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Noviembre 20, 2016 10:43 hrs.

Vaticano › guerrerohabla.com

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Con una misa en la catedral de San Pedro, el papa Francisco y los cardenales del Vaticano dieron por concluido este Año Santo extraordinario, proclamado por la Iglesia para la indulgencia y el fortalecimiento de la fe.

Como parte de la multitudinaria ceremonia de cierre de este Jubileo de la Misericordia, Francisco cerró la Puerta Santa de San Pedro, en la basílica del Vaticano, que había abierto al inicio del Jubileo el 8 de diciembre de 2015.
Una vez cerrada, Francisco se dirigió a la Plaza de San Pedro, donde esperaban para escucharle miles de personas procedentes de diversas partes del mundo. Según datos de la Gendarmería Vaticana, unos 70.000 fieles asistieron a la ceremonia en la Plaza de San Pedro del Vaticano, en la Vía de la Conciliación −que une Roma con el Vaticano− y en las calles colindantes.

A la ceremonia también asistieron delegaciones de gobiernos de diversos países y cardenales de la Iglesia católica, entre ellos los purpurados que fueron creados el sábado por el pontífice, como el cardenal español Carlos Osoro, el venezolano Baltazar Enrique Porras Cardozo o el mexicano Carlos Aguiar Retes.
Homilía
En su homilía, el papa destacó el valor de la misericordia, palabra que ha sido clave durante este Jubileo que ha vivido la Iglesia católica. "Este año de la misericordia nos ha invitado a redescubrir el centro, a volver a lo esencial", subrayó el pontífice durante la misa, en la que llamó también a no cerrarse nunca a la reconciliación.
"Pidamos la gracia de no cerrar nunca la puerta de la reconciliación y del perdón, sino de saber ir más allá del mal y de las divergencias, abriendo cualquier posible vía de esperanza. Como Dios cree en nosotros, infinitamente más allá de nuestros méritos, también nosotros estamos llamados a infundir esperanza y a dar oportunidad a los demás", añadió el papa argentino.
Francisco lamentó que en ocasiones "la fuerza de atracción del poder y del éxito se presenta como un camino fácil y rápido para difundir el Evangelio" y defendió una Iglesia "que resplandece cuando es acogedora, libre, fiel, pobre en los medios y rica en el amor, misionera".
Carta Apostólica
Al término de la celebración eucarística, el papa firmó la Carta Apostólica ’Misericordia et misera’, que será presentada mañana y está "dirigida a toda la Iglesia católica" con el objetivo de animar a seguir viviendo la "misericordia con la misma intensidad experimentada durante todo el Jubileo Extraordinario", informó la Santa Sede.
El cierre de la Puerta Santa pone el broche final a un Año Santo Extraordinario que ha contado con la participación de fieles en todas partes del mundo. Solo en el Vaticano, más de 20 millones de peregrinos se han registrado para pasar por la Puerta Santa de San Pedro. Según la fe católica, todo aquel que traspase esta u otras puertas santas obtendrá la indulgencia plenaria. Además, ya hace una semana, otras basílicas e iglesias de todo el mundo cerraron sus respectivas puertas santas.
Los Años Santos, que normalmente se celebran cada 25 años pero que pueden ser proclamados de manera extraordinaria como ha sido el caso de Francisco, ofrecen a los creyentes la posibilidad de acceder al perdón de sus pecados si atraviesan las Puertas Santas de las iglesias que han sido abiertas no sólo en Roma, que ha recibido a más de 20 millones de peregrinos, sino en todo el mundo.

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Papa Francisco cierra el Jubileo de la Misericordia

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