El zika, la OMS, Pedro… y el lobo

Fernando Irala Burgos

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Febrero 08, 2016 10:10 hrs.

Fernando Irala Burgos › diarioalmomento.com

Periodismo Nacional › México Ciudad de México


Cuando al empezar febrero la Organización Mundial de la Salud, conocida por sus siglas como OMS, declaró que la epidemia del zika es una “emergencia de salud pública de importancia internacional”, el planeta entero, México incluido, reaccionó con una mezcla de incredulidad y escepticismo.
Viene a la mente el cuento infantil de “Pedro y el lobo”, antes muy conocido, aunque tal vez a las nuevas generaciones de los videojuegos y los chats habría que relatárselo de nuevo: un pastor cuya diversión es asustar a la gente con el ataque de un lobo, se encuentra con que el día que realmente aparece el depredador, sus gritos de auxilio son ignorados porque ya nadie le cree.
Han pasado escasos siete años de que en 2009 la OMS dio la voz de alarma ante el virus de la influenza, proveniente de aves y cerdos, el cual derivaría en una pandemia humana, a la que esa institución calificó con el nivel máximo de 6 en su escala.
Y no es que a continuación no pasara nada. Pero lo que ocurrió no tuvo ninguna proporción con las alarmas disparadas.
Instituciones científicas internacionales acusaron entonces a la directora de ese organismo --que sigue siendo la misma-- de conflicto de intereses, pues se generó la impresión de que había una colusión con los monopolios farmacéuticos internacionales para propiciar un gran negocio mundial con la producción y venta de vacunas.
Lo que sí logró en aquel momento la OMS fue asustar al gobierno mexicano, cuyo secretario de Salud recomendaba cosas como dejar de usar corbatas, que guardan virus y bacterias. Y aterrorizó al entonces Jefe de Gobierno del ya inexistente Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quién ordenó que en los restaurantes la gente ocupara mesas aisladas y se dejaran vacías las contiguas, para no contagiarse, aunque por fortuna porque habría paralizado la vida de la ciudad, en el pánico no se le ocurrió por ejemplo suspender el transporte público, donde en las horas pico la gente viaja con la proximidad de las sardinas en una lata.
Ahora no ha ocurrido algo así. El gobierno mexicano ha llamado la atención sobre el riesgo de la epidemia, pero el Presidente de la República, al ordenar que se amplíe la información a la población y se atienda sobre todo a las mujeres embarazadas en las zonas tropicales, por los posibles males asociados aún no comprobados en sus bebés, pidió también no generar pánico.
Es que con el episodio de la influenza nos curamos de espanto.



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