Perros de rescate: Así es como eligen y entrenan a los héroes del sismo

Los perros de rescate detectan aromas específicos y dimensiones físicas que permiten moverse en espacios reducidos dentro de zonas de escombro. Es a través del entrenamiento, que pueden ser capitalizados para los cuerpos de rescate

Es el instinto de casa, presa y búsqueda son condiciones necesarias en el perro que pueda llevar a cabo la labor de búsqueda en zonas de desastre.

El entrenamiento de los perros se realiza desde temprana edad, es a partir de los 14 meses y hasta los 20 que comienzan las pruebas de carácter y aptitudes para ser reconocidos e integrados en los equipos de perros de rescate. El entrenamiento inicia desde las primeras etapas de su vida.

Los perros que pueden funcionar en labores de reconocimiento y rescate destacan por ser los más inquietos.

Los canes desarrollan una relación de confianza y empatía con los rescatistas, a esta se le llama binomio. Con el paso del tiempo se crea una estrecha relación emocional y simbiótica que permite la participación en un evento exitoso. La comunicación en el binomio es por lo general en alemán, conocido como el "idioma universal canino".

Los perros rescatistas pueden ser de raza o mestizos; destacan los pastor alemán, pastor belga, labrador retriever, entre otras, por lo general, de talla grande.

Los entrenamientos y pruebas son colocar objetos escondidos sin posibilidad de contacto visual o al alcance del perro. Se pueden poner pruebas de distracción con fuego, ruidos y golpes en estructuras. Antes de incorporarlos a los equipos se mide la capacidad de reacción de los perros.

La Federación Cinológica Internacional redactó el primer reglamento Canino para la Evaluación de Perros de Salvamento en 1999.

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