En Enero de 1984, escuché por primera vez una conferencia sobre La Ocupación de Palestina, fue en la Facultad de Psicología de la UNAM. No entendía, antes de ella, las noticias en torno a lo que se vivía en aquellas tierras, mi visión de ese asunto era la que Hollywood y los noticieros televisivos me presentaban. A partir de ese momento me informé cada día más sobre lo que ocurría entre Israel y Palestina.

En Diciembre de 1989, varios compañeros de la entonces Federación de Estudiantes del Distrito Federal, FEDF, y del Movimiento Mexicano por la Paz, el Antiimperialismo y la Solidaridad, MOMPAS, expresamos que mediante una Carta Abierta debíamos otorgar solidaridad total al pueblo Palestino y le hicimos llegar esa carta al entonces representante de la oficina de la Organización para la Liberación de Palestina, OLP, en México, Dr. Fausy Youssiff. Ya para esos momentos teníamos una clara idea de lo que vivían Palestina e Israel, bajo el ‘Levantamiento de las Piedras’ o Intifada, surgida en 1987.

En charla con el Dr. Youssiff, un amigo, Armando Villar, al despedirnos de él, preconizó: “Algún día ondeará la bandera de Palestina en la ONU”; y 25 años después se hizo cierto.

La bandera del Estado Palestino ondea en la ONU desde el 30 de Septiembre del 2015, con el estatus de ‘Estado observador no miembro de la ONU’ y parecería deshonroso aceptar que ondee bajo esas condiciones pero cuando sabemos que ese sólo hecho le ha costado a Palestina millones de muertos; 70 años de omisión por genuflexión de los países miembros de la ONU ante los EEUU, sobre su condición de Estado-nación; miles de millones de dólares perdidos para potenciar su desarrollo sustentable; miles de humillaciones y abusos sionistas-imperialistas; soportar acciones prácticamente genocidas en su contra; sortear el tránsito de la desesperación y el odio que le orilló a desarrollar acciones terroristas, hacia una diplomacia activa que para 1993 en Oslo, Noruega, los llevó a lograr un reconocimiento de Gobierno Autónomo por parte de Israel; y que a pesar de todos los obstáculos y radicalismos, tanto palestinos como israelíes, han mantenido dicho gobierno.

Queda claro que no, no es un acto humillante, es un triunfo claro de la persistencia y el patriotismo del pueblo palestino y una demostración de la comunidad internacional que empieza a mostrar claros signos de reconocimiento que 70 años después; ni con todo el oropel, ni control militar y de los medios de comunicación, se ha podido borrar una cultura milenaria del Medio Oriente, los Palestinos.

A través de un mensaje del amigo Jorge Treviño, camarada desde lides estudiantiles, fui enterado del hecho, que “la bandera Palestina ya es izada cada día en las Naciones Unidas” y salté de alegría, como en las causas de Mandela, del retorno de la democracia a Sudamérica y tantas otras, los que hace 30 años éramos adolescentes imberbes pero firmes creyentes de la justicia, la paz y las libertades democráticas, hoy seguimos firmes en dichos principios y en las luchas sociales que las defienden pues tal como se preconizó hace 26 años, triunfarán…triunfaremos…Como hoy ha triunfado Palestina sobre la indolencia y la genuflexión de la ONU…

Ha valido la pena, la lucha, los muertos y la espera… Palestina será Estado-Nación con plenos derechos en la ONU… algún día, algún día… lo verán las generaciones venideras y tal vez nos alcance el tiempo para verlo a quienes atestiguamos la lucha del pueblo palestino.