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Diciembre 10, 2013 19:13 hrs.

Dante Limón › diarioalmomento.com

Política ›


PURGATORIO:
Quizá la interfecta ni enterada esté. Yo no tengo noticias de que la ex presidente municipal metepequense lo sepa, lo intuya o algo haya oído al respecto: tampoco me han contado sus allegados si sabe o no del asunto, pero el caso es que su peso político, su enjundia partidista, sus aciertos y alianzas le han generado, al querer o no, una enorme estela de celos más que comentados y hasta evidenciados por la sucesora actual.
Doña Caro se debate apabullada todos los días por la sombra de la ocupante de un escaño; la pesada lápida le tiene inquieta, enojada algunas veces y aturdida otras, porque la sóla presencia ocasional de la ex gobernante le desdibuja el rostro y sus estrategias o planes.
Y es que en la vida y particularmente en la política, no es lo mismo reptar que volar, aunque las águilas y los caimanes logren llegar a la cima de sus pretenciones particulares, utilizando cada una sus cualidades.
Los celos políticos suelen ser tomentosos, ciegan a quienes los padecen, quitan el sueño y son tabiques del "muro" entre el ayer y el hoy, y de ahí que no se deje escapar oportunidad alguna, por más nimia que sea, para mostrar el "músculo" de quien ahora manda.
Eso, aunque se recurra a hilarantes casos como el de un libro sobre los festejos patrios en Metepec, que no sale a la luz pública y quiza se quede enterrado en un archivero, sólo porque una página contiene la foto de la actual legisladora ondeando el lábaro patrio una noche mexicana en el balcón presidencial de este pueblo que no acaba de ser "mágico", precisamente porque la impulsora tenaz de tal reconocimiento fue la que ya no despacha en la silla grande.
Y eso que las arcas municipales sólo aportarían 27 mil pesos para la edición del libro, porque los otros casi 70 mil ya fueron donados por el IMC: "déjeme ver", es la frase repetida hasta el cansancio por quienes debían autorizar la partida.
PARAISO:
Pero, lo que no es hilarante y sí digno de cualquier revisión de la contraloría estatal o federal, es que el anunciado y proyectado edificio administrativo municipal de Metepec no acaba por comenzar a edificarse, porque, claro está, es un proyecto " del pasado reciente" y no de los sesudos funcionarios actuales.
Y es que, las arcas destinan mensualmente millones de pesos en alquiler y rentas de casas y otros inmuebles, para albergar oficinas administrativas, al fin que pagan los contribuyentes ese otro capricho.
A Doña Caro se le está haciendo bolas el engrudo, monolitos en la bilis y demasiado tarde para "catafixiar" los celos políticos por programas y medidas razonables y coherentes con la problemática metepequense, aunque la pura sombra de la actual legisladora apabulle sus pretenciones personales.
Los celos políticos no son recomendables ni medicina para la bilis. Por el bien del municipio que significa "En el Cerro de los Magueyes", sería recomendable que algún personaje del tricolor aterrizara por esta localidad para impartir cursos intensivos de política y buen gobierno a los que ahora mandan. Una luz. No la del "Sol" Luis Miguel.
INFIERNO:
Porque con mentiras, apariencias y órdenes extraviadas no se llega a la cumbre en la política: Como fue el caso de la titular de la oficina cultural "El Diezmo" que tuvo que borrar del twitter a la voz de ¡ya! una queja sobre las tres visitas de amigos de lo ajeno, que se llevaron computadoras, celulares y otras cosillas, para seguir con la estrategia mediática del " aquí no pasa nada".
Así no se puede, digo.
Está bien que la campaña "100 por ciento Ermesto", perdón "100 por ciento Honesto", presuma que Metepec no es nido de delincuentes, bandas de malosos o terreno de narcotraficantes, pero de ese humilde fin a la realidad media un abismo.
Pero, mientras juegan a gobernar, los partidos de oposición, sobre todo el PAN y el PT, que ya fueron gobierno municipal, se dan un festín cada vez que se enteran de los caprichos de "Doña Caro", porque no es lo mismo sentarse en la máxima silla municipal por el buen gobierno que por un capricho de quien esperó pacientemente siete años para cumplir el sueño que le fue negado en el 2006.
Decía Napoleón Bonaparte: Si el enemigo está cometiendo una tontería, no lo interrumpas", y es que no es lo mismo volar que reptar.

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Los caprichos de "Doña Caro" en Metepec

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