En suicidio colectivo podría dejarse la muerte de veintidós personas, hombres, mujeres y niños, en Tlatoaya, Estado de México. Para qué buscarle mangas al chaleco. Así, Ejercito, Gobierno, Estado y población, tendrían un empate técnico. O como dejar sólo en ”idea” del Instituto Politécnico Nacional convertir la carrera de ingeniería y arquitectura en un oficio, Y darle a los estudiantes un diploma de técnicos. Pero a quién se le ocurre semejanza barbaridad. Los jóvenes ya protestaron También nos quieren hacer creer: que en dos mil dieciocho la abundancia llegará a los, perdón, “jodidos”, cuando se hayan ido los que superaron tal situación a nuestra costa. Bueno, para cuentos mejor la siguiente historia para hacernos reír: sucede en una entidad pequeña, lleno de los típicos pueblerinos que en ese momento se encuentran en la plaza entre moscas y demás bichos. De repente, aparece un Cadillac de aquí te espero, conducido por un chofer. El coche se para en mitad de la plaza, se baja del asiento trasero exuberante actriz e indica al chofer que se vaya. Señala con el dedo a uno de los presentes: Tú, ven conmigo, le dice. El hombre mira a los lados, asustado mientras los amigotes le animan: ¡Venga, Cipriano, que es a ti! ¡Menuda suerte! El se acerca al coche, y la mujer le dice que suba y, al momento, el coche arranca y sale del pueblo a toda carrera. Pasa media hora y se ve que vuelve el coche con el Cipriano sólo dentro, así que los amigos le preguntan cuando se baja: ¡tío! ¿Qué ha pasao? Pues na, que hemos ido al despoblado, nos hemos bajao del coche...Ella se ha quitao la ropa, la ha dejao en el suelo y me ha dicho: “Toma lo que quieras”.- Así que me he traído el coche.
¡Y has hecho bien! ¿Pa que la ropa si no tienes hermanas?
Seguramente que quienes dicen gobernar el país nos harán creen que en diciembre uno de 2018 vendrán juntos los Reyes Magos, Santa Claus y los Santos inocentes. Lo vemos hoy, con sus declaraciones tan contundentes.
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