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Diciembre 22, 2018 20:17 hrs.

Sergio Enrique Castro Peña › guerrerohabla.com

Periodismo ›


Las cuestiones de dinero siempre han sido la arena en donde se miden y dirimen las fuerzas de poder entre los que requieren recursos para el logro de sus objetivos (gobierno), mayormente diferentes a los del otro grupo, y los que tienen que proporcionar los recursos, los particulares por medio de los impuestos. Esta lucha no sólo se da sobre el monto inicial que el gobierno anuncia quiere gastar sino en su composición y la factibilidad de realizarlo, (que los gastos propuestos, incluidos los financieros y el déficit puedan ser realizados de acuerdo a la propuesta inicial y, que en un futuro no muy lejano, dentro del período fiscal, el gobierno no lo modifique con nuevos requerimientos de recursos.

En nuestro país el gobierno define sus políticas en materia económica en los Criterios Generales de Política Económica, la Ley de Ingresos, Presupuestos de Egresos y la Miscelánea Fiscal que para el ejercicio de 2019 se plantea como objetivo principal generar un superávit primario de 1 por ciento del PIB, considerando que en 2019 el PIB será del orden de los 24.5 billones de pesos, de modo que el superávit primario rondará los 250 mil millones de pesos. Los ingresos totales del gobierno representaran 5.8 billones de pesos y estarán constituidos por 1.45 billones por ingresos petroleros, 25 por ciento; 3.287 billones corresponden a ingresos tributarios, 56.55 por ciento; 0.12 billones de ingresos no tributarios, 2 por ciento; 0.821 billones de organismos y empresas, 14.16 por ciento y; 0.539 de billones de pesos por concepto de emisión de deuda, 9.3 por ciento. Lo anterior nos indica que los ingresos gubernamentales seguirán dependiendo del petróleo (25%) y de la emisión de nueva deuda (9.3%) los cuales representan el 34.3 % del total de los ingresos. De ahí, que el tema presupuestal ’más que de voluntad política, se trate de lógica y aritmética’.

En el primer año de gobierno, sin importar ideología, la inversión privada interna y externa se contraen sustancialmente. Sin esta inversión no hay crecimiento económico y sin crecimiento económico los ingresos fiscales se estancan y no hay gobierno que pueda satisfacer las demandas de la población, hayan sido promesas de campaña o no, máxime si hablamos de una población altamente politizada y con grandes expectativas, producto de las promesas realizadas en la anterior campaña. Dejando de lado el ámbito internacional, debemos reconocer que todo primer año de gobierno es la prueba mayor para cualquier administración de demostrar su verdadera capacidad de gobernar, siendo muy importante considerar que el presidente López Obrador gastó el período comprendido entre la elección y la toma de posesión en lograr un protagonismo que no le abonó nada y por el contrario derrochó el tiempo de gracia de los cien días que se le

otorgaba a todo gobernante después de la toma del poder. Hoy, en sus primeras tres semanas de gobierno se le exige, no como un inicio de administración sino como su sexto mes de operación, de tal forma que ya no hay el ’beneficio de la duda’, ya tiene que dar resultados.

Lo anterior es importante, porque antes de tomar el gobierno es sus manos el presidente se enfrascó en una disputa, que todavía no le correspondía, sobre la construcción o cancelación del Aeropuerto de Texcoco y de la factibilidad de ser trasladado a la base aérea de Santa Lucía. El manejo de dicha problemática ha sido tan feroz, con tan pocos argumentos y tan torpemente tratada por parte del gobierno, que en la percepción general es que se trata más de un asunto de capricho político o de medición de fuerzas de poder que producto de un razonamiento técnico o de buscar la mejor alternativa en beneficio de los usuarios, la construcción de una obra de la magnitud es al fin de cuentas para ser utilizada por unos usuarios, y de la población en general. De no llegar a términos aceptables sobre el destino de la inversión física realizada y el destino los bonos emitidos en el extranjero por 6 mil millones de dólares, el gobierno tendrá que hacer frente a una factura que afectará su credibilidad y su valor como gobierno. El parar las obras del Aeropuerto de Texcoco significaría no cumplir con lo programando y con ello se estaría en una situación de incumplimiento de contrato con las 400 empresas que trabajan en la obra y con los tenedores de bonos los cuales estarían en condiciones de exigir el pago de inmediato del valor total de los bonos emitidos, 6,000 millones de dólares, además de los castigos financieros que ello implica.

Dejando a un lado la forma prepotente que el grupo ganador de Morena asume con sus otros compañeros y perdedores en la pasada campaña electoral esa misma actitud se ha trasladado al funcionamiento del gobierno. Bajo el pretexto de una política de austeridad, el presidente, una vez bajándose su sueldo les exigió a todas las entidades de los poderes de la nación que hicieran lo mismo. Siempre se ha considerado a López Obrador un político sagaz y un estudioso profundo de la política. Por ello, extraña que ignore una de las principales recomendaciones que realiza Maquiavelo a los príncipes en sus relaciones con sus subordinados: ’nunca toques su hacienda’. Podrás matar a sus padres, violar a sus hijas y aun así podrás negociar y realizar acuerdos con ellos, pero, si tocas su hacienda (dinero, su sueldo) nunca podrás acordar algo duradero con ellos. Cuando los han corrido de manera despótica, después de años de trabajo duro y honesto y ese funcionario llega a su casa degradado y sin dinero con las fiestas de Navidad delante de ellos, los priistas nunca despidieran a nadie en diciembre conocían ese efecto tan nocivo, guardarán ese sentimiento que será utilizado, a su tiempo. La inestabilidad que ronda en los pasillos gubernamentales, con la incertidumbre de no saber si seguirán contratados o por cuanto tiempo de esa burocracia que en su mayoría votó tan convencidamente por LO, hoy se ve

rebajada, humillada ante sí y los suyos, ’podrá olvidar, pero no perdonar’ y llegado el momento en que se les requiera su voto, en la soledad de una casilla electoral, tendrán su oportunidad de saldar cuentas. Podrás tener una tregua o una simulación de tregua, pero en el primer signo de debilidad se tornaran en contra tuya, tendrás sojuzgados, no gobernados y, menos aliados.

Podrá el presidente ganar todas las mañanas la ’nota’ periodística, eso está fuera de discusión. Podrá el presidente con su presupuesto clientelar ganar el voto de hoy, pero sin una garantía del de mañana, máximo su ese votante conoce el valor real de su voto. Probablemente no se lo dé a nadie, pero al no otorgárselo, abstención, será una manifestación de oposición. Esta semana en nuestra rutina mensual de ir al IMSS a recoger nuestras medicinas y pasar por las consabidas, e interminables, colas, pudimos percatarnos de una situación que vale la pena comentar. Dado que el proceso de espera se alarga, los derechohabientes tienden a formar grupos pequeños y consecuentemente empiecen a intercambiar puntos de vista sobre los acontecimientos del momento. Entre esos temas surgió la charla alrededor de la noticia que dio a conocer el presidente sobre la desaparición del ’Seguro Popular’ y su incorporación al Seguro Social y de cómo serían las colas en el futuro. Al respecto, mientras unos y otros emitían su opinión, una señora de la tercera edad permanecia callada. Sin embargo, llegó el momento en que no se aguanto y, rompiendo su silencio, dijo: ’sabrá Dios que otra cosa se le ocurre a este loco que tenemos como presidente, dice que nos va a doblar la pensión, pero para que me sirve si mi hijo se quedo sin trabajo’. Para nuestros adentros dijimos: si este es el sentimiento que está naciendo en su base más confiable, hasta hora, ¿Cómo será la respuesta dentro de tres años? Solo el tiempo lo dirá, no ha podido hacer un presupuesto que sea creíble, ’cuadra sí, pero no checa’ o, más bien, que su líder sea creíble y que no lo modificará discrecionalmente en el futuro, porque al fin de cuentas, como dijo de la autonomía de la universidades por su omisión en la redacción de la Reforma Educativa y, al ser informado de la inconformidad de la comunidad universitaria de no encontrar el término de ’autonomía’, expresó ’eso quieren, pues póngalo’. Lo mismo puede pensar, quieren en presupuesto con un ’superávit primario’, pues póngalo.

Mientras a duras penas está transcurriendo su primer diciembre como presidente, López Obrador se quiere comportar cual ’mano invisible’ o no tan invisible de la política y primordialmente de su movimiento, dados los primeros signos de inconformidad en la asignación presupuestal, la amenaza de las universidades por el recorte de sus presupuestos ha sido patética, lo cual lo orilló a la aceptación pública de una ’equivocación’, van dos en una semana. Sin embargo, existen otras, con menos impacto mediático y por lo tanto político como el sufrido por el sector agropecuario y agrario, núcleo, esos sí, compacto e inmune a todo ataque que pueda tener su líder y, que

representa una base electoral muy importante dada su interrelación familiar y de amistad tanto con los núcleos urbanos nacionales como con los millones de migrantes en EU. Este inicio de sexenio tiene un precedente inédito, todavía no termina su primer mes y ya podemos ver una serie de voces discordantes, que los comentaristas del poder de siempre los señalan como parte normal y dado su fragmentación, a pesar de su número, no representan ninguna preocupación para la arrolladora mayoría que representan en las Cámaras. Los tan cacareacados 30 millones de votos que se vanaglorian obtuvieron en las urnas, son menores en más de seis por ciento que los que se obtuvieron. El gobernar con una mayoría tan alta en contra y que está siendo lastimada, directa o indirectamente, también por esa estrategia de triunfalismo mal fundado, aunado a ese comportamiento asambleísta de mi razón es la única razón que ocasiona una lucha tempranera por las posiciones de poder y la aniquilación de los contrarios, estan abonando a que dentro de tres años las cosas no les sean tan favorables ni a su líder ni a su movimiento. Pero dejemos, por lo menos que transcurra este primer diciembre y dediquémonos a las festividades con los que más queramos: nuestros amigos y nuestros familiares, donde quiera que se encuentren. De igual manera con usted amable lector que dedica un lapso de su tiempo valioso a leer nuestras ideas. Podrá o no estar de acuerdo con nuestro punto de vista, pero que son emitidas con el objetivo de que juntos reflexionemos, a la vez que las generamos desde la perspectiva que usted y nosotros hemos ganado a lo largo del tiempo, el ejercer ese derecho que tanto nos ha costado a los mexicanos, el de poder expresarnos libremente estemos o no de acuerdo con el grupo que, temporalmente, disponga del poder político. sergiocastro6@yahoo.com

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hablemos de presupuestos, titubeos al elaborarlos y la prisa por pelearse/ II

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