José ’Palomo’ Ruiz Tapia, chapinguero de alma, vida y corazón

Texcoco, Edoméx.- En la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) están de fiesta y con el ánimo y el orgullo a todo lo que da por la obtención del reciente campeonato de los Toros Salvajes en la Conferencia II-A, donde se coronaron con un espectacular despliegue de habilidad y entrega.

Así las cosas, es una ocasión inmejorable para recordar que las hazañas de los Toros Salvajes son más antiguas de lo que parecen y se remontan a los tiempos en que la UACh aún era la Escuela Nacional de Agricultura (ENA), época en que la casa de los Toros Salvajes adquirió el nombre con el que hoy en día se le conoce: Estadio José ’Palomo’ Ruiz Tapia.

En la Conferencia Nacional de Fútbol Americano, los Toros Salvajes ocuparon el segundo lugar en los años 1967 y 1969. A este glorioso equipo perteneció el inolvidable José ’Palomo’ Ruiz Tapia.

Él fue un insustituible elemento dentro de la plantilla de los chapingueros.

Palomo Ruiz, agilidad y visión

El michoacano nacido en Mezquite Gordo, ocupó la posición de half-back dentro del campo y el dorsal 32 en su jersey.

Destacó por su agilidad y visión del campo. En unos pocos partidos ascendió del equipo juvenil al de la Liga Mayor.

En 1965, tan pronto llegó al equipo grande de los Toros Salvajes de Chapingo, y bajo la tutela de los entrenadores Cesar Luque y Mike Cervantes, ’Palomo’ Ruiz brilló intensamente como corredor.

Brawley, California, lo vio debutar contra el Imperial Valley College. Después, en Monterrey, jugó y se lució ante fuertes defensivos de los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y los Borregos del Tecnológico, mostrando tremendas facultades para acarrear el ovoide.

Sin embargo, su carrera deportiva terminó abruptamente en un juego ante los Burros Blancos del Instituto Politécnico Nacional el 19 de octubre de 1965, donde en una desafortunada jugada contra los defensivos del Politécnico resultó gravemente herido.

Conmocionado, de inmediato fue llevado al hospital.

Sin haber recobrado el conocimiento, murió días después, el 2 de noviembre de ese mismo año.

De manera póstuma, la Federación Nacional de Fútbol Americano lo nombró ’novato del año’.

Posteriormente, las autoridades de la ENA decidieron inmortalizar a este ilustre atleta poniéndole su nombre al estadio universitario.

Fue así que José ’Palomo’ Ruiz Tapia quedó inmortalizado como una de las más grandes figuras del deporte en Chapingo y como uno de los íconos del fútbol americano colegial naciona.l