Me dice un queridolector: “Robin Williams me era insoportable. No soporto a los payasos, a los que sienten la obligación de contar chistoretes, de hacerse los chistosos. La película Insomnia con Al Pacino, en la que Williams la hace de malo, no me gustó porque es como poner a Beckam de portero o a Fernando Alonso de locutor. La única película que me gustó de Williams es ‘La sociedad de los poetas muertos’. Ese es su papel, no el de chistorete.” Otra queridalectora matiza: “Robin Williams no era propiamente ‘actor’ sino cómico. Como el Loco Valdés o Cantinflas. Él tenía su propio ‘acto’. No actuaba como otros actores, ni seguía un guión o si lo hacía era a su modo.”



SUICIDIO

Me dice una queridalectora: “En Europa, un día me dijo mi amigo Jean S que cuando una persona hace un fraude o algo grave, la única forma de que libera a su familia del escarnio público es el suicidio. Esto me lo dijo luego de ver una película muy fuerte que se llama Obsesión.” Quién sabe cuál haya sido esa versión, pues el título ha sido muy manoseado. Ejemplos: Obsesión (1917), película mexicana dirigida por Manuel de la Bandera; Obsesión (Ossessione) (1943), película italiana dirigida por Luchino Visconti; Obsesión (1947), película española dirigida por Arturo Ruiz Castillo; Obsesión (Magnificent Obsession) (1954), película estadounidense dirigida por Douglas Sirk; La Obsesión (1962), película estadounidense dirigida por Roger Corman; Obsesión (Fascinación) (1975), película española dirigida por Francisco Lara Polop; Obsesión (Obsession/Fascinación) (1976), película estadounidense dirigida por Brian De Palma; Obsesión (Eye of the Beholder)(1999), película basada en la novela Eye of the Beholder de Marc Behm; Obsesión (Wicker Park) (2004), película estadounidense con Diane Kruger. Variantes: Sublime obsesión (Magnificent Obsession) (1935), película; Peligrosa obsesión (2004), película argentina;Retrato(s) de una obsesión.)



El suicidio es ya la segunda causa de muerte en el país, después de las enfermedades cardiovasculares. La tasa se cuadruplicó en las últimas 3 décadas, pasando de 2 por cien mil habitantes, a 7.6 en 2011 (últimas cifras disponibles). La incidencia más alta se da en jóvenes de entre 15 y 24 años de edad. O sea, padres de chavos en estas edades, mucho ojo con las señales de advertencia (que siempre hay).



“Lo que dices del suicidio es ciertísimo, según lo que he sabido. Según algunos, el alma se pierde, se extravía en los entresijos etéricos y quien la puede ‘rescatar´ son las fuerzas malignas y entidades espantosas. Según otros, el alma se va al infierno (eso yo lo dudo: un suicida no suele estar plenamente consciente y en uso de su libre voluntad) o al purgatorio a sufrir en un lugar muy frío y desolado. Un amigo muy católico sufrió el suicidio de una hija que era casi siempre muy mala y tenía fases terribles; la explicación científica más plausible de su pesar era que estaba poseída por el demonio. Se lanzó de 10 pisos en una de esas fases. Mi amigo que estaba rezando en la iglesia tuvo el privilegio de oír la voz de su hija pidiéndole ayuda, un minuto antes de que le pasaran un folleto donde pedían oración por las almas del purgatorio. Sintió la soledad de ella en ese lugar frío y horrendo pero quedó consoladísimo porque supo que su hija, tardara lo que tardara allí, estaba en la fase preparatoria para el paraíso. No hace más que rezar por ella para sacarla. En ambos casos, la puerta suicida es falsa, es errónea, es nefasta y generalmente proviene de un estado de desesperanza que impide pensar con un mínimo de lucidez. El suicidio es, según mi amigo, una de las más socorridas tentaciones diabólicas, precisamente por eso: por el daño que le hace al alma la desesperanza.”

OOOOOOMMMMMM
Recuerda meditar cuanto puedas, cuando puedas.

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