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Febrero 22, 2017 22:44 hrs.

Jorge Herrera Valenzuela › diarioalmomento.com

Política ›


Ahora sí, todos tranquilos y a dormir sin preocupación alguna. Dejemos que la vida siga su marcha. Todos estamos de acuerdo que no había otro camino y bendito el momento en que se aplicó ’el gasolinazo’. Ni idea tenemos cuántos miles de familias iban a sufrir, porque de no darse ese paso, el recorte a los programas sociales del gobierno era inminente. Debemos entender que la diaria variante de los precios a las gasolinas y al diésel, tiene una similitud con el movimiento de dólar.
Cuando se firmó el Pacto por México, el 2 de diciembre de 2012, los dirigentes de los tres partidos políticos ’mayoritarios’ dieron un sí rotundo al Presidente de México para que emprendiera su programa de reformas constitucionales. Llegaba el momento de Mover a México. Comenzaba la transformación de nuestro sistema gubernamental y entonces recordábamos al presidente que nos convocó a ’saber administrar la riqueza’ y también al que nos hizo creer que ’estábamos en la puerta del primer mundo’.
De entre esas modificaciones a la Carta Magna, hoy centenaria por su promulgación en Querétaro, una fue calificada como sumamente importante: la energética. Las declaraciones presidenciales auguraban que una vez aprobada esa reforma, no habría aumento en los precios de las gasolinas. Las voces discordantes, principalmente de López Obrador y de Cuauhtémoc Cárdenas, fueron acalladas. Desmintieron la versión de que la industria petrolera se privatizaría, que se echaba por tierra la expropiación del 18 de marzo de 1938.
Bueno, pero antes de seguir, es indispensable ver hacia atrás. Retrocedamos hasta el 18 de marzo de 2008 cuando Felipe Calderón Hinojosa anunció la construcción de la nueva refinería, bajo el argumento de que era urgente hacerlo y que sería la primera que se construiría en los útimos 30 años. Las especulaciones de todo tipo no tardaron y comenzó la disputa entre los gobernadores de Guanajuato y de Hidalgo, pues ambos deseaban ser la sede. Localizaron terrenos, hicieron negocio millonario y finalmente los hidalguenses ganaron.
El proyecto no fue detenido. Entre 2009 y 2014 se gastaron 2,564 millones de pesos. La refinería, bautizada como Refinería Bicentenario, estaría concluida en 2016 y más tarde se dijo que la inauguración se haría a finales del 2018. La historia completa de este bochornoso asunto la conocen muy bien el exgobernador hidalguense Miguel Ángel Osorio Chong y el actual, Omar Fayad, así como Juan Manuel Oliva Ramírez, Héctor López Santillana y Miguel Márquez, gobernantes panistas de Guanajuato, donde ’se compraron los predios para levantar la refineria’. Jamás se ha informado sobre el destino de las grandes extensiones y de los miles de millones que se pagaron.
Los datos recordatorios, citados en los dos párrafos anteriores, deberían de ser analizados detallada y objetivamente, porque son parte muy importante de lo que está ocurriendo en este 2017. El Presidente Enrique Peña Nieto debería de llamar a los exdirectores de PEMEX, Jesús Reyes Heroles González Garza y Juan José Suárez Coppel, del sexenio calderonista, así como a Emilio Lozoya Austin. El trío debe tener una información sobre el fracaso del proyecto que conocimos como ’Refinería Bicentenario’.
Pues bien, todavía el año pasado los mexicanos estábamos ciertos de la grave crisis que se vive en México, pero nunca avisados de que se registraría un ’gasolinazo’. Ni el Presidente Peña Nieto, ni el responsable de la política interior y tampoco el encargado de las finanzas, informaron de la situación que guardaba la industria petrolera. El proceder de los tres funcionarios citados nos demuestra su inexperiencia en el manejo administrativo del país, la incapacidad política y la falta de una política informativa clara para evitarse las protestas verbales, escritas y las manifestaciones callejeras en todo el país.
El rudo, impopular y seco golpe a la economía familiar se dio al iniciarse este 2017. Peña Nieto entró en su penúltimo año de gobierno, con el pie izquierdo. Todas las explicaciones y justificaciones primero de los aumentos y después de la política cambiaria diariamente, no convencen. Se ha dicho que se está en el camino correcto, pero los hechos demuestran lo contrario e inclusive el gobernador del Banco de México lo que más desea es irse, en medio de la tormenta, porque nuestra economía está en un hoyo, aunque oficialmente no lo admitan.
Ante los medios informativos, el Presidente Peña Nieto dijo, una vez más, que él asume el costo de esta situación. Antes y con otros motivos reconoce las reacciones del pueblo, se suma a ellas. Sí, pero no ha logrado recuperar la credibilidad y la confianza de sus gobernados. Las consecuencias las seguirán pagando los millones de mexicanos, sin duda alguna.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Quién tiene la fórmula para sacar adelante al país hoy dividido en 83 regiones y 7 regiones fronterizas para fijarle, todas las tardes, los precios de gasolinas y diésel?
jherrerav@ive.com.mx

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Peña Nieto asume el costo político y usted paga

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