Lo blanco y lo negro en Pemex

Jorge Herrera Valenzuela

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Febrero 10, 2016 18:49 hrs.

Jorge Herrera Valenzuela › diarioalmomento.com

Política Nacional › México Ciudad de México


Al llegar el director general número veinte a Petróleos Mexicanos, renace la confianza de que se enderecen los sinuosos caminos en la administración de la empresa gubernamental más importante. Esa esperanza obedece a que el economista José Antonio González Anaya, egresado del Instituto Tecnológico de Massachusetts, deja en mejores situaciones administrativas, hospitalarias, atención a pacientes y a jubilados del Instituto Mexicano del Seguro Social.
En el transcurso de 78 años, desde un año antes de la expropiación, PEMEX ha tenido etapas de ser la principal empresa promotora del progreso de nuestro país, dada la importante aportación financiera. Hoy, como consecuencia de la crisis mundial en los mercados, México enfrenta severa crisis y se requieren medidas equilibradoras, proyectos de concreción inmediata y resultados positivos, sin que se viole la soberanía nacional.
En el grupo de los veinte directores de la más grande empresa estatal, figura el militar y diplomático Efraín Buenrostro Ochoa que en el sexenio del último presidente militar –Manuel Ávila Camacho—, como director de la paraestatal, conoció del hundimiento de los barcos petroleros “Faja de Oro” y “Potrero de Llano”, el 13 de mayo de 1942. Ese suceso originó que México declarara la guerra a Alemania e interviniera en la Segunda Guerra Mundial, enviando al Escuadrón 201.
Hasta ahora el chihuahuense Antonio Jáquez Bermúdez, quien fue conocido simplemente como Antonio J. Bermúdez, es el único director general que permaneció dos sexenios en el cargo. Primero con el licenciado Miguel Alemán Valdés y después con don Adolfo Ruiz Cortines. Fue una época de bonanza para el país. Excelente administrador, en virtud de que en su vida privada se desempeñó como empresario; se distinguió porque mantuvo muy buenas relaciones con la organización sindical. Don Antonio recibió reconocimientos de los dos presidentes y también de parte de empleados, técnicos y personal sindicalizado.
Con el ingeniero Jorge Díaz Serrano, del gabinete del presidente José López Portillo, la industria petrolera mexicana estuvo ubicada en el cuarto lugar, a nivel mundial, como país productor. Sin embargo este titular de PEMEX fue víctima de una venganza política por competir por la Presidencia de la República. Su rival era Miguel de la Madrid Hurtado, quien instruyó al entonces Contralor de la Federación, Francisco Rojas Gutiérrez, que acusara de fraude por 35 millones de dólares al ingeniero Díaz Serrano, por la compra de dos barcos y se dijo que se pagó sobreprecio.
Díaz Serrano era senador y se ordenó su desafuero. No hubo necesidad de buscarlo ni de proceder a su detención, el ingeniero se entregó y pasó cinco años en prisión. Otro incidente político se derivó de la oposición del secretario de Patrimonio y Fomento Industrial, José Andrés de Oteyza Fernández, a que el precio del crudo mexicano se redujera en 4 dólares que proponía Díaz Serrano y éste optó por renunciar al cargo.
“Paco Rejas”, como coloquialmente llamaron a Francisco Rojas, tuvo un premio: Miguel de la Madrid lo nombró director general de Pemex para cerrar el sexenio, 1987-88. El destino lo dejó en el mismo despacho durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari. Antes de él, los titulares fueron Julio Rodolfo Moctezuma Cid y el maestro Mario Ramón Beteta Monsalve; ambos, en otros momentos, despacharon como secretarios de Hacienda.
También fueron distinguidos con esa posición político-administrativa, personajes que después fueron motivo de procesos penales. Rogelio Montemayor Seguy fue implicado en una deviación de mil millones de pesos hacia una campaña política del PRI, el caso se conoció como “Pemexgate”; detenido en territorio norteamericano Montemayor fue extraditado en 2004, pero la justicia mexicana lo declaró inocente y como disculpa, el PRI lo hizo gobernador priista de Nuevo León. Raúl Muñoz Leos también estuvo sujeto a investigación judicial y se recuerda que lo inhabilitaron para trabajar en el gobierno federal.
Padre e hijo dirigieron la administración petrolera: don Jesús Reyes Heroles y Jesús Reyes Heroles González Garza, por éste apellido es sobrino del famoso priista Manuel “El Meme” Garza González.
¡Ah!, el que acaba de dejar el importante cargo es Emilio Lozoya Austin, hijo de Emilio Lozoya Thalman, uno de los integrantes del grupo que formaron Carlos Salinas, Manuel Camacho Solís y José Francisco Ruiz Massieu, entre otros.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Hasta dónde será cierto el rumor que circuló, tras de los nombramientos presidenciales, que Luis Videgaray Caso impuso sus cartas?
Jherrerav@live.com.mx

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