EL BUZÓN

ALFREDO IBÁÑEZ

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Agosto 02, 2015 17:40 hrs.

ALFREDO IBÁÑEZ › diarioalmomento.com

Periodismo Estados › México Ciudad de México


Las irregularidades existentes en el gobierno local de Huixquilucan, comienzan a salir a flote, una de ellas es la nómina municipal. Como en la gran mayoría de los municipios está plagada de aviadores, es decir, personas que cobran sin trabajar.
La sangría mensual es millonaria, pero llama la atención que dentro de los beneficiarios están los comuneros de la cabecera municipal, quienes se han convertido en una carga económica para el gobierno local, pero sobre todo para los contribuyentes, pues son sus impuestos los que cubren tales salarios.
Los comuneros, especialmente los líderes, son insaciables, no se conforman con cobrar sin trabajar, además reciben vales de gasolina e imponen al gobierno de Huixquilucan una renta aproximada de 50 mil pesos mensuales por un auditorio que fue construido con recursos públicos por la administración municipal en la gestión del ex alcalde Adrián Fuentes.
Por si fuera poco desde hace varias semanas se han apropiado de las calles aledañas a la presidencia municipal y han detonado el comercio informal, el ambulantaje. Literalmente tienen rodeado el palacio municipal con sus negocios.
La forma como han obtenido tales canonjías, que no son de ahora, es la presión y el chantaje. Sin embargo, la culpa la tienen los alcaldes como el actual, José Neyra, pues ceden y regalan el dinero que no es suyo, en tanto rubros como la seguridad y servicios públicos están para llorar, son deficientes.
Cabe señalar que el predio donde está ubicado el auditorio de los comuneros, inicialmente era de la comunidad mormona, la que en su momento inició los trabajos para construir su iglesia previo pago.

Sin embargo, tal grupo apoyados en la ambigüedad legal de la tierra de uso común, lo expropiaron para tenerlo nuevamente en sus manos.

Así se las gastan ese y más grupos, que en complicidad con las administraciones locales en turno, sangran las finanzas del municipio. La lista de los nombres de quienes disfrutan de los dineros de los contribuyentes es larga, salen paulatinamente a la luz pública.
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Los asesinatos contra periodistas en México aumentan, pese a ello las autoridades o instancias como la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR) no están a la altura de las exigencias, son ineficaces, no previenen y menos castigan.
La anterior titular Laura Angelina Borbolla Moreno, se significó por su tibieza, por su ineptitud, la convirtió en un espacie de juez conciliador. A los responsables de las agresiones contra los comunicadores no los toco y promovió la impunidad.
En días pasados se llevó a cabo su relevo, entra Ricardo Nájera, y se estrena con el caso del asesinato del fotoperiodista de Proceso, Rubén Espinosa, quien el pasado viernes fue hallado muerto junto con cuatro personas más en un departamento de la colonia Narvarte.
Los crímenes y ataques contra los periodistas están a la orden del día, porque no hay sanción, no basta con que las autoridades condenen los hechos criminales, urge la prevención y el castigo ejemplar contra los agresores y homicidas de comunicadores.
El gobierno federal, como en muchos rubros se muestra incapaz, pero es tiempo de salir de su letargo, caso contrario la violencia terminará por rebasarlo.

alfredoibanezjuarez@yahoo.com.mx
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