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Septiembre 15, 2018 13:54 hrs.

Jesús Yáñez Orozco › diarioalmomento.com

Deportes ›


+Convertida en circo mediático

+Augura una tercera pelea

+Bolsa de unos mil 200 millones de pesos, 60 millones de dólares

México, (BALÓN CUADRADO).- Históricamente, desde finales del siglo antepasado, el boxeo es uno de los deportes que brilla por su oscurantismo. Ahora está bañado por las perlas del sudor del collar de intereses turbios, aviesos. Incluye promotores, mánagers, televisoras, presidentes de organismos mundiales de este deporte...

Hace tres siglos, hay que reconocer, que el pugilismo concita multitudes.

’Desde entonces, violencia, dinero, fama, negocio y muerte, lo signaron siempre, alcanzando en estos últimos tiempos un nivel destructivo que supera en crueldad a de la antigüedad si se establecen las debidas proporciones, pues en su trastienda se nutre la muerte’, Advierte Horacio de Marinis en su libro 7.000 Años a Puñetazos.

Publicado por Axioma editorial, Buenos Aires, Argentina, 1974, agrega, en la contraportada: ’Es que el estigma de la sociedad de consumo, creo el tenebroso submundo moderno en el que el dinero y la fama condujeron al boxeo a su decadencia actual.’

Vívido ejemplo, 44 años después de esas palabras, es el controvertido combate entre el mexicano, Saúl Canelo Álvarez y el kasajo, Gennady Golovkin, hecho circo mediático, para cautivar al público, endulzándole el oído, con un espectáculo que será espejo de su primera pelea, en aras de una tercera pelea: anodino.

Obvio, se advierte tongo, esta vez habrá vencedor.

Hay quien, ha llegado a considerarlo, en una especie de Flautista de Hamelín, ’el combate de la década’.

Los ingresos y ganancias que envuelven este combate, obedece, entre otras cosas, a la crisis que vive el boxeo mundial hace dos décadas. Cada vez hay menos campeones de calidad. Se convierten en un seco oasis en el desierto de mediocridad, sobre todo de pesos welter para arriba.

Hace décadas, el pugilista decide con quién pelear, busca la mayor ganancia posible. Incluso, pone las condiciones a sus promotores. Aunque sólo acaban llevándose una pequeña rebanada del gigantesco pastel.

A veces sólo el chantilly.

Según el diario El Economista, en el marco de la pelea del próximo sábado 15 de septiembre, descorrió parte del oscuro velo de la evolución del box, en términos de negocio.

’Me gustaría pelear con todo lo que se negocia’, dijo Humberto González, La Chiquita, ex campeón mundial, casi lamiéndose los bigotes.

Recuerda:

’A mí me tocó tener buena promoción. Fui estelar. Ahora que veo esto –pelea Canelo-Gennady– me dan ganas de pelear. Toman en cuenta al boxeador y es el que decide si se va a pelear por un título’.

De acuerdo con la publicación, la forma en la que se reparte el dinero en un deporte como el box hace que, en algunas ocasiones, la negociación de una pelea pueda llevar un par de meses. Obedece a que cada atleta busca obtener la mayor cantidad posible.

Además, a la suma garantizada se añade un porcentaje de los jugosos ingresos por taquilla, venta de paquetes de pago por evento (PPV, por su sigla en inglés) y patrocinadores.

Negocio noquea al boxeo. En este tipo de combates, pocos terminan en los primeros episodios. La mayoría se van a los 12 rounds. Pelean, en sentido estricto, para las compañías televisivas.

En el primer enfrentamiento entre Álvarez y Golovkin, se estableció 70-30%, la mayor proporción fue para el mexicano. Ante esa negociación, el promotor Bob Arum refirió en su momento que Floyd Mayweather ofreció a Manny Pacquiao 40 millones de dólares, lo cual rechazó el filipino y terminó ganando más del triple.

La repartición en esa pelea fue de 60-40 por ciento. Además, en un primer momento se ofreció una cantidad fija.

¿Cómo ha evolucionado el box en términos de negocio?

Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) –hijo del fallecido Don José, quien ocupó ese cargo durante casi cuatro décadas y decía que mientras hubiera pobreza perviviría este deporte–, indica que hay tres etapas:

La primera fue con Mohamed Alí. Ahí fue el cambio absoluto, donde se entendió la promoción, cómo se tenía que auto promocionar un atleta, un evento.

El siguiente cambio fue un concepto que fue el pago por evento, que cambió por completo la dinámica. El tercero fue Óscar de la Hoya –representante del Canelo–. Fue el primer boxeador en encarar el sistema, por así llamarlo.

’Fue el primero en llevar a los promotores a ceder todo y bajar su participación en el negocio, siendo el boxeador el que tomaba la gran cantidad de las ganancias. Ese es el esquema de Floyd Mayweather y de Saúl Álvarez’, según Sulaimán

En el pasado el poder en la negociación lo tenía en mayor proporción el promotor.

Por ejemplo, para la segunda pelea entre Álvarez y Golovkin la repartición de las ganancias se pactó en 65-35%, en beneficio del jalisciense, acuerdo que tardó en concretarse aproximadamente tres meses.

Se estima que para el próximo 15 de septiembre la cantidad a repartir será de 60 millones de dólares, unos mil 200 millones de pesos.

El presidente del CMB explica que una de las ventajas es que un gran atleta genera grandes cantidades de dinero, pero el problema es que todo ese dinero se concentra entre muy pocos, en una o dos peleas al año y para dos boxeadores.

Rememora que cuando Don King era promotor, realizaba cinco peleas de título mundial en una cartelera y 10 peleadores ganaban mucho, ahora ganan uno o dos mucho dinero. Los demás ganan muy poco. Una miseria en comparación con los ingresos.

’También, fractura la línea tradicional de respeto (?) al boxeo, cuando un peleador tiene tanto poder donde inclusive enfrenta a los organismos, va en contra de las reglas, de la estructura, imponiendo condiciones que no existían, sí es un desbalance importante’, opina.

El promotor se encargaba de negociar y los boxeadores obtenían su sueldo y bonos. Ahora, algunos atletas mencionan al promotor las condiciones en las que se debe pactar la pelea.

Por ejemplo, Floyd Mayweather ocupa la primera posición entre los atletas mejor pagados, con 285 millones de dólares, mientras que Saúl Álvarez se ubica en el escalón número 15, con 44 millones de dólares, según el listado elaborado por la revista Forbes. Incluso el Canelo viste pijamas de 50 mil dólares, según versiones periodísticas.

Una de las variables que se han ’descartado’ en las negociaciones es que el boxeador campeón tenga la opción, es decir, asegurar la oportunidad de obtener la revancha de la pelea.

El entrenador y miembro del Salón de la Fama, Ignacio Beristáin, forjador de 28 campeones mundiales, precisa que en el boxeo moderno los deportistas ya no son dueños de eso.

Son buenos para el deporte, pero no en cuidar su negocio.

’Ellos buscan apoderados o suelen tener muchas personas a su alrededor, pero si los boxeadores son listos, sólo tienen al entrenador’, puntualiza.

Al final, de la cantidad que obtengan los pugilistas tendrán que descontar 39.6% por concepto de impuesto que se les cobra en territorio estadounidense, además del salario del entrenador.

El dinero al que accedía un boxeador, en peleas realizadas en el siglo XVIII, estaba limitado a la venta de boletos, más lo que cada promotor ’apostaba’ por su atleta.

Bajo ese esquema, el ganador se quedaba con las dos terceras partes de lo que generaba en taquilla, más lo que aportaban los promotores, y el perdedor no obtenía nada, relata el portal SB Nation.

La pelea de este fin de semana entre Canelo, y Gennady sigue causando expectativa entre los aficionados del boxeo, los llamados ’villamelones’, aquellos que creen saber que saben.

Pese al dopaje del peleador mexicano con Clembuterol y la postergación del combate cuatro meses, el T-Mobile Arena presentará otro lleno más en la segunda versión del combate.

Ambos boxeadores han convocado a 40 mil personas, dos llenos y muchos millones de dólares en derrama económica.

Hace un par de días, Golden Boy Promotions anunció que se agotaron oficialmente los boletos para entrar a la T-Mobile Arena. Además, será el combate número 11 del Canelo en la ciudad de las apuestas, Las Vegas.

Según el presidente CMB, con este desempate se vive un ánimo diferente entre los pugilistas respecto a la pelea de septiembre del año pasado.

’Sin duda, es la pelea más importante del año y quizá de los últimos tiempos, de la década, definitivamente la atención del mundo estará en lo que pase en el ring el sábado’, dijo en entrevista con Notimex.

’El sábado veremos al mejor de la actualidad, el que gane se lleva el reconocimiento de ser el mejor del mundo en todas las divisiones’, comentó Sulaimán, quien –en un afán protagónico, similar al padre–, desde el martes llegó a Las Vegas, con el cinturón chiapaneco bordado que entregarán al vencedor de la contienda.

Las declaraciones de ambos pugilistas y sus equipos, comentó, han dado un toque especial a esta pelea, incluso personal, pero quedarán de lado cuando los dos estén solos en el ring en busca de la victoria y de los títulos de peso medio del CMB y AMB que ostenta el kazajo.

’Es diferente el ánimo con el que se llega a la pelea, el año pasado llegaron con mucho respeto, con una actitud muy diferente. Ahora muy agresivos, con mucho coraje, con amenazas. Siento que al sonar la campana todo queda a un lado y el que logre ejecutar su plan de trabajo será el que se lleve el triunfo’, expresó.

Tras el empate que tuvieron el 16 de septiembre del 2017, ambos pugilistas ya se conocieron y sintieron, consideró el titular del CMB, por lo que saben qué les faltó aquella ocasión para imponerse, ’ahora van a ejecutar y ver quién puede ganar’.

Boxeo: Lejos de Dios, en manos del negocio.

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Negocio KO al boxeo mundial

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