Miedo a la libertad de opinión

Como observador de la vida pública tanto nacional como internacional, en los medios de comunicación nacional se ha generado un hecho que ha impactado, en esta semana, a los medios de información electrónica, la radio, en específico el noticiero matutino que conducía Leonardo Curzio Gutiérrez, al cual se vio forzado a renunciar por negarse a despedir a dos colaboradores, como el mismo lo señalo, quienes en la semana anterior en el espacio del noticiero se ventilo, en la denominada mesa política, la propuesta que formuló el presidente nacional del PRI sobre la desaparición de los representantes plurinominales, con lo que se ahorraría el país varios cientos de miles de pesos anualmente.
Lo relevante de mi apreciación es que los analistas políticos la socióloga y académica María Amparo Casar y el también académico y periodista Ricardo Raphael, en los comentarios del espacio denominado tertulia, consideraron una aberración la desaparición de los representantes plurinominales tanto del congreso federal como de los congresos de las entidades federativas, además del financiamiento público a los partidos políticos.
De qué tamaño habrá sido la presión y de donde habrá venido, para que el propio Presidente de Núcleo Radio Mil, tuviera que salir en sus propios medios informativos a declarar que todo se debía a una restructuración empresarial y al comportamiento de los medios publicitarios y las inversiones en publicidad por lo que se veían en la conveniencia de reducir personal. Cabe señalar que personas vinculadas a esta empresa están ligadas a un probable fraude en la reciente subasta de frecuencias radiofónicas, que licitó el Instituto Federal de Telecomunicaciones.
Todo esto nos lleva a que regresamos a los viejos tiempos en que la censura y el cierre al dialogo de las ideas no estaban a discusión, en nuestra naciente democracia debe prevalecer la tolerancia, el análisis y la discusión de temas de la trascendencia que propuso el presidente nacional del PRI, quien al hacer el anuncio de su propuesta, se hizo acompañar de los coordinadores parlamentarios de su partido tanto del Senado como de la Cámara de Diputados.
No se puede soslayar que el actual sistema de representación proporcional que se da en el congreso federal y de las entidades federativas, deviene de una propuesta que se generó en el propio PRI, a instancias del entonces Secretario de Gobernación Don Jesús Reyes Heroles, a fin de dar voz y representación a los partidos minoritarios que hubieren alcanzado más del 1.5% del total de la votación nacional, con el objeto de evitar la sobre representación en la cámara de diputados, con lo que se dio inicio al pluripartidismo .
Esta fórmula que se inició en 1978 se ha ido modificando y perfeccionando hasta la fecha en nuestro México y no es ajena a lo que pasa en otras democracias más formadas y fortalecidas como las Europeas y de Latinoamérica, hasta algunas de Asía, África y Oceanía, entonces porque volver a un esquema que ha sido superado, que ha representado un gran esfuerzo ciudadano y de todas las fuerzas políticas en sus distintas variantes ideológicas.
No es tolerable que de una desgracia nacional se quiera alzar una bandera de redimensionamiento de recursos presupuestales y financieros que está demandando la población damnificada por los sismos del 7 y 19 de septiembre pasado, sobre todo en los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Morelos, Puebla, Estado de México y la Ciudad de México, máxime cuando los afectados son parte de la población más pobre y desvalida del país, usándolo como moneda de cambio, para impulsar una retórica mentirosa y tramposa que de ninguna manera va a beneficiar a los pobres más pobres, otorgándoles migajas de la opulencia de que disfrutan liderazgos políticos que se atreven a desafiar, lo que con sangre, sudor y lágrimas se ha logrado para tener un México más democrático, más libre, buscando ser más igualitario.
No es tolerable que perdamos la libertad de opinión sobre los temas más diversos que se ventilan sobre el acontecer nacional, porque retroceder al análisis y estudio en mesas y reuniones conspiratorias, es sujetar a nuestro intelecto al tamiz de un Torquemada que se asusta y reprime al primer comentario de quien no comulga con sus ideas retrogradas y decimonónicas.