Sarcasmos 314

Guillermo Farber

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Febrero 11, 2016 08:58 hrs.

Guillermo Farber › diarioalmomento.com

Entretenimiento Nacional › México Ciudad de México


Ya tengo pensadas mis últimas palabras en mi lecho de muerte: “Dejo un millón de dólares debajo de… debajo de… de… de…” / He llegado a la edad en que el tren de mis pensamientos con frecuencia sale de la estación sin mí. / Disfruta hoy de la vida: trae fecha de caducidad. / Alguna gente simplemente necesita un palmadita afectuosa en la cabeza… con un martillo.

¿COMO PEMEX, APÁ?

“No son Rusia ni China quienes están quebrando el monopolio de Wall Street sobre el petróleo crudo. Un cambio de paradigma mucho más grande está en proceso en el sector de la infraestructura de transporte. Estamos en las primeras etapas del desplazamiento del petróleo y el motor de combustión interna para ser reemplazados por vehículos eléctricos impulsados por gas natural (NG), energía nuclear y energías renovables. El advenimiento masivo de carros sin chofer es ya inminente sobre redes predefinidas.

La situación la complica todavía más Arabia Saudita, el jugador Número Uno en el mercado petrolero desde hace cuatro generaciones. Desde la perspectiva saudita, ellos temen ser como los productores de carbón al surgimiento del petróleo. ¿Qué les va a pasar ahora que el mundo se mueve hacia energías más limpias y baratas? Y esto va por todos los países tradicionalmente productores.”

NUNCA PODRÁS GANARLE A UN ABOGADO

Un capo descubrió que su contador había extraído diez millones de dólares de la caja chica.
El contador era sordomudo . Por eso fue admitido en el trabajo, pues como
 no podía oír nada, en caso de una eventual detención y proceso no podría actuar como testigo. Cuando el capo le fue a preguntar por los diez millones extraviados, llevó consigo a
su Abogada, que conocía el lenguaje de señas de los sordomudos. El capo le pregunta al contador: “¿Dónde están los diez millones que te llevaste?”




La abogada usando el lenguaje de las señales, le hace llegar la pregunta al contador, que a su vez responde con señales: “Yo no sé a qué te refieres.” 
La abogada lo traduce para el capo: “Dice que no sabe a qué te refieres.” El capo saca un pistola calibre 45 y se la pone en la cabeza al
contador, y murmura suavemente: “Pregúntale de nuevo.” La abogada, por señales, le dice:
”Te va a matar si no confiesas dónde está el dinero.”



El contador responde con señales: “Ok, ustedes ganan. El dinero está dentro en una valija marrón de cuero, que está enterrada en el jardín de la casa de mi primo Rogaciano, en el Número
400 de la calle 26, bloque 6, del barrio de Santa Marta, en esta misma ciudad.” El capo le pregunta a la abogada: “¿Qué dice?” 
La abogada responde, desalentada: “Dice que no tiene miedo de morir y que a usted le faltan huevos para apretar el gatillo.”



¿HÉROES DE LA PATRIA?

Causó cierto revuelo (ya nada causa demasiado revuelo en nuestro país; estamos curados de espantos) el otorgamiento hace unos meses de la Medalla Belisario Domínguez al empresario Alberto Bailleres. Vaya, por fin una manifestación de cordura… y causa irritación. La Medalla se creó “para premiar a los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad."”



No, si somos llevados por la mala. No puedo pensar en un mexicano más “distinguido” que alguien que crea empleos para sus compatriotas y produce bienes o servicios para el mejoramiento de su vida (así no gane ningún concurso de popularidad). Esta es una verdad palmaria sobre todo en estos malhadados tiempos de globalización implacable y desnacionalizada.



¡Nuestras únicas defensas contra esos mega piratas son nuestros empresarios, te caigan bien o te caigan mal! ¿Es tan difícil de entender? Entiendo que no es sencillo entender a un “patrón” como “servidor”, pero eso es precisamente lo que son, así les reviente a muchos (comenzando por ellos mismos). ¿Tan mal estamos de la cabeza que no sabemos interpretar el signo de los tiempos? Por eso estamos como estamos.



gfarberb@gmail.com

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