Las cifras oficiales del índice general de la consumación de delitos, aumenta día a día, pese a los discursos del secretario de Gobernación y de otros funcionarios. Lo grave es que las autoridades mienten al informar que están coordinados los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal), porque para empezar sabemos que en las oficinas policíacas y en las agencias del Ministerio Público poco o ningún caso hacen a los denunciantes y por ello una fuerte cantidad de hechos delictuosos no son denunciados.

“Mire usted, me asaltaron en una combi. Perdí el dinero para pagar mi transporte, mi celular y la credencial del IFE. Fui a la policía, en Chalco. Me pidieron unos datos y dijeron que iban a investigar. Pero ni se levantó el acta, ni me dieron algún papelito. Ya pasaron muchos días y me dijeron, porque volví, que a lo mejor ni me asaltaron y que yo perdí mis papeles”. Esto me lo dijo un trabajador, pidiendo no fuese revelado su nombre, cuando se dirigía de Chalco, Estado de México, a San Lázaro, Distrito Federal.

No son únicamente los pobladores del Valle de México, de la Zona Metropolitana, los que sufren los embates de la delincuencia “no organizada”. En esta ocasión dedico el espacio a la queja, que llegó hasta mi mesa de trabajo, de una joven empleada que, al igual que otras víctimas de los asaltantes, sufrió ya dos robos al viajar en las combis entre el municipio mencionado y la Estación San Lázaro. Además el diario Reforma, en su edición del lunes 5 del presente, informó de que el Estado de México tiene el nada honroso primer lugar en robo de automóviles: 131, diariamente, con y sin violencia.

Las decenas de personas que diariamente tienen que salir de sus hogares en Chalco, para dirigirse a sus respectivos trabajos, requieren de un transporte. De hace varios meses a la fecha, los delincuentes abordan las combis, como pasajeros pero en determinado tramo, donde ya tienen ubicado a un cómplice, cometen el atraco. No pocas veces se ha sospechado de los chóferes. En las últimas semanas los asaltos son cometidos también por mujeres, jóvenes, aplicando la misma técnica: fingen ser pasajeras.

Ninguna de las “muchas policías” que se presumen en las declaraciones oficiales toma cartas en el asunto. Los federales son los primeros en deslindarse, porque no es de su competencia; los estatales están “para las órdenes que llegan de Toluca” y los municipales no actúan, porque los jefes “no dan la orden”. Así de sencillo es el tratamiento que se da a las denuncias verbales que hay, pues otro factor que favorece a los “delincuentes no organizados”, es que las víctimas no pueden perder su tiempo en una oficina policíaca, pues en donde trabajan les descuentan el día.

Por supuesto que no solamente el Oriente del Estado de México está abandonado en cuanto a la seguridad de los habitantes, porque los municipios del Valle de México, Ecatepec de Morelos, por ejemplo, es donde la delincuencia “no organizada” opera con absoluta libertad y eso que es el municipio de donde salió Eruviel Ávila Villegas, quien anda en su campaña para ser candidato del PRI, en el 2018, para suceder a su paisano Enrique Peña Nieto.

Para mayor información las combis, nos dijeron, tiene tres destinos después de salir de Chalco: San Lázaro, La Candelaria de los Patos y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. En las tres rutas operan libremente los asaltantes, asegurando las víctimas que también deben ser investigados los conductores de esos transportes, ya que salvo algunos casos los chóferes deben de entregar el dinero que reciben de los pasajeros.

PREGUNTA PARA MEDITAR:

¿En meses pasados el gobierno estatal atribuía a la delincuencia organizada
la inseguridad, porqué ahora no procede para evitar la acción de la “delincuencia no organizada”?

jherrerav@live.com.mx