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Enero 12, 2020 13:40 hrs.

Jorge Herrera Valenzuela › diarioalmomento.com

Política ›


Con mucho optimismo y deseando lo mejor para todos Ustedes, les comento que los ’Años Veinte’ del pasado siglo fueron famosos por los sucesos que forman parte de nuestra Historia Patria y otros de la farándula que se mezclaron con la delincuencia. Para muchos, aunque no vivimos esa etapa pero oímos de ella, es recordar y para las nuevas generaciones, pues, les entero de esos acontecimientos.
Hace un siglo, precisamente en 1920, seguían los combates entre villistas, zapatistas y carrancistas. Comenzaba una década de mucho ruido y la vida continuaba con ’cierta normalidad’ en el Distrito Federal, los teatros de revista daban funciones y las familias salían a su paseo dominical a la Alameda Central y a misa de las 12 del día en la Catedral Metropolitana. Chapultepec y Xochimilco, también en domingo, eran sitios concurridos.
’LA GATITA BLANCA’ Y LAS TIPLES
Entre los muchos gratos recuerdos que me contaron quienes vivieron ’esos gloriosos años veinte’, sobresale el espectáculo que se presentaba en el Teatro Principal, en la Ciudad de México, donde un ramillete de bellas jóvenes lucían atrevidos vestidos y provocaban la gritería de los hombres ubicados en luneta y en galería. Ahí destacaba una mujer que ’volvió locos’ a Pancho Villa y a Emiliano Zapata, además de codearse con el presidente Venustiano Carranza. Villa pretendió secuestrarla y Zapata le hizo muchos regalos.
Esa mujer era una españolita, valenciana, que llegó a México en el comienzo del Siglo XX y se llamaba Dorotea Conesa Redó, pero que se encumbró mundialmente con el nombre de María Conesa y a quien en La Habana, Cuba, donde triunfó glamorosamente, le impusieron el sobrenombre de La Gatita Blanca, como se le conoció en todos los medios sociales y artísticos. El Teatro Principal, de la Capital Mexicana, fue uno de los escenarios donde diariamente la gente abarrotaba las localidades.
María Conesa entabló sus relaciones profesionales con otras dos grandes: Esperanza Iris y Prudencia Grifel. También fue la época de las no menos notables tiples Celia Montalbán, Lupe Rivas Cacho, Aurora Walker, Mimí Derba y Lupe Vélez, que con sus candentes y sensuales movimientos, acompañados de las notas del charlestón, hacían que los espectadores se olvidaran de los múltiples problemas derivados de la lucha entre los grupos revolucionarios.
Pues la Conesa, que desde niña fue muy pícara al actuar en presentaciones infantiles, en tierra azteca tuvo trato personal, según leí en libros y diarios, con los presidentes Porfirio Díaz, Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Plutarco Elías Calles, Pascual Ortiz Rubio y Manuel Ávila Camacho. La también llamada ’La Tiple de la Revolución’ murió en la Ciudad de México el 4 de septiembre de 1978, donde debutó participando en la zarzuela ’La Verbena de la Paloma’, misma que interpretó, días antes de morir, en el Teatro de la Ciudad que actualmente lleva el nombre de Esperanza Iris.
JUAN MÉRIGO Y EL AUTOMÓVIL GRIS
Los biógrafos de La Gatita Blanca nos relatan que entre sus amistades se llegó a contar el general Juan Mérigo, guanajuatense que egresó de la Escuela Naval cuando tenía 23 años de edad. Incluso se dijo que eran amantes y ninguno de los dos lo desmintió. Pues resulta que el señor Mérigo, que anduvo en los campos de batalla y estuvo a las órdenes del general Pablo González, se vio involucrado en hechos delictuosos y de los cuales él mismo narró en un libro titulado ’La Banda del Automóvil Gris y Yo!’ que tuvo diferentes ediciones, presentaciones y precios.
Ese grupo delictivo empezó cometer sus fechorías en 1915, según datos periodísticos, bajo la dirección de Higinio Granda y Francisco Oviedo, quienes jamás se vieron tras las rejas como algunos de sus cómplices, varios de los cuales fueron asesinados. La Banda surgió después de un motín que hubo en la Cárcel de Belem, que estaba en donde hoy es el Centro Escolar Revolución, frente a las instalaciones principales de Televisa.
Mucho se habló de que Granda y Oviedo gozaban de la protección del general Mérigo y que su modus operandi era llegar a residencias de personas millonarias, presentaban una falsa orden de cateo y entraban a las habitaciones. Robaban joyas y dinero. Los rateros usaban uniformes militares. Parte de cada uno de los robos, decían los enterados, el general Mérigo se lo entregaba a ’su’ Gatita. En el Diccionario Enciclopédico de México, Humberto Musacchio refiere que el citado militar era originario de León, Guanajuato, y participó en la Convención Revolucionaria de Aguascalientes donde se reunieron villistas y zapatistas que nombraron a tres presidentes de México, cuando el constitucional lo era Venustiano Carranza.
CARRANZA Y OBREGÓN, ASESINADOS
De los cuatro Presidentes de México asesinados, dos cayeron precisamente en los años veinte, de hace un siglo. En La campaña prelectoral para suceder al coahuilense Carranza, se produjo la proclamación del Plan de Agua Prieta, lo que significó el inicio de 14 años de dominio político de los sonorenses. Carranza se pronunció porque el candidato fuese un civil y a ello se opuso Obregón que jamás oculto su decisión de tomar el poder. La pugna entre ambos fue creciendo hasta que la noche del 20 de mayo de 1920 en un paraje de Tlaxcalaltongo, Puebla, militares a las órdenes Rodolfo Herrero acribillaron al Jefe del Primer Ejército Constitucionalista, Encargado del Poder Ejecutivo y Presidente Constitucional.
En esa fecha, Carranza viajaba hacia el Puerto de Veracruz para establecer la sede alterna del Poder Ejecutivo, para entonces ya había girado –telegráficamente—la orden de arrestar a Obregón y darle muerte cuando se internara en el Estado de Guerrero, el sonorense se disfrazó de ferrocarrilero y uno de los hermanos Figueroa Mata lo protegió y le salvó la vida.
Cuando iba a ser festejado por su triunfo como candidato presidencial, el general Álvaro Obregón fue asesinado a tiros por José León Toral. Los hechos ocurrieron el 17 de julio de 1928 en el restaurant La Bombilla, en San Ángel, nombre que fue cambiado a Villa Álvaro Obregón. Así fue truncada la reelección de Obregón, quien, por cierto, fue culpado de haber planeado el asesinato del general Francisco Villa, el mundialmente famoso Pancho Villa. Esta muerte quedó registrada en Parral, Chihuahua, el 20 de julio de 1923.
(Los otros dos presidentes asesinados fuero, cuando ya no estaban en el cargo, Ignacio Comonfort y Francisco I. Madero).
P.D. Les comento que el michoacano poeta, escritor, abogado y geógrafo Francisco Manuel Sánchez de Tagle Varela fue uno de los redactores y firmantes del Acta de Independencia, el 28 de septiembre de 1821 y diputado al Primer Congreso de 1824 que nos legó el texto dela Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Fue recordado el pasado 11 del presente mes, en ocasión del aniversario de su nacimiento en 1782…José David de Jesús Alfaro Siqueiros, el polémico y combativo muralista mundialmente conocido simplemente como Siqueiros murió el 6 de enero de 1974 y aún se discute si era originario de Ciudad Camargo, Chihuahua, o del Distrito Federal como está asentado en el acta de nacimiento…También encontré en la agenda de enero que el 11 de enero de 1969 en Hidalgo del Parral, Chihuahua, nació la guapa comediante Consuelo Duval que ha hecho series televisivas con Eugenio Derbez y con Adrián Uribe. Por cierto, ella en la vida real es María del Consuelo Dussauge Calzada y es sobrina de la también artista María Duval, quien en el pasaporte se llama María Dessauge Ortiz.
jherrerav@live.com.mx

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María Conesa, La Banda del Automóvil Gris y Dos Presidentes Asesinados

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