Fervor Patrio

Carlos Ravelo Galindo

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Septiembre 23, 2014 17:02 hrs.

Carlos Ravelo Galindo › diarioalmomento.com

Política Nacional › México Ciudad de México


Con toda razón la Iglesia Católica criticó los programas sociales porque han fracasado sexenio tras sexenio. Lejos de disminuir la pobreza, la acrecientan. La arquidiócesis de México insiste en que no basta maquillar los edictos. O cambiarles de nombre, porque sigue la corrupción. Enriquece a unos y acerca más a la miseria a otros. El editorial de La Fe podría equipararse a la oración dicha (cualquier semejanza es pura coincidencia), en la apertura del período ordinario de sesiones del congreso de un país amigo, por el padre argentino Luis Farinello. Esperaban los padres y abuelos de la patria un fervorín ordinario. Pero fue una admonición congruente con el palpitar del momento: "Señor, venimos delante de Ti este día, para pedirte  perdón y pedir tu dirección. Sabemos que tu palabra condena a aquellos que  llaman bien lo que está mal y es exactamente lo que hemos hecho: Hemos perdido el equilibrio espiritual y cambiado nuestros valores. Hemos explotado al pobre y lo llamamos distribución de la riqueza. Hemos recompensado la pereza y le decímos planes sociales. Hemos matado a nuestros hijos que aun no nacen y lo hemos llamado libre elección. Hemos dejado que maten y roben y lo hemos llamado derechos humanos. Hemos sido negligentes con la educación y al disciplinar a nuestros hijos y lo hemos llamado desarrollar su autoestima. Hemos sido corruptos, abusado del poder y hemos llamado a eso política. Hemos codiciado los bienes de nuestro vecino y a eso lo hemos llamado tener ambición. Hemos contaminado las ondas de radio y televisión con mucha grosería y pornografía y lo hemos llamado libertad de expresión. Hemos ridiculizado los valores establecidos desde hace mucho tiempo por nuestros ancestros y a esto lo hemos llamado obsoleto y pasado. ¡Oh Dios!, mira en lo profundo de nuestros corazones; purifícanos y líbranos de nuestros pecados. Así sea”. La reacción fue inmediata: Un senador abandonó la sala. Tres diputados lo criticaron y calificaron la amonestación como un mensaje de intolerancia. El resto lo aplaudieron, conmovidos. Durante las semanas siguientes, la Iglesia donde trabaja el padre Farinello recibió más de 5,000 llamadas telefónicas, de las cuales sólo 7 desfavorables. Y desde entonces peticiones del mundo entero, para que se ore por ellos. Este ejemplo digno nos lleva a la reflexión de que si no tenemos el valor de mantenernos firmes en nuestras convicciones, entonces caeremos delante de cualquier mandato. Venga de quien venga: De izquierda, centro o derecha.
craveloygalindo@yahoo.com.mx

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