Al incorporarse a la vía civil para ser juzgados por delitos cometidos, integrantes del Ejército Mexicano quedan bajo el estado de derecho que tutela a la sociedad, por eso el Presidente Enrique Peña Nieto, al referirse al caso Tlatlaya, destacó la colaboración de la Sedena en el esclarecimiento del mismo donde presuntamente fueron fusilados 22 delincuentes.
"El Ejército mexicano ha refrendado su compromiso con el estado de derecho, y la justicia al tomar las medidas necesarias.. Actualmente, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Procuraduría General de la República, realizan una investigación conjunta y exhaustiva para determinar las responsabilidades individuales correspondientes, y colaborarán con la CNDH para avanzar en las propias diligencias que realiza el organismo autónomo para esclarecer el caso.
El Presidente confió en que "las investigaciones lograrán determinar la verdad de los hechos y reafirmar el compromiso indeclinable del Estado Mexicano por los derechos humanos".
Por salud pública, el esclarecimiento debe ser total, pues resulta poco creíble que tres soldados hayan accionado sus poderosas armas para ultimar a civiles aún cuando hayan cometido delitos del orden común, pues en la cadena de trasmisión de mando, ningún militar puede incurrir en desacato, a menos que se trate de algún infiltrado para desprestigiar a nuestro gran Ejército, como lo señalara el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
TURBULENCIAS
Diálogo en Bucareli
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, inauguró una nueva era de hacer política en nuestro país, al salir del Palacio de Covián y establecer un diálogo estudiantil con la comunidad politécnica en pleno Bucareli, lo cual elevó sus bonos, más allá de los reconocimiento que ha obtenido al someter al bronco gobernador de Sonora, Guillermo Padrés, de su comparecencia en San Lázaro y enfrentar a los estudiantes a unas horas de la celebración del 2 de Octubre; de ésta política de diálogo de barriada están muy lejos del altos funcionarios que son incapaces de abandonar la comodidad de sus placenteras oficinas desde donde observan por la tele los bloqueos, las marchas y las tomas de casetas de peaje, acusando a sus “enemigos” de crearles problemas y de arremeter contra su “prestigio” y viendo fantasmas tras los problemas sociales. Mucho tienen que aprender de la política del hidalguense los gobernadores donde los conflictos están a la orden del día, pero que tienen temor de salir a la calle a atender y resolver los planteamientos de los gobernados. El titular de la Segob hace su trabajo y de hablar frente a frente contra los rijosos demuestra decisión y liderazgo que es lo que requiere el país, no de culpar a otros de los problemas, sino de encontrarles soluciones. La costumbre de recibir a una comisión, de recoger sus peticiones y de ofrecer soluciones a largo plazo están ya cansados nuestros compatriotas que desean que el funcionario se arremangue la camisa y salga a la calle a dialogar pues como lo demostró Osorio Chong nadie le hizo nada; otra lección para funcionarios de medio pelo que viajan en vehículos blindados rodeados de guardaespaldas cuando en realidad no representan ningún peligro para la estabilidad nacional; la actitud del hidalguense quedó ya registrado en la historia contemporánea de lo que debe hacerse en México para encarar las necesidades del pueblo mexicano; esperemos que los encargados de la política educativa hayan tomado nota.
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