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Julio 11, 2018 18:45 hrs.

Genaro Portillo › SN Noticias

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Octavo hijo del matrimonio formado por Mercedes Moreno, guayaquileña, y Gabriel García Gómez, español, García Moreno se crió en el seno de una familia tradicional emparentada con lo más selecto de la sociedad local. Recibió la primera enseñanza en su hogar, de la mano de un fraile mercedario de apellido Betancourt.

Cuando tenía 15 años, en septiembre de 1836, su familia decidió enviarlo al Convictorio de San Fernando en Quito, que había sido secularizado recientemente por el presidente Vicente Rocafuerte y rebautizado con el nombre de Colegio Nacional de la Universidad. Impartía clases de latín en los cursos inferiores, por lo que se le concedió una beca estatal, ayuda que fue bien recibida, pues en ese momento su situación económica era un tanto precaria.

En 1838 se manifestó su precoz inclinación religiosa: durante la estancia en Quito del obispo de Guayaquil (28 de octubre), recibió las órdenes menores; llevaba la tonsura y el cuello de sacerdote, aunque no vestía sotana. Sin embargo, ese mismo año abandonó su incipiente vocación eclesiástica y se dedicó por entero a los estudios para comenzar, en 1840, la carrera de Derecho.

Gabriel García Moreno contrajo matrimonio en dos ocasiones. La primera por poder, el 4 de agosto de 1846, a los 25 años, con Rosa Ascásubi Matheu, miembro de una encumbrada familia de terratenientes quiteños; ella murió el 18 de octubre de 1856. Sus opositores políticos sospecharon que el propio García Moreno había matado a su esposa suministrándole una sobredosis de láudano, pero la veracidad de tal supuesto nunca se comprobó. A los seis meses de enviudar, se casó con Mariana Alcázar, su sobrina política predilecta. Ambos matrimonios, por sus peculiares características, suscitaron habladurías en la monacal ciudad de Quito, aunque, pese a todo, su vida familiar nunca influyó de forma directa en su trayectoria política ni en su gestión pública.

La pluralidad de facetas que ofrece García Moreno a lo largo de su vida se pone de manifiesto ya en esos años: doctor en Derecho desde 1844, entusiasta de la química y las matemáticas, escritor prolífico, periodista en ciernes y político en la oposición, demostraría además por entonces entusiasmo por el andinismo y la vulcanología. El interés y formación en las ciencias exactas los profundizó años después con sus dos viajes a Europa, en 1846 y 1855, particularmente durante este último, cuando vivió cerca de año y medio en París.

En 1845, una vez consolidada la Revolución Marcista, comenzó la participación directa de García Moreno en la vida política nacional. Su primer nombramiento fue el de comisario de guerra en la jurisdicción del Norte, y luego de regidor del Cabildo de Quito, en octubre de 1846. En noviembre de 1847, el presidente Roca le nombró gobernador de Guayaquil ante la necesidad de un hombre con determinación y autoridad suficientes para imponer el orden frente a los crecientes ataques antifloreanistas. Entre 1849 y 1859, en cambio, se dedicó a atacar a José María Urbina, que controló durante esos años directa o indirectamente la vida nacional. Fue éste su período de exilios y, con ellos, de consolidación de su personalidad.



Gabriel García Moreno ocupó la presidencia constitucional del país en dos ocasiones: la primera entre 1861 y 1865, y la segunda entre 1869 y 1875. Durante su gestión se propuso, mediante la represión y la formación religiosa, restablecer la moral cristiana, sin la cual el orden no podía llegar a la República. Abanderado de un programa modernizador, aprobó la Ley Orgánica de la Instrucción Pública, impulsó la fundación de institutos de educación y del Observatorio Meteorológico, creó la Academia Nacional Científica y Literaria, reorganizó la universidad y fomentó la educación femenina, claramente descuidada hasta entonces.

También tomó medidas encaminadas a la reforma del sistema fiscal y financiero para regular la administración pública. Inició, además, la construcción de una serie de obras públicas, particularmente la apertura de la red vial, el trazado de una red ferroviaria entre Quito y Guayaquil, la implantación de un hilo telegráfico y otros grandes proyectos de infraestructura.

En agosto de 1875, casi al final de su período presidencial, convocó a elecciones, tal y como estipulaba la Constitución. García Moreno volvió a ganar la presidencia y debía asumir el poder por tercera vez el 30 de agosto. Sin embargo, cayó asesinado por un grupo de jóvenes liberales el 6 de agosto de 1875, frente al palacio presidencial, protagonizando una de las escenas más sangrientas y recordadas en la historia política ecuatoriana.

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Gabriel García Moreno

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