Cerciórate

Carlos Ravelo Galindo

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Noviembre 30, 2015 18:44 hrs.

Carlos Ravelo Galindo › diarioalmomento.com

Entretenimiento Nacional › México Ciudad de México


Nos afirman socarronamente: “supongamos, sin conceder, que en las elecciones del dos mil dieciocho ganara una mujer, que ya se apuntó motu proprio. Asumiera el encargo, con todos los honores. Y después, a los pocos días, solicitara dejarlo, con un permiso”.
Y luego la pregunta “¿El marido asumiría la responsabilidad?”
Así, nos dicen, lo hicieron diversas diputadas a favor de sus suplentes en el Congreso, valga la comparación. Y el joven Juanito, en la delegación Ixtapalapa, del Distrito Federal, a favor de una dama.
Para evitar un mal entendido siempre, por favor, lee lo que sucedió por no corroborar tus envíos escritos. Pongamos atención, para no incurrir en errores. Cerciórate
No obstante, podríamos platicar el siguiente chascarrillo que viene como anillo al dedo. Con toda proporción guardada, por supuesto.
La señora llega a casa de su hija y encuentra a su yerno furioso que prepara una maleta.
- ¿Qué pasa?- pregunta ella.
- ¿Que qué pasa? ¡Le voy a decir exactamente lo que pasa, señora!
Le mandé un e-mail a mi mujer diciéndole que hoy regresaba a casa de mi viaje. Llegué a casa y ¿puede adivinar lo que me encontré?
A mi esposa, sí, ¡su hija!, con un hombre desnudo en nuestra cama.
Este es el fin de nuestro matrimonio. ¡Yo me largo de aquí para siempre!
- ¡Cálmate! - dice la suegra.
- Hay algo que no me cuadra.
Mi hija nunca haría una cosa de esas. Yo la crié y la conozco bien. Espera un momento mientras averiguo qué fue lo que pasó.
Un momento después regresa la suegra con una sonrisa enorme:
- Ya ves te dije que tenía que haber una explicación lógica:
¡No recibió tu e-mail!
craveloygalindo@gmail.com

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