje del rey, cuando en realidad no concebimos un idea?
El candado oxidado entre café de media noche
la sangre congelada
una cama
los clavos que sedientos exprimen la pared
orgasmos que van y vienen descalzos
solo avisan cuando ya son llantos
y ahora qué
la burocracia pasó
ya eres leña que no calentó/ que no tiznó/ que no se cortó del árbol/
ni siquiera creció cuando todo terminó…
Araceli es pasión. No lo sabe. Más bien no quiere que nadie se lo diga. Prefiere callar y seguir soñando y creando en su mundo de letras y palabras. El mundo que la rodea se ha hecho invisible ante sus pasos. Quiere ser escritora a toda costa. Pero es excelente pintora y poeta. Nadie lo niega ni lo duda.
Su poesía es fuerte. Golpea y lastima. Se desborda en recuerdos y maneja el látigo de sus dedos en forma magistral. Retoma el tiempo en su pensamiento... La hirieron y ahora destroza...

“Quiere-me o Mata-me”
Mamá
1.
Como decir el daño que causaste si estando lejos necesito de ti/ de esos gritos sin aparente razón/ de esas caricias que no sabes dar/ por el qué dirán/ por no verte débil/ por la generación que te tocó vivir/ porque se aprende con el ejemplo, porque sufriste igual o peor que yo.
¿Tengo la culpa?
Pordiosera soy de esa época que no llegó
mentiras de un mañana
Tengo frio
tengo hambre del campo
que viste el escueto calor de hogar
de las tardes de trabajo con los pies cansados
de los moscos come sangre de tu sangre
de las goteras que habría que tapar
donde se mojó el rescoldo de tu pecho
esas brasas que una sonrisa no supo atizar
Una noche en tu cama
sintiendo el frío de tu cuerpo
deseando estar en tus sueños
Tus brazos perdidos en la niebla
¿Dónde estás mamá?
¿dónde guardas ese amor?
¿dónde se junta tu corazón con el cielo?
¿cuándo se rompió el cordón que nos unía?
Cuando supiste que vendría
cuando tus senos de gloria se vistieron
cuando los ascos al pensar mi nombre
cuando los golpes de mis piernas
cuando las costuras en tu vientre
cuando los gritos de papá
Una respuesta que mis manos sucias rascaba entre el parpado de tus ojos, que se cerraban cuando mis labios pronunciaba un por qué.
Cada caída sin tus besos lastimaba más que la piedra poma con que tallabas mis rodillas, cada tarde que el humo llevaba versos no escritos con vocales mal pronunciadas, por becerros y vacas, entre pastos donde reposaba el llanto, cada lamida de los perros que con gratitud me daban, por una palmada, por una tortilla lanzada, por una mirada de complicidad. El deseo mío por un trabajo, porque eres mi madre sólo por eso te añoraba.
2.
Crecían la flores y eran regadas
junto a ellas matorrales que estorbaban
un dejo de espinas al fuego lanzadas
bajo las sombras sedienta de sol
un planta se marchitaba
Vuelve tus ojos
al caño donde el rescoldo llenó tu cuenca
vuelve tus pasos / espera a quien gatea
Las sábanas rojas llamaron
cada mes
volvían
sigilosos encuentros de manos tímidas
pensando en un embarazo que la iglesia prohibía
3.
¡Ah!
qué tiempos aquellos
dónde con una sonrisa cobijaban tus hombros
esa sonrisa se pagaba
con gritos de moral
esa sonrisa de labios ajenos
se pagaba con golpes
El llanto doblego al poco amor que cariño se volvió
ese cariño que muto en odio
ese odio
que hoy nos consume
y no sabe decir te quiero
te necesito
Vuelve mamá
dame la sonrisa que nunca te provoqué
dame el calor de un abrazo
cobija mi futuro
se parte de mis días
Vuelve madre
no desprecies los sentimiento por mi guardados
todos y cada uno de mis días
He tenido un ser en mi vientre
sentí lo que tu alguna vez sentiste
pero a mí me doblego
a mi ser desnudo y lleno de sí
Cómo es que yo no pude hacer eso
cómo es que mis pequeñas manos te lastimaban
como es que el latido de mi corazón te ensordecía
cómo es que el tiempo nunca cambio
cómo es que ahora sigues mirándome igual
cómo es que ahora yo te necesito más
cómo es que a pesar de no escuchar tus labios
imagino mis mañanas con tus gritos
¡Levántate no seas floja!
holgazana
buena para nada
Volteo
y no estás
solo una razón sin sentido
solo un sentido
que grita y escapa
que no es percibido por ti
por nadie
solo se queda en estas paredes
que cobijan el ayer
resguardando el mañana
te miro a la cara
ya no puedes mirarme
anda madre / hace frio
cierra mi ataúd.
A la poeta Araceli le cuesta mucho trabajo sonreír. Se mira desconfiada. Se siente retraída, ensimismada e introspectiva.
Su palabra retoma el vuelo:

“ ¿Y… si no fue ayer?”
Antes de soñar
brotaron odas de eminencia
ideología arrancada del vestido
de calladas hormigas
danzan con mi ego a cuestas
Hoy canto el epitafio
que surca en la tierra que a mis padres
fue negada
cansadas palas
cavan tumbas
pegadas la sudor del sol.”

La pintora Araceli juega con sus tropos, y su vida entre los surcos y los campos. También juega con el poema mismo:
“Nunca”
La flor del camino
no desea ser cortada
por una idea
Se viste frente a la joroba de la tierra
las plañideras gritan consignas
de leones sin alas
quieren ahuyentar a las nubes que son tus ojos pasajeros
visten a las piedras
Cazan conejos
en la cera derretida
mientras tus labios violan mi nombre
Dulce moza
bebe tus sueños de rascacielos
encalla en el ogro vestido de vino
no mires atrás
el foco invernará

Nos despedimos de Araceli Ordoñez Cordero y la dejamos en el silencio de su mundo. Ella goza, difruta y continúa con su trabajo. Mañana será otro día

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El mágico mundo de Araceli Ordoñez Cordero

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