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Julio 22, 2015 12:26 hrs.

Andrés Mauro Campuzano Marquina › codice21.com.mx

Periodismo ›


homovidens@outlook.com
@andrescampuzano

**Se impone una ley de transparencia en el Congreso de Guerrero

"(…) Al empezar, el periodismo no da muchos frutos.
De hecho, casi todos los periodistas principiantes son gente pobre y
durante bastantes años no gozan de una situación económica muy boyante.
Se trata de una profesión con una precisa estructura feudal: se sube
de nivel sólo con la edad y se requiere tiempo. Podemos encontrar muchos
periodistas jóvenes llenos de frustraciones, porque trabajan mucho
por un salario muy bajo, luego pierden su empleo y a lo mejor no consiguen
encontrar otro. Todo esto forma parte de nuestra profesión. 
Por tanto, tened paciencia y trabajad. Nuestros lectores, oyentes, telespectadores son personas muy justas, que reconocen enseguida la calidad de nuestro trabajo y, con la misma rapidez, empiezan a asociarla con nuestro nombre; saben que de ese nombre van a recibir un buen producto.
Ése es el momento en que se convierte uno en un periodista estable.
"No será nuestro director quien lo decida, sino nuestros lectores"
, Ryszard Kapuscinski.



Relato de cuatro tiempos. Primer tiempo. No hace mucho tiempo, durante la campaña electoral para renovar el Congreso, Ayuntamientos y Gobernador de 2015 el jefe de prensa de un candidato a alcalde afirmaba que durante las giras se le acercaban personas que presionaban estridentemente les dieran dinero por haber asistido a los eventos del día, exigían que se les pagara por difundir los eventos y de eso dependía el trato que le dieran a la información, la sobada o el rasguño que le darían al candidato.

Al momento de pedirles el jefe de prensa que le entregaran los testigos para justificar el apoyo, muchos enfurecían. Algunos le decían: "Dame chance, necesito llegar a la casa para redactarlo", y les contestaba: "Hazme rápido en una hoja a lápiz o pluma la nota informativa para acelerar tu petición". El "no" otra vez era la principal respuesta del grupo. "Necesitamos tiempo para redactar". ¿Tiempo? Un periodista redacta cuando se lo piden en una hoja o piedra si es necesario, el que es perico es verde donde sea, les reviraba el jefe de prensa. Pero una mujer dentro de ese colectivo cansada de las peticiones le gritó: "¡danos dinero!". Él, le contestó: "pero tú no trabajas en ningún medio de comunicación". La mujer va perdiendo aún más la calma y vomita frente a todos: "Es tú obligación pagarnos con medio o sin medio".

Segundo tiempo. Se presenta como columnista, líder de opinión. Más bien es una persona que no puede dividirse entre su paupérrima ambición, su forma de escupir marrullerías, la velocidad para respirar vísceras y su indolente corrupción. Sus palabras que se difunden por alguna extraña razón en diversos medios electrónicos e impresos de Guerrero, son el parteaguas que sirve para ejemplificar y subrayar su atrevimiento de pregonar sus pasiones antes que ejercer un periodismo profesional y sobre todo con dignidad. No mencionaré su nombre, ni los medios en que él publica
Su estilo de vida, pues la práctica de ese tipo de vicios es común y cotidiana y si lo nombrara a él, tendría que hacerlo en todos los casos que conozco y ese no es mi principal destino. Le he visto recorrer oficinas de gobierno de los tres niveles y en todas es frecuente observar que abandona los edificios con un sobre, ni siquiera muestra temor a que lo vean recogiendo el sobre con dinero, el pago es por la alabanza o callar algún chisme que perjudique al funcionario o político que visita. Es una pluma mordaz y lamentablemente bien pagada.

Tercer tiempo. En la forma representa simplemente a una empresa editorial. En la práctica tiene un férreo control sobre lo que se pública y no. La línea editorial la controla de tal forma que esa línea se torna indivisible tanto como para premiar o castigar. En una ocasión, una noche muy oscura de cierre de edición tan oscura como los límites que les exigía a sus reporteros, le entregaron un trabajo de investigación que lastimaba profundamente a varios políticos en el poder, en ese tiempo. Mientras leía se relamía los labios, desaprobaba cada línea que evidenciaba a muchos de sus patrocinadores.
Al concluir la lectura mandó llamar al reportero y al jefe de información y cálidamente les aconsejó: "Déjense de mamadas, no le hagan al periodista".
Cuarto tiempo. No era mal reportero, pero tampoco algo excepcional. Su mejor cualidad era la de alabar en privado a un político para que le diera su bendición. No había rastro de agonía del siglo pasado y su capacidad para arrastrarse le dio frutos, rancios y podridos pero frutos. Al momento en que escribía sus frustraciones no le acompañaba una botella de una bodega Paternina, la bilis le hidrataba. Sabía disfrazarse, nadie percibía completamente su ser iracundo. Supo adaptarse perfectamente al podrido cuerpo de la corrupción y les exigía a los columnistas y reporteros que pagaba a que denostaran cualquier intento de crítica a su protector. Institucionalizó el chayote sin compasión alguna mientras ostentaba el cargo. La sumisión era el principal requisito que ordenaba para firmar un convenio de publicidad con alguna empresa. "No hay presupuesto para la prensa chica", sentenciaba cuando el director de algún medio de comunicación no accedía a sus caprichos. Cuando pienso en todas las veces en que diversos periodistas se quejaban de su vulgar trato hacia la esencia del periodismo, me asombraba por igual la falta de unión de los malqueridos para evidenciarlo.
Y el legado del embajador del odio, sigue vigente.

Ser periodista

En Guerrero los periodistas se dividen en 4 categorías. Primero están los periodistas de cuerpo completo, que no buscan lucrar con esta noble profesión. En el segundo se encuentran los directivos y dueños de los medios de comunicación. Tercero los que con su rapaz ceguera desprestigian al periodismo. En el cuarto se ubican los periodistas que acceden a jefaturas o direcciones de prensa o comunicación social. En el pasado los jóvenes que se dedican al periodismo en el momento en que tenían alguna duda para alimentar un trabajo, darle un excelso acabado al cuerpo de una nota o perfeccionar su estilo acudían al director o dueño de la empresa para que le transmitiera el conocimiento, la chispa para ir moldeando la forma en que se comunica y transmite el contexto a los lectores, esa era la principal escuela del periodismo en Guerrero.
En la actualidad una gran mayoría de medios de comunicación son dirigidos y están en manos de empresarios, políticos, administradores, de todo, menos de periodistas, lo que supone un fuerte problema con las nuevas generaciones de reporteros, pues el conocimiento que deberían de transmitirles personas que llevan años en el oficio no tiene la menor idea de cuáles son los géneros periodísticos, cómo se redacta una nota informativa, no saben distinguir un reportaje de una entrevista pero que se rodean de consejeros que les advierten cuando algún texto pone en peligro algún contrato, están ahí para hacer dinero. Son personas que están en esos puestos por herencia familiar o por una excelente aptitud para manejar la salud financiera de la empresa. Los directores de los medios de comunicación conseguían amarrar los convenios de publicidad en horarios y establecimientos no oficiales, en algún restaurante o bar se gestionaba se cerraba el trato, no siempre y no en todos los casos pero era un canal informal efectivo y en el organigrama el encargado de llevar las finanzas se limitaba a conseguir publicidad comercial. Los papeles se invirtieron, los ahora directores y dueños cierran los convenios de publicidad con el gobierno pero con una línea administrativa que impide el malestar con el gobernante en turno.

Otro aspecto importante es la celeridad con la que se trata de comunicar, las redes sociales y el internet han afectado considerablemente el trato y manejo de la información. La noticia exclusiva antes pasaba por varios filtros, se buscaban varias fuentes que confirmaran la sustancia de lo que se daría a conocer y con las nuevas tecnologías se han logrado avances pero significativos retrocesos pues con tal de adelantar cualquier tipo información no importando la calidad de la fuente se suben para ganar likes, para que se comparta la mayor cantidad de veces antes de que penosamente tengan que pedir disculpas por la falsa noticia. Durante el cierre de edición en muchos diarios la velocidad es imperativa, de los graciosos errores por cambiar palabras como le sucedió a Nava Landa había dejado su nota titulada: "Tixtla será convertida en un vergel". Habiéndose distribuido en su totalidad la edición de ese día, varios de sus compañeros con gestos de aprobación le decían que fueran a ese municipio pronto a comer un tradicional fiambre, que la remodelación era de gran calado. Entre la desconfianza y asombro dejó pasar los comentarios, ya sentado en su escritorio mandó pedir un ejemplar y perplejo leyó en primera plana: "Tixtla será convertido en un vergal". Esos eran errores involuntarios, lo que no debe suceder son errores irresponsables producto de la falta de compromiso por el periodismo y difundir ramplones chismes.

Julio Scherer entraba al baño de un restaurante que era frecuentado por políticos y empresario, pasaba un gran tiempo escondido en el baño, cerraba la puerta de un apartado subía los pies para que no lo vieran y se quedaba escuchando las conversaciones en que delataban sus pillerías los funcionarios, después con la información que había logrado conseguir investigaba y lograba darle legitimidad a su labor. Eso en ninguna escuela de periodismo lo enseñan, ser audaz, comprometido.

La verdad de la información era una cualidad que la mayoría de los periodistas practicaban. Situémonos en un vergonzante caso como lo es la desaparición de profesionistas que vinieron a Chilpancingo en días pasados para realizar un trámite que les permitiera seguir laborando en sus respectivas áreas. En internet empezaron a difundir medios desde sus cuentas la información sin que la Fiscalía de Guerrero hubiera emitido un boletín o el fiscal tan siquiera hubiera dado alguna declaración al respecto de ese aberrante suceso y se difundieron mentiras, verdades a medias, una total irresponsabilidad que generó en una crisis de imagen tanto para la Fiscalía como para los mismos medios. La imprudencia no puede dictar la velocidad por llevarse la primicia, la verdad no es importante para muchos medios en la actualidad, lo que importa es la instantaneidad de la información.
Información sesgada para hacer del dolor un aberrante espectáculo.

El cronista de Acapulco don Enrique Díaz Clavel durante una larga reunión que sostuvimos mientras tomábamos café me comentaba que un periodista debía estar muy bien informado, saber de historia, de arte, de tecnología, geografía, literatura; uno debe de estar bien documentado para que puedas entrevistar a cualquier persona no importando la profesión a la que se dedique y consigas buena información.
Otro aspecto importante de las cualidades que debe tener el periodista es la sensibilidad. Kapuscinski señala que para ser periodista se debe saber dirigirse y tratar a las personas, comprenderlos para que como interlocutores se haga un trabajo natural, sincero y se puedan describir y compartir los problemas de las personas.

Por eso se hizo popular la frase de Kapuscinski: "que las malas personas no pueden ser buenos periodistas", en el sentido de que no podrán jamás conectar con sus lectores y serán un aliado del gobernante en turno, nada más.

Carlos Denegri fue un periodista que mediante su columna en "Excélsior" podía lanzar vituperios o pomposas letras según fuera el pago. "Denegri no daba miedo, daba asco", afirmaba don Julio Scherer. Denegri fue un hombre atormentado por el alcohol, humillaba a sus cercanos y eso se reflejaba en las palabras que escribía en su columna, era una persona que sacaba beneficio personal, no le importaba aun teniendo el poder e influencia que ostentaba cambiar las cosas, ayudar a las personas sino que funcionaba para extorsionar, acumular riquezas, propiedades y nada de eso era suficiente. No era una buena persona, su pasión fue contaminar el periodismo, destruir y destruirse.

Las principales fuentes para trabajar y presentar un buen trabajo deben ser siempre las personas, "las fuentes principales", los documentos, historias y libros que avalen lo que se dice y la forma en que uno percibe el mundo, la realidad. Don Reemberto Valdez, el fundador de "El Sol de Chilpancingo", daba la mejor catedra cuando afirmaba: "los pelos de la burra los tengo en la mano".

Era la manera en la que constataba que la información que tenía era real y comprobable. Un aspecto negativo de las nuevas tecnologías es el fácil acceso que tiene cualquiera para crear un blog o sitio y sin el menor pudor y prueba escriben denostando a otras personas. La libertad de expresión no debe justificar jamás la diatriba.

Las agencias de noticias en Guerrero, los diarios con sus cuentas en Facebook y twitter, deben comprender 3 aspectos importantes al momento de publicar en esas redes sociales. El primero, es el de ejercer un verdadero periodismo, no importando ganar la primicia para luego desmentirse. En segundo, es cuidar lo que se publica contratando jefes de contenido especializados en internet. Y por último no compartir información de otros sitios para rellenar espacios. En Guerrero existe mucho material, historias por contar, no es excusa saturar de nimiedades sus cuentas.
Un caso para reconocer y bajar la mirada, el equipo se disponía a lanzar un sitio y necesitaban una nota que jalara visitas hacia página. El nombre del dominio era una burda copia del diario Reforma, la nota haría lo propio. Se daba a conocer que México había perdido los derechos de su Himno Nacional, se presentaban fotografías del secretario de gobernación Osorio Chong. La mente ve lo que quiere ver, dice un dicho y vaya que así las personas que sin detenerse a leer cuidadosamente confundían el nombre eldeforma.com con reforma.com, al dar por hecho en su mente de que el sitio era confiable, "se tragaron" la nota completita que en ningún momento se percibía un tono de burla o ironía. Para un país que no está acostumbrado a leer se dio por verídica la información y se crearon foros en donde la gente insultaba tanto al presidente Peña Nieta y acompañantes por esa falsedad. El equipo del sitio supo explotar su idea, lo reprobable es que una mayoría demostró que no sabe leer y no está bien informada.

Un periódico en la capital de Guerrero, acostumbra publicar fotografías de mujeres para entretener al lector. Aunque es cuestionable esa decisión si yo trabajara en ese medio y pudiera modificar eso lo quitaría y en el caso en que los directivos no accedan a mi petición propondría no mostrar una mujer semidesnuda, disfrutaría más el lector que se le presentara en una página completa la foto mujeres del estado, no descargadas de internet, posando con ropa o traje de baño sin caer en la pornografía barata, si lo que se busca es darle un toque de sensualidad. Pero no nada más se limitaría a eso, también pensaría en las mujeres que compran el periódico y les presentaría en otra página completa la foto de algún guerrerense en ropa o traje de baño por aquello de la igualdad. Es de mal gusto poner fotografías de mujeres semidesnudas y bajadas de la red en una sección en que se forma el texto de un boletín del gobierno de Guerrero o la foto de una candidata a diputada, esa si es una verdadera contradicción mientras que la lucha para que la participación de la mujer en la política y que acceda a cargos públicos sigue vigente; es una burla poner una foto de una mujer semidesnuda y la de una candidata realizando algún recorrido.


Ser periodista es una lucha constante, requiere de una formación continua para no contaminar a nuestros lectores y perderlos. Existen países en los que no existe la libertad de expresión, en México existe una de la que se abusa o limita en ocasiones tanto por incidencia del gobierno o de los mismos directivos para cuidar sus intereses y por si no bastara esto Guerrero representa un lugar extremadamente peligroso para ejercer el periodismo.
No obstante el tortuoso camino que significa ser periodista el peligro es inherente. En anteriores trabajos he logrado deslumbrar con más precisión este problema, lo menciono para aquellos que no hayan leído los anteriores.

Transparencia legislativa

La transparencia sigue siendo un tema incompleto. Hace unos días me hicieron llegar la documentación de las personas y editoriales con los que el Congreso de Guerrero mantiene convenios. La información proporcionada es incompleta, así lo demuestran los archivos en formato PDF tengo en mi poder por su numeración y la afirmación de que es la cuarta parte de la información disponible del gran total correspondiente a los meses de mayo, junio, julio, agosto y septiembre del 2014.

Aparecen en las listas nombres de periodistas o dueños de empresas que desde hace años tienen una editorial constituida y que expide facturas. ¿Por qué en las listas aparecen sus nombres y no las empresas? Las condiciones climáticas de Marte, las secuelas que producen tomarte selfies, el origen del relleno han logrado superar el enigma que les envolvía. El gran misterio del 2015 sigue siendo ¿Cuáles son los criterios para firmar un convenio con una empresa editorial o periodista? ¿Cuál es el tabulador que indica el monto que debe ser asignado a la empresa o periodista? No se critica los nombres o empresas que aparecen, pero despierta sospecha que un diario nacional como El Universal le pagaran $32,886.00 por servicios publicitarios correspondiente al mes de agosto de 2014 y a un diario de Chilpancingo, por el mismo servicio, le pagaran $116,000.00. Talleres del Sur en ese mismo mes y año recibió $139,200.00. Es obvio que en distribución, antigüedad y servicios El Universal lleva una clara ventaja frente a dos empresas locales. Es cuestionable que se desconoce la razón que paga la dirección de Comunicación del Congreso poco a un diario nacional y mucho a dos locales. Si es por solidaridad para que se mantengan empleos estas empresas locales, compadrazgos, intereses que rebasan los límites de un acuerdo de servicios, se entiende o es simple ocurrencia.

La falta de una ley que regule los convenios entre medios y el Congreso supone un retroceso. Cuando la ley de transparencia que tanto se decanta a nivel nacional se encuentra con estos ejemplos sufre otro retroceso. Si algún propietario de algún medio de comunicación que esté leyendo esto cumpla con todos los requisitos que establece la ley, tiene sus documentos al día y certifica el tiraje de su publicación o demuestra el alcance de su medio ni siquiera esos lineamientos que cumple lo acercarían a firmar un convenio con el Congreso, le podrían cancelar su petición sin siquiera explicarle la razón pues no existe una ley que obligue al personal que labora en el Congreso en esa área a hacerlo.

El fin no es evidenciar como vulgarmente lo haría cualquiera a los que aparecen en la lista. Unos están ahí producto de su esfuerzo y no les aumentan lo que perciben y otros llegan con vorazmente a rapiñar el presupuesto sin siquiera publicar con calidad y profesionalismo. Me motiva seguir insistiendo en la creación de una ley que impida que por amistad o intereses privados se siga lastimando al periodismo. Estoy preparando un proyecto de ley que espero presentar a los diputados y gobernador sobre el tema porque se critica pero debo se de proponer. Hacer que cambien las cosas.
Un buen periodista busca que cambien las cosas para que se beneficien todos y cuando labor conecta con la gente, es su mayor recompensa. Como la novela "El día que no quisimos cambiar" advierte: "¡Qué lástima que aquellas naciones sordas hayan actuado de manera mezquina durante muchos años! Hemos perdido tiempo muy valioso por estar enfrascados en guerras y proyectos bélicos inútiles, que cancelaron grandes oportunidades para vivir en un mundo mejor. Y lo triste y dramático es que hoy estamos aquí discutiendo sobre un futuro incierto".
Un mejor futuro para Guerrero debe ser el destino.
El periodista debe contribuir y pertenecer.

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Los "sinsabores" del Periodismo en Guerrero

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