1

2,101 vistas

Septiembre 04, 2025 21:58 hrs.

Armando Ríos Ruiz › tabloiderevista.com

Política ›


Hace algunos años, inclusive al iniciar el sexenio del destructor de México o el anterior, el hoy senador Gerardo Fernández Noroña no soñaba aún convertirse en un hombre célebre, pero por su pergeño de muy baja estofa. Por sus comportamientos burdos, abusivos y pendencieros.
Valiente con los débiles y cobarde con los valientes, aunque hayan sido mucho más pequeños que él.
Siempre bastó que alguien lo encarara con decisión, para entonces decir que retaban a un viejo cincuentón, con la cobardía dibujada en el rostro.
En una ocasión increpó a Porfirio Muñoz Ledo cuando tenía casi 90 años de edad y amenazó con golpearlo, cuando presidía una sesión en la Cámara de Diputados.
Se despojó del saco en forma amenazante y se acercó a insultarlo.

Mostró su valor fanfarrón ante una verdadera leyenda de la política mexicana, ya abatida por los años, el tipejo que, sin embargo, se decía anciano a sus cincuenta y tantos años, cuando alguien le resultaba respondón. Pero con las mujeres no se midió jamás.

Las ha injuriado con todo el encono de su infinita cobardía y seguramente continuará inmerso en esa desagradable conducta.

Pero el último pleito escenificado en la Cámara de Senadores contra el priista Alejandro Moreno, le dejó una marca indeleble que no podrá borrar jamás, como si se hubiera hecho un tatuaje que habla y hablará siempre de su cobardía extrema.
Ya no habrá forma de despojarse de ese estigma.
Y gracias a su último desplante provocador, como Presidente de la mesa directiva del senado, surgió una andanada de información en su contra, que lo ha desnudado completamente, en la que inclusive han participado sus familiares más cercanos. Algunas personas se encargaron de ir más a fondo de este impresentable, para descubrir sus abusos incontables.
Así le descubrieron su casita de 12 millones de pesos en un paraje en el Tepozteco, en el estado de Morelos, cuya propiedad no ha podido acreditar debidamente, por más esfuerzos que hace y por más rabietas y denuestos contra los comuneros, que también lo acusan de haber hecho una compra irregular.
¿Cómo ha respondido el cobarde? Como era de esperarse. Usando a la Guardia Nacional para que proteja su supuesta propiedad y deteniéndolos.

Dijo: ’Los comuneros no se dan cuenta que están dinamitando lo que ha sido su gallina de los huevos de oro.
Si ellos pasan por encima de cualquiera, de cualquiera, ¿de mí?…quiero verlo’, dijo a través de YouTube.
Aún no sabemos en qué parará el asunto. Tal vez en una acción de inocultable abuso de poder.

Pero la gente pensante de Morelos también ha vislumbrado la verdadera razón que mueve las ansias del senador.
Ha desentrañado con mucha inteligencia y sensibilidad el deseo que más ambiciona el político chilango, que aspira a convertirse en gobernador de ese estado.
¿Por qué solamente el futbolista Cuauhtémoc Blanco? ¿Por qué no también él, que cuenta con más cultura y con la idea de que la gobernanza pudiera catapultarlo a la Presidencia de México?

El cronista de Cuernavaca, historiador y escritor Roberto Abe Camil, escribió en su columna de La Jornada: ’ahora a los morelenses nos amaga un mal de proporciones catastróficas: las ambiciones de Noroña por ser gobernador del estado.
Pareciera que las experiencias previas de aventurerismo político de personajes como Graco Ramírez o Cuauhtémoc Blanco, no nos han dado una severa lección’.
La verdad, Morelos ha enfrentado suertes adversas en este tema.
Añade: ’Noroña no ha tenido empacho en responder que ’vive a toda madre’ y que antes era austero y franciscano no por congruencia o convicción, sino por circunstancias de la vida.
De la misma forma, la nueva tierra de sus aspiraciones políticas y económicas ya sufre la presencia constante del polémico senador, quien se ha vuelto habitué del City Market de Río Mayo en Cuernavaca o del exclusivo spa y resort Hostal de la Luz, en Amatlán de Quetzalcóatl’.
ariosruiz@gmail.com

VER NOTA COMPLETA

CONTACTA AL AUTOR

Escribe un comentario directo al autor

Las ansias del ególatra

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.