Homenaje a René Avilés Fabila en Bellas Artes

De él siempre nos acordaremos por su valentía para encarar a los potentados soberbios, dijo La China Mendoza.

En el Palacio de Bellas Artes evocaron al hombre y escritor René Avilés Fabila.
A un año de su fallecimiento fue recordado en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes estuvieron presentes sus amigos Miguel Sabido, María Luisa La China Mendoza, Oscar de la Borbolla y Jairo Calixto.
En la reunión estuvo su viuda Rosario Casco quien se ha dedicado a terminar Retablos y altares de la literatura universal, además de un libro que René dejó en el tintero, en donde analiza la obra de autores como Juan Rulfo, Elena Garro y Octavio Paz.
’Este es un día de júbilo, de felicidad. Hace un año todos estábamos muy tristes pero hoy ya podemos sonreír con el recuerdo tan amado de nuestro querido René’, señaló Miguel Sabido para dar inicio a la lectura de La amante perfecta a cargo de la voz del actor Juan Ignacio Aranda.
Posteriormente, La China Mendoza definió a René como su amigo de la risa, del viaje, de la cultura y envidia porque diario escribió una novela. La escritora procedió a la lectura del escrito ’Honorísimo’.
’Llenaríamos la Plaza de la Unión de Guanajuato para decirle cuanto lo extrañamos y queremos. Por lo menos yo no paso un día del año en que lo evoque, hablo con él desde la primera tomada de la copa de tequila. René fue y será un muchacho joven guapo, moreno, entrón, seductor, limpio como el trigo y escribió la palabra fin en una novela que perpetró en la noche. Se murió y me dejó hablando sola, hoy lo homenajeamos y lo seguiremos haciendo’, comentó.
Hoy, añadió, se trata de acordarnos de René, uno de sus libros mágicos, uno tras otro, su casa llena de amigos y de comilonas de su excepcional mujer, Rosario.
’De René y de su valentía para encarar a los potentados soberbios con su pura dignidad, nos llevaba a Veracruz o a una conferencia a Toluca. Yo he contado que nos conocimos medio mal, estaba en una fiesta él y José Agustín, todos bebimos y fumábamos, cuando en medio de una plática sabrosísima, les dije a ambos que no se refirieran a mi como La China porque solo así me decían mis amigos’
René, añadió, fue como el Sol de Celaya, como el agua fresca de Silao, como la cocina de Santa Rosa, siempre quise escribir una novela al limón con él, por fresco, ácido y calmador de la sed. ’Su trabajo empezaba al amanecer, a las 8 de la mañana estaba dando clase y todavía en la madrugada subía a la biblioteca’
Óscar de la Borbolla indicó que se encontraba triste al recordar que la risa que le arrancaba su amigo René, nadie la podrá suplir.
’Estuve triste hace un año, luego estuve contento todo este tiempo, pero me volví a poner triste ahorita al ver su imagen.
Porque sucede con la muerte algo que quisiera comentar. Decía Platón en el banquete que los humanos veníamos de los andróginos, esta pareja que no era pareja sino unidad de hombre y mujer. Un día Zeus se dio cuenta que esos seres no le tributaban nada y los partió a la mitad’.
Este mito, comentó, lo cuenta Platón y dice que los seres son seres simbólicos, entendiendo que el símbolo es aventar delante algo y que se aviente algo delante para que embonen.
’Se refiere Platón a que los seres humanos son seres simbólicos, se refiere a incompletos y que nos hacemos con el otro, de ahí que la muerte de alguien cercano nos provoque que uno quede cercenado. También nos mata un poco, a mí ha matado esa alegría que tenía todos los años con René, a un ciclo de los miércoles y contaba historias extraordinarias no he encontrado a alguien que me haga reír hasta las lágrimas, contando la manera en cómo obtuvo el autógrafo de Gabriel García Márquez hizo que me acabará los kleenex. Lamento su pérdida porque con él se fue uno de los compañeros más alegres de mi vida’.
Estuvieron presentes también los licenciados; José Arnulfo Domínguez Cordero, Director General de Medios Estatales de la Presidencia de la República y Teodoro Rentería Arróyave, presidente de Conalipe, (Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo).