Hambre y pobreza

Gregorio Ortega Molina/almomento.mx

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Noviembre 25, 2014 15:07 hrs.

Gregorio Ortega Molina/almomento.mx › todotexcoco.com

Economía Estados › México Ciudad de México


Permanecer entusiasta y buscar información económica y política que mantenga el optimismo, va más allá de un desafío normal, llano, simple, se convierte en alguna de las estratagemas usadas por E. T. A. Hoffmann en sus narraciones, tanto para determinar al villano como al héroe. Simone Weil me abrió los ojos y motivó a leerlo.

Alfredo Jalife, con quien conversé el último 17 de noviembre, terminó por convencerme con su argumento: el mundo está en guerra, desde hace mucho, y ésta es económica; sin armas, pero con estrategias diseñadas por los “operadores” de los mercados de valores y alimentos. Con esas dos herramientas se determina el poder de la salud y del conocimiento, para desarrollar los futuros servicios que determinarán la diferencia entre vivir y sobrevivir.

El FMI dio a conocer sus opiniones sobre el crecimiento de México y el riesgo de la morosidad creciente en los créditos al consumo y a la inversión de capital. Las previsiones anunciadas por las autoridades hacendarias nada tienen que ver con la realidad del poder adquisitivo del peso, la baja productividad y los reclamos del Consejo Coordinador Empresarial en lo referente a la seguridad pública y los vacíos de poder, en asuntos tan delicados como lo son la previsión en seguridad y la procuración de justicia, pues existen municipios donde no hay un policía en activo, otros donde se cuentan con los dedos de las manos.

Optimismo que se niega, se oculta detrás de la información proporcionada por Banxico, referente a los productos alimenticios que más subieron de precio. La canasta básica dejó de existir, igual que nadie cobra ni vive con el salario mínimo, pero no de ayer, sino desde hace muchos lustros, cuando, aconsejados por los Chicago boys, determinaron que el salario es inflacionista, a pesar de saber, a ciencia y paciencia, que las economías nacionales crecen, que el PIB significa desarrollo, cuando el mercado interno está vivo, denota competencia, satisfacción, alegría. Ni con el Buen fin están a salvo.

La contradicción que manifiesta el estado de descomposición en que se encuentra el modelo político mexicano, es que se ha convertido en una nación donde la obesidad mórbida es un lastre para el sector salud, y tiene como contraparte que en este país también se muere de hambre.

Bueno, que no se me critique, ando tras información que sea útil para irradiar optimismo.

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