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Abril 25, 2018 00:10 hrs.

Germán Guzmán Pérez › Club Primera Plana

Derechos Humanos ›


Con el objetivo de promover la revaloración y participación activa de las personas mayores, superar el estereotipo que las considera receptoras pasivas de ayuda, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), impulsa una nueva cultura de vejez y envejecimiento.
El Ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez presentó a la opinión pública la
Declaración ’Envejecer con Dignidad y Derechos Humanos en México: Nuestra Meta’, como
parte de la construcción de un Estado constitucional, democrático y humanista, que propicie
una nueva cultura del envejecimiento y permita establecer acciones y programas con enfoque de
derechos humanos,
Se trata de una herramienta de referencia hacia el diseño e implementación de política pública
encaminada a la consecución del pleno goce de los derechos humanos de las personas
mayores en México, para hacer realidad la máxima aspiración de dignidad humana consagrada
en el artículo Primero de nuestra Constitución.
En este marco, González Pérez, en nombre de la sociedad defensora de los derechos de las personas mayores, llamó al Estado mexicano a ratificar la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, e impulsar la obligatoriedad de adoptar legislaciones y políticas públicas con perspectiva de derechos humanos que reconozcan, faciliten, promuevan y garanticen la participación de ese sector poblacional, asegurando su igualdad, inclusión y no discriminación.
Refirió que de acuerdo con el Consejo Nacional de Población, en México hay cerca
de 13 millones de personas de 60 años y más, de las cuales más de la mitad son mujeres, dicho grupo es aproximadamente el 10% de la población del país, por lo cual debe
afrontarse el reto de entender y actuar frente al envejecimiento y adoptar medidas para
propiciar que las personas de edad cuenten con mejores condiciones para hacer vigentes sus
derechos en esta etapa de su vida.
Sostuvo que México muestra las dos caras de la vejez y el envejecimiento, ya que por un lado
hay 1.7 millones de personas mayores víctimas de violencia física y psicológica, 40% de las
cuales la padece en sus propios hogares, quienes gastan mensualmente el 40% de sus
pensiones en medicinas y médicos especialistas, y en contraste también hay personas
mayores que representan una expresión participativa, empoderada, conocedora y defensora
de sus derechos humanos, que impulsan la resignificación de la vejez y el envejecimiento para
cambiar los estereotipos negativos hacia una concepción de dignidad, mediante el ejercicio
pleno de sus libertades y derechos fundamentales, hacia una vida libre de violencia, con
igualdad de género y muy alejada de la pobreza y la discriminación.
Enfatizó que la adopción y construcción de la Declaración surgió de una agenda común en el
marco del diálogo abierto y permanente con la sociedad defensora de los derechos de las
personas mayores y resultado del intercambio de reflexiones y perspectivas para generar
nuevos paradigmas basados en cinco ejes:
1) seguridad económica, 2) salud, 3) participación social, 4) estereotipos, género y discriminación, y 5) protección civil, y encuentra su sustento en diversos instrumentos normativos, declarativos y en los estándares de fuente interna e internacional para la protección de ese grupo poblacional.
González Pérez refrendó el compromiso de la CNDH de fortalecer vínculos y apoyar las labores
de las organizaciones de la sociedad civil en pro de los derechos de las personas mayores,
para amplificar y potenciar los esfuerzos en ese sentido y reforzar el cumplimiento de la Agenda
2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU.
Por su parte, Aída Díaz-Tendero, Investigadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre
Envejecimiento y Vejez del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, señaló que
predomina en nuestra sociedad una imagen negativa de la vejez, y destacó la importancia de
empoderar a las personas mayores para que conozcan, ejerzan y exijan el cumplimiento y
protección de todos sus derechos, fomentar la solidaridad entre generaciones y la perspectiva
de curso de vida, propiciar la capacitación, sensibilización y concientización de los derechos
de ese sector de la población, con enfoque etario y perspectiva de género, para la erradicación
de estereotipos negativos y la construcción de una cultura de envejecimiento y vejez saludable.

Verónica Montes de Oca, Coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre
Envejecimiento y Vejez de la UNAM, señaló la necesidad de reconocer a las personas mayores
como sujetos de derechos humanos, dejar de lado el enfoque asistencialista en la política
pública en la materia y que el Estado mexicano asuma sus responsabilidades para el pleno
goce de sus derechos. Dijo que, en materia de salud, se requiere un enfoque preventivo e
integral para dejar la visión familiarista.
En su exposición María de los Ángeles Fuentes Vera, Coordinadora del Comité Derechos Humanos
Ajusco, manifestó que el compromiso de coadyuvar en la resignificación de la calidad de vida
de las personas mayores y el uso de un lenguaje incluyente favorecerán la solidaridad entre
generaciones y la perspectiva de curso de vida, por lo que está Declaración es un avance a la
consecución del pleno goce de los derechos humanos en México, producto de un diálogo que
tomó en cuenta instrumentos nacionales e internacionales en la materia.
El texto íntegro de la Declaración ’Envejecer con Dignidad y Derechos Humanos en México:
Nuestra Meta’ puede consultarse en la página www.cndh.org.mx

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IMPULSAN CNDH Y OSC NUEVA CULTURA DE VEJEZ Y ENVEJECIMIENTO

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