Amasijo

Araceli Ordoñez Cordero

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Febrero 28, 2015 23:21 hrs.

Araceli Ordoñez Cordero › diarioalmomento.com

Cultura Nacional › México Ciudad de México


─ ¿Te diste cuenta? Se lo llevaron, se lo llevaron, supongo que aquella que da vueltas cargando semejante costal es su esposa, alguien podría decirle que se lo han llevado. Me dijo antier la Coquis.
─Hace un rato pasó la camioneta, lo miró y se dio vuelta, pero él ni cuenta, según eso dice la señora de las quesadillas que está justo enfrente.
─Pero tú le vas a creer a la de las quesadillas, es una vieja chismosa; dicen que antes de esto era una verdulera y ya sabes lo que se dice de esa gente, no son de fiar, hacen negocio hasta con su marido.
─Ya déjenla pobre mujer… Lo que si les puedo decir es que lo encontraron muy lejos de aquí, el cuerpo sudoso y bronceado. Esa noche no durmió su padre por las atrocidades, que le contaron…
─Dicen que estaba desnudo, empalado, y que aún traía los zapatos puestos, no lo creo…
─Cuando su hermana regreso dice que estaba él en brazos de su padre, que sólo atinaba a decirle─ ya pasó, ya pasó, ahora como iras la escuela, y qué dirán si faltas, quien llenará la garganta de los chiquillos.

─ ¿Escuchas a estas viejas locas?
─Ya estás igual que ellas, dedícate a lo tuyo, es lo propio de su clase…Dime en qué cabeza cabe, el que tengamos que decidir sobre que profesor nos dará clase de tal materia. ¿No es un absurdo?
─Creo que lo dicen por cierta clase de maestros gandayas.
─ ¿Te parece qué lo son?
─No me digas qué los apoyas
─No es apoyo, usa la lógica, es como si yo te diera clases de gramática… ¿Es correcto? Por ello la mediocridad de la institución; por compañeros como tú, qué piensan que pueden decidir sobre nuestra formación, cómo se ponen a decidir si no tienen ni el mínimo entendimiento que tiene los profesores…
─Ya se me hacia raro que estuvieras platicando conmigo; pues sí, déjame decirte que es bulling lo que hacen algunos maestros, no saben dar clases y se ponen muy estrictos…
─A que le llamas estrictos porque no te dejan entrar después de la hora, porque cierran la puerta después de los10 minutos de tolerancia. Que burdo eres. Porque exigen textos correctos, sin fallas de ninguna índole…
─ ¡Oyes! Dicen que de una camioneta a gran velocidad aventaron a un hombre, cayó en una ladera seguramente ahí es donde perdió la ropa, y eso tan. ¿Hay Dios! Qué cosa le paso le pasó al pobre…
─Tu eres de las ñoñas que aprueban eso porque en tu casa no te quieren y por eso llegas temprano, claro cómo no tienes nada que hacer…
─Quítense jóvenes, quítense, dejen pasar…
─No puede ser, se imaginan lo que le hicieron para empalarlo y después ponerle los zapatos sin calcetines…
─No me hables así, eso nada tiene qué ver con la escuela, estamos hablando de cosas importantes, si me quieren o no, no es tu asunto, a mi no me interesa tu vida personal.
─Jesús Bendito, dicen que eso hacía con los niños y…
─A nosotros no nos toca juzgar eso, sólo él que todo lo ve…
─Claro como ahora es tu amiguita, la defiendes, pero quien podrá con todos los compañeros o con uno o dos profesores. Además no asistes a las reuniones…
─El tiene mucho por quien decidir como para preocuparse por este hombre.
─ ¿Decidir? Todo pasa porque él no existe; cómo se hará cargo de algo que vio y no hizo nada…

─Lo vez hasta las viejas tienes razón y tú eres otra de esas persignadas que quiere todo perfecto…
─A quién le llamas vieja, chamaco estúpido
─Oiga qué le pasa.
─Eso me gano por platicar con una tonta, es lo malo de darle voz a una mujer
─Mira niño, no hables estupideces, tú has nacido de una mujer, pero claro seguramente tu madre no te educo por andar de zorra…
─No le permito…
─A mí no permites nada…
─Basta señoras esto no se arregla de…
─Hijo de tú… mira lo que haces, mis dulces…
─Ahora no te vas hasta que no pagues hijo de…
El pasible manto de colores resbalaba por la esquina donde cada tarde sucesos extirpaban el eco de murmullos plañideros… Los golpes de zapatos aquí, zapatos allá buscando un refugio para la mejor vista, un niño llora mientras la mano del mendigo se extiende a lo largo de los gritos, un mechón de pelos, hojas, hojas arrastradas por olvido de la educación…

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