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Agosto 24, 2016 19:18 hrs.

José García Sánchez › diarioalmomento.com

Política ›


Poco de bueno puede esperarse de un secretario de Educación que no le da importancia al hecho de que una tesis haya sido plagiada, sea quien fuere quien hay cometido el ilícito, porque a pesar de todo sigue siendo un delito.
Si esta es la educación de calidad que intenta imponer con su reforma educativa estamos hablando de un grave retroceso.
Pero el hecho de declarar que hay cosas más importantes en que pensar, está colocando a la reforma educativa en un lugar de ínfima trascendencia.
Las obras no pueden estar custodiadas por una persona como Aurelio Nuño, ya que el Instituto Nacional de Derechos de Autor pertenece a la Secretaría de Educación Pública.
Y los creadores mexicanos no posemos permitir que una persona a quien no le interesa el plagio siga al frente de una dependencia que sanciona y regula las obras escritas o creadas por sus connacionales. Debe dársele otro cobijo a Indautor, porque está en peligro la obra de los mexicanos bajo la égida de Aurelio Nuño en la SEP.
Es muy posible que Nuño desconozca que el Instituto de Derechos de Autor pertenezca a la SEP, se ha dedicado únicamente a defender, a ultranza, una reforma educativa que de reforma no tiene nada porque es un retroceso y de educativa mucho menos, ya que se trata de una medida administrativa para reducir derechos laborales y adelgazar la nómina del magisterio.
La responsabilidad de salvaguardar los derechos de los autores es en otros países motivo de análisis, revisión, actualización, actualización legislativa periódica. En México el responsable de este resguardo asegura que no es trascendente que el Presidente de la República haya plagiado su tesis que le otorga el título de abogado.
Aunque aquí también la Universidad Panamericana, que debe investigarse, y la calidad de su educción puesta en tela de juicio, deberá mostrar evidencias n favor o en contra pero responder con declaraciones sólo para ingenuos, como la del director de tesis del presidente. El magistrado del Poder Judicial de la Ciudad de México y director de tesis de Enrique Peña Nieto, Alfonso Eduardo Guerrero Martínez, dijo que el 70 por ciento del trabajo académico del Presidente es ’muy original’ y que hay ’una actitud de linchamiento y permanente hostilidad’ contra él por parte de la periodista Carmen Aristegui.
La educación privada en México carece de interés en las tesis, su contenido y trascendencia, y fue precisamente este tipo de educación la que terminó con la calidad académica en México, porque hizo de un derecho, el derecho a la educación, una mercancía. El conocimiento que se adquiere en la elaboración de una tesis ahora se sustituye con un breve discurso medianamente pronunciado por el estudiante sobre un tema.
Ahora deben investigar no sólo a la Universidad Panamericana, la Ibero, el ITAM, porque los funcionarios públicos de la actual administración se erigen en los peores enemigos de su alma mater.
A la educación privada lo que le interesa es vender, no enseñar. Ahí está el ejemplo de la tesis de Peña Nieto que se muestra cómo, lo de menos es aprender, ante la urgencia de superar rápidamente los requisitos burocráticos para expedir un título, por un puñado de pesos.
Aurelio Nuño, egresado de la Ibero no puede sentir como propia la educación pública y se erige entonces como su enemigo. Pero no sólo eso, incapaz de crear cualquier cosa, descuida hasta delirio, la protección de los creadores que en México son muy castigados ante la preponderancia de recomendados, compadres, amigos en lugar de gente con talento y capacidades para desarrollar una labor por lo menos de mediana calidad. Porque ni el más febril de los defensores de la reforma educativa podría afirmar que Nuño es un buen secretario de Educación.
Lo que se desconoce se desprecia y la creación está muy lejos de visitar el cerebro de Aurelio Nuño, de ahí que deba abandonar el Instituto Nacional de Derechos de Autor de inmediato porque él mismo manifestó que carece de importancia cualquier plagio, motivo por el cual ningún músico, escritor, poeta, novelista, etc. Puede estar seguro de que su trabajo no será plagiado por algún funcionario público mientras Aurelio Nuño está al frente de la SEP.

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Nuño, si derechos de autor

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