Darle seguimiento a un voto razonado

Lilia Cisneros Luján

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Mayo 25, 2015 13:04 hrs.

Lilia Cisneros Luján › diarioalmomento.com

Periodismo Nacional › México Ciudad de México


Una colorada (vale más que cien descoloridas) A pesar de los esfuerzos que los gobernantes en turno están realizando para corregir rumbos y sacarnos del bache en el que nos hemos atorado en cuando menos las últimas dos décadas, algo parece no funcionar.
Desde que se legisló para reclutar[1] en los mandos medios y técnicos de la burocracia, personal que cuando menos fuera acreditando la elevación de su grado de competencia, la expectativa era un mejor servicio para el ciudadano, mayor seguridad en todos los ámbitos y por supuesto la consolidación de la transparencia y por ende el abatimiento de la corrupción y la impunidad.
Como en el caso del trascabo cuya polea y piezas por herrumbrosas no pueden sacar del barranco las enormes piedras que impiden construir; lamentablemente para México, el resultado de tal sistema resultó en sobrecarga del aparato gubernamental, por personas que aun cuando es obvio que han alcanzado su nivel mínimo de incompetencia[2] permanecen ahí como rocas inamovibles, alegando derechos laborales derivados de un “servicio profesional de carrera” donde al final del día, con el cambio de estafeta, ocurre que -solo en una dependencia- casi dos centenas de personas, son enviadas al archivo por negarse a suscribir la protocolaria renuncia a la llegada de un nuevo jefe[3] ¿Cuántos miles de millones se gastan en tales personajes –los noveles del equipo vigente y los desplazados al archivo- que ante la ausencia de expectativas simplemente cumplen con estar y ver como “los nuevos” intentan aprender y encima se tratan mutuamente con desprecio?
Con este escenario, los dueños de los medios nos recetan telenovelas machaconas como las que resultan del espionaje telefónico de los juniors que encabezan organismos tan importantes como el INE o los marginados atrapados en la incongruencia de haber sido clasificados en los márgenes más bajos de miseria para después viajar por el mundo solo para ejercer funciones acusatorias[4] como las mujeres violadas en Atenco o los padres de hijos desaparecidos –no todos, solo los escogidos- y tiempo atrás los zapatistas al parecer hoy pasados de moda. ¿Qué es posible lograr en una época de violencia mundial, donde lo común es que los árboles crezcan torcidos, los niños sean reclutados por el crimen -tanto el real como el mediático que promueven sobre todo las televisoras- y los ávidos de poder se burlen de la gente en procesos electorales amañados, donde el tramposo tiene más posibilidades que el honesto?
A menos de dos semanas de la fecha establecida para un ejercicio electoral nacional, el lodo de acusaciones, descalificaciones, accidentes, renuncias por miedo, repetición de teatros del absurdo –las juanitas o la búsqueda de opciones en otros partidos para violentar la ley que antes los mismos actores legislaron- y hasta muertes de gente bien o mal intencionada, es lo que priva en el ambiente. Nos quejamos, nuestro ánimo está como los jarritos de Tlaquepaque “al tentar”, el vecino, contertulio o compañero de trabajo nos insulta por ser de un partido distinto; quien maneja un auto nos “la mienta” cuando deseamos salir de nuestro garaje o dar la vuelta según lo anunciamos con los intermitentes; el “otro” se defiende con la ofensa si usted trata de explicarle que su percepción acerca de un candidato es errónea[5] y muy pocos tienen la oportunidad de presentar propuestas en esta orgía de búsqueda del poder por el poder mismo.
Luego de una manipuladora campaña se da a la ciudadanía la identidad de “rebeldes con causa”, si acaso optan por anular su voto, de “enemigos del pueblo” si están con el partido en el poder –PRI, PAN o PRD según el territorio- de amnésicos si no se suman a los voceros de la tragedia y de tontos si no engrosan las filas de los tránsfugas. ¿Podemos crear sinergias solidarias para que en vez de las limosnas –por edad, soltería, calidad de víctimas del delito, becas proselitistas etc.- la población acceda a sistemas de pensiones, salud, educación y reparación de daño acordes a la justicia y la equidad social? ¿Cuántos de los que “quieren llegar”, pueden garantizar trabajo coordinado con la gente para asegurar empleos dignos y cumplimiento de pagos a empresas subrogadas, por los grandes monstruos –OHL, Higa, ICA etc.- que ya terminaron su trabajo? Si acaso resultan culpables de corrupción tales empresas, ¿será esto pretexto para no pagar a los medianos empresarios mexicanos? La informalidad persiste porque sale menos cara que la formalidad burocrática. ¡Pregunte a su candidato a delegado, cifras de la informalidad, exíjale al aspirante a presidente municipal que le informe del ejercicio presupuestal del que se fue y él pretende sustituir! Entrevístese con todos, cuando mucho son 10 para cada puesto. Si no lo incluye, más que en el sistema de teléfono donde sin haber autorizado el uso de su línea privada le ponen una voz grabada para decirle que vote por el dueño de dicha "producción", lo más seguro es que será mal funcionario. Igual regla siga con los aspirantes a diputado o gobernador. Una vez que haya votado, prepare su estrategia de seguimiento. No se achique, quien llegue lo hizo por el voto; aun cuando Usted no haya votado por esa persona o partido, como ciudadano tiene el derecho a que le gobiernen con eficacia y con ética. Prepare desde hoy la función más importante que tiene por vivir en México: la de ser una persona responsable a fin de obligar a quienes trabajan de servidores públicos a que sirvan, no sean corruptos y que se les castigue en caso no cumplir.


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[1] Vicente Fox incluso contrató Head hunters hasta para los titulares de alguna cartera, en un reclutamiento al estilo empresarial.
[2] El principio de Peter. Dr. Laurence J. Peter y Raymond Hull
[3] En lo que antes era SETRAVI, lo cual dio lugar a una demanda laboral que impidió correr a 180 técnicos, mismos que al final de día, desperdician su saber registrando folios aun cuando la ciudad del DF, esta urgida de personas capacitadas como este grupo de “castigados”
[4] En casi todos los sistemas teocráticos, el papel de acusador, corresponde al diablo, Satanás o Luzbel. Job 1:9 antiguo testamento de La Biblia; quizá de ahí viene la malísima fama de nuestro Ministerio público.[5] En Coyoacán, además de las agresiones permanentes que el PRD ha hecho contra brigadistas de una joven universitaria, que aspira a servir como delegada, han difundido la falacia de que dicha persona es “hija de Miguel de la Madrid” cuando que su familia es originalmente de Chihuahua, su apellido es diversos y su único afán es servir a quienes han sido sus vecinos desde hace 18 años.


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